La Justicia, junto al Poder Legislativo y el Ejecutivo, forma parte de los tres poderes del Estado y si éstos dos últimos emanan de la voluntad popular expresada en las urnas, igualmente tendría que ocurrir con el Judicial, máxime cuando el mismo se ha politizado y por supuesto, con posiciones ultraconservadoras.
Éste es un sector que muy mayoritariamente profesa esa ideología, y viene tratando de impedir que se apruebe y lleve a efecto políticas de izquierda y progresistas. El acceso a esta profesión muy elitista es casi hereditario de padres a hijos de familias muy pudientes. Va siendo hora de que el Estado ofrezca la posibilidad de que jóvenes de familias humildes, también puedan acceder a vestir la toga de jueces.
Esta seria también otra fórmula complementaria, para que igualmente desde la igualdad de oportunidades, y la participación, la Justicia pase a ser de verdad democrática. Todo lo demás son “paños calientes o auténticos parches”. Esto es lo que parece va a intentar realizar ahora Pedro Sánchez, pretendiendo quitarle competencias al Consejo General del Poder Judicial.
Incomprensible que ésta referida formula, no la haya llevado a efecto desde mucho antes y ha permitido al PP, partido político que hipócritamente presume de constitucionalista, pero lleva desde hace más de cinco años con su boicot incumpliendo la Constitución y los miembros del CGPJ haciéndole el juego, no presentando por incumplimiento de su mandato la debida dimisión. El caso es que, si éste es elegido como pretende el Partido Popular por los propios jueces, su ultra conservadurismo continuará latente.
Pedro Sánchez “se ha comprometido" a realizar una profunda regeneración de la democracia. Eso habrá que verlo para así darle la razón. Pero me cuesta mucho creer que, se vaya a enfrentar y menos con todas las consecuencias a los poderes fácticos: Iglesia, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, Judicatura, grandes empresas multinacionales como las que componen el Ibex 35, importantes lobbies como los agrarios, taurinos, etc. Con sus apoyos, la derecha no tiene el Gobierno (sólo le hace falta controlar el BOE), pero en muy gran medida si ostenta el poder.
No digamos nada del oligopolio de la banca privada que, nos extorsiona cada vez más, lo mismo que el de las empresas energéticas, y no se ha atrevido para evitarnos de sus arbitrariedades y extorsiones, crear empresas públicas en esos dos sectores estratégicos y fundamentales, que cada vez más incrementan sus ganancias como en el caso de la banca, a la que ingenuamente se le impuso un impuesto por sus ganancias y como era previsible, no ha servido para nada y es que al final el pago ha recaído en sus clientes, mediante el aumento de las hipotecas, comisiones, servicios prestados, cierre de sucursales y masivos despidos de empleados, hasta el extremo de que, en los tres primeros meses de este año los cinco principales bancos, habían ganado 26.000 millones de euros.
Pedro Sánchez ha venido exponiendo en reiteradas ocasiones que, España es una democracia plena. Pero ahora lo pone en cuestión cuando personalmente se ha visto afectado, mediante la reaccionaria derecha extrema del Partido Popular y el fascismo de la extrema derecha de Vox, que han venido realizando una burda e infame campaña en contra de su mujer Begoña Gómez. Ahora es cuando Pedro Sánchez ha reaccionado, pero mientras tanto, estuvo “mirando de perfil” cuando les afectaba a otras personas.
Pero, !si aún no ha sido capaz de cumplir con su promesa de que iba a derogar la nefasta e injusta Ley Mordaza!. Por eso sino pesimista, pero si soy escéptico para como procede y es muy necesario, se atreva a abordar la regeneración de la democracia debidamente. De no hacerlo así, con toda probabilidad, sufriremos las consecuencias.