Algunos pueden sorprenderse, puede ser, pero detrás de la bronca de los nombres ha habido quienes en este tiempo se han dedicado a hacer aquello por lo que fueron elegidos, esto es llegar a acuerdos y pactos que mejoran la vida de las y los ciudadanos.
Es una lástima que este trabajo haya sido sepultado por las descalificaciones y las bravuconadas de unos y otros. Al fin y al cabo a los que se dedican a la política los elegimos no para que dediquen sus esfuerzos a las luchas internas, los elegimos para que busquen soluciones. Lo del cainismo, a la ciudadanía nos interesa lo justo, allá se apañen ellos con sus trifulcas internas.
Pero volviendo al tema del trabajo parlamentario. Estos 100 días el PSOE se ha dedicado a trabajar. Unas veces negociando con el Partido Popular, otras llegando a acuerdos con los grupos de la oposición para adoptar iniciativas contrarias a medidas del Gobierno. Y si hablamos de hechos, podríamos decir que tienen nombre y apellidos, no sólo el de los y las ciudadanas que se van a beneficiar, también porque son iniciativas concretas y no cantos de sirena.
Los primeros en beneficiarse serán los que reciban 50€ más al mes como consecuencia de la subida del SMI. Subida del 8%, acordada con el Gobierno y del que se beneficiarán de forma directa a unos 600.000 trabajadores.
También se ha conseguido la supresión de las revalidas, acordada con Ciudadanos, Podemos y el resto de la oposición. ¿Las cifras? Beneficia a algo más de 2 millones de estudiantes.
En cuanto a las cláusulas del suelo, se ha alcanzado un acuerdo que permitirá la devolución de las cantidades cobradas indebidamente por los bancos. ¿Los beneficiados? 3,3 millones de hipotecados.
Del mismo modo se ha acordado la prohibición de cortes de luz a familias en situación de vulnerabilidad. Beneficiará a más de 6 millones de personas.
También se ha conseguido que el Congreso apruebe tramitar el ingreso mínimo vital de 426€ para las personas que carezcan de ingresos. Medida que parte de una iniciativa legislativa popular promovida por UGT y CCOO.
Hasta ha habido tiempo para empezar a tocar la reforma laboral. A saber, igualar las condiciones laborales de los subcontratados de forma que se ponga fin a la precarización de estos trabajadores, que llegan a cobrar hasta un 50% menos que los trabajadores de la empresa principal.
Y seguimos: Pacto de Estado contra la violencia de género. Acordado por todos los grupos, supone iniciar los trabajos que culminen en una serie de medidas que pongan fin, de una vez, a las insoportables cifras de asesinatos machistas.
Se ha dado impulso al Sistema de Garantía Juvenil a través del cual combatir el desempleo juvenil facilitando el acceso, de los jóvenes, a recursos europeos.
En cuanto a los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, se ha conseguido que los primeros destinen su superávit a inversiones y planes de empleo. Para las comunidades, se ha flexibilizado el objetivo de déficit por lo que éstas podrán disponer de más recursos para financiar servicios esenciales como la sanidad o la dependencia.
En fin, que 100 días han dado para mucho y si ese, como parece, va a ser el camino, el Partido Socialista volverá a parecerse más a si mismo, pero sobre todo, volverá a parecerse a aquel Partido que gana elecciones, capaz de transformar la realidad.
De momento ha dejado claro que sigue siendo capaz de remangarse y ponerse a trabajar, pero también ha demostrado una gran capacidad de adaptarse a esta nueva realidad, donde más que nunca lo que vale es sentarse con el rival y llegar a acuerdos.