Antonio Aguado Sánchez

El monarquismo del PSOE (de Pedro Sánchez que lo tiene secuestrado)

08 de Julio de 2024
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El monarquismo del PSOE (de Pedro Sánchez que lo tiene secuestrado)

Recientemente y debido a su gran desprestigio, se cumplió el diez aniversario de la abdicación del rey emérito y su hijo Felipe VI, recibió doble herencia, una indirecta la que su padre había recibido del dictador y genocida Francisco Franco que, le nombró como su sucesor y ya de forma directa, como hijo a través de la tradición dinástica de la monarquía. En su momento nos lo quisieron poner como ejemplo de joven defensor de la naturaleza, e incluso, llegó a ser protagonista del documental “La España salvaje”, pero el tiempo ha demostrado que eso fue un montaje de cara a la galería, ya que al igual que su padre, se le ha visto de espectador en las infames y aberrantes corridas de toros, en las que cobardemente se ensañan y asesinan a estos pobres animales.

En lo que respecta a su padre, está más que demostrado su egoísmo y avaricia lucrativa, a base de muchas y variadas corrupciones y defraudaciones a la Hacienda, lo que le ha permitido hacerse con una gran fortuna. Eso se estuvo ocultando por los medios de comunicación y desde las instituciones a través de sus responsables políticos.

Pero el papel político, que ha venido desempeñando este nefasto personaje, es todavía más preocupante y es que, han sido muchas las actuaciones en las que ha intervenido impunemente y de suma gravedad, mediante las cuales el destino de nuestro país podría haber ido en otra dirección.

Aún quedan grandes incógnitas entre otras, el papel que jugó en el fatídico golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 (afortunadamente no prosperó porque fue una chapuza, de lo contrario, podríamos estar sufriendo las consecuencias). Inconcebible que aún no se hayan desclasificados documentos oficiales que, podrían aportar información de mucha importancia y al respecto, todavía y desde 1968 se siga manteniendo la ley franquista que los regula. A todo esto, se le añade la inexplicable, obsoleta e injusta inviolabilidad, de cualquier delito que cometa  quien ostenta la corona 

Por lo visto, Pedro Sánchez no se ha enterado de los orígenes republicanos del PSOE y, del legado que en ese sentido dejaron sus fundadores, estando al frente de su fundación el 2 de mayo de 1879 Pablo Iglesias Posse. Si Pedro Sánchez, como se ha venido comprobando no se siente republicano, perfectamente puede crear un partido político a su imagen y semejanza, y dejar el Partido Socialista Obrero Español, para quienes compartan sus principios y convicciones, como demócratas, socialistas y republicanos.

Fue auténticamente bochornoso que, haya estado haciendo causa común con la reaccionaria derecha extrema del PP y fascista extrema derecha de Vox, para impedir que el Parlamento abriera una comisión de investigación, sobre las muchas actuaciones corruptas cometidas por el rey emérito. ¿Por qué no le ha retirado este título simbólico y honorífico que le otorgó Mariano Rajoy?.

El CIS lleva muchos años sin hacer una encuesta sobre la valoración de la monarquía, pero en caso de realizarse y aunque esta fuera negativa y mayoritariamente la ciudadanía se pronuncie a favor de un Estado republicano, si el PSOE no está por la labor, esta posibilidad con toda probabilidad se truncaría.

El Partido Socialista igual que los demás, no es etéreo y está compuesto por personas y son éstas, sobre todo sus dirigentes quienes marcan e imponen las líneas a seguir, a través de sus estructuras hiper jerarquizadas.

Por eso no es de extrañar que, al respecto, en el propio Partido Socialista Obrero Español no se haya realizado ninguna encuesta interna y menos aún, fomentado a través de sus agrupaciones locales, un debate necesario y pertinente sobre este tema de suma importancia, contraviniendo Pedro Sánchez su promesa de que iba a empoderar a la militancia. Sin embargo, ha venido haciendo justo lo contrario y en la actualidad las afiliadas y afiliados del PSOE no cuentan para nada y son “meros ceros a la izquierda”. 

Lamentablemente esas actitudes crean malestar en sus militantes y decepción en los simpatizantes y votantes en general, quienes debido a sus situaciones socio económicas y dificultades de subsistencia del 26% de la población,  éstos bien apoyan en gran medida como se viene demostrando, por personas humildes y de zonas deprimidas, a los discursos populistas y a las organizaciones que los exponen y sustentan o, directamente por desengaño e indignación pasan a engrosar la abstención.

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