Me estoy refiriendo a uno de los problemas más antiguos pero que, conociéndose bien su diagnóstico, sigue sin resolverse lo que se conoce de forma popular como la Unidad de la Izquierda.
En un principio, la izquierda del PSOE se encontraba en el histórico PCE, y así estuvo durante muchos años, con sus subidas y bajadas. Después vino la formación de IU, así como la de grupos ecologistas o grupos verdes a imitación de lo que empezaba a ocurrir en Alemania y otros países europeos.
La aparición de Podemos como heredero del 15-M, liderado por Pablo Iglesias y otros colegas, normalmente de la Universidad Complutense de Madrid, más concretamente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, con buena relación con la Venezuela chavista y con la excelente idea de crear una moneda única para los países de América Central y del Sur, significó un gran avance para este espacio ideológico. En las elecciones europeas de 2014 causó una gran sorpresa al obtener el 7,98% de los votos y cinco diputados. Posteriormente, en las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2015, Podemos consiguió otros magníficos resultados alcanzando alcaldías importantes, así como una amplia representación de diputados autonómicos.
Su siguiente gran paso fueron las elecciones de generales de diciembre de 2015 al obtener el 20,68% de los votos y 69 diputados. Este número tan alto, superior al obtenido con anterioridad por la izquierda del PSOE, solo se puede entender si se tiene en cuenta que se presentaron como un partido que no era ni de izquierdas ni de derechas y que defendían a la gente frente a la casta.
En las elecciones generales de 2016, Podemos, en coalición fundamentalmente con IU, bajo la marca Unidos Podemos. Con posterioridad, en las elecciones generales de abril y en su repetición en noviembre de 2019, Unidas Podemos obtuvo 35 diputados con los que se formó el primer gobierno de coalición con el PSOE.
En las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023, Podemos perdió casi toda su representación. En las elecciones generales de diciembre de 2023, dentro de la marca Sumar, obtuvo cinco diputados, que actualmente son cuatro, abandonando su candidatura matriz para pasar al grupo mixto.
A partir de este momento, con la desaparición de Unidas Podemos, la escasa presencia de Podemos, con solo dos diputadas en las últimas elecciones europeas, se puede deducir que el espacio solo ha conservado su unidad cuando Podemos, es decir, Pablo Iglesias, ha llevado la dirección del proceso, pero también se ha comprobado que no han tenido la misma lealtad cuando han sido otros -Loyola Díaz- los que han liderado el proceso.
De cara a 2027, o antes, el espacio a la izquierda del PSOE necesita ser sometido a debate entre los partidos y asociaciones de izquierda. Así, el pasado 30 de noviembre, organizada por IU, en Murcia, se ha celebrado una reunión en la que se pretendía sentar a todos los que puedan y deban participar en la formación de una única candidatura. De entrada, mientras que IU, Sumar y otras asociaciones de izquierda han estado presentes, ni Podemos ni EQUO han asistido. Parece evidente que Podemos está decidido a seguir su ruta en solitario esperando que el futuro le devuelva su esplendor de antaño. Craso error, lo más probable es que vayan hacia atrás y, de entrada, por lo que sé, perderían el escaño por Murcia. No es Podemos un buen compañero de viaje si no se hace lo que ellos quieren. Está demostrado.
Pues bien, a sabiendas que, al menos de momento, Podemos está fuera de la ecuación y que, además, ha demostrado ser un socio poco fiable al irse de Sumar y llevarse sus diputados, parece ser que IU con el colectivo Sumar y otras fuerzas menores pero necesarias, están llamados a conformar el próximo espacio.
Reflexión, generosidad, altura de miras y mucha suerte.