Quienes creemos que existe Cambio Climático antropogénico no salimos de nuestro asombro e indignación por la existencia de "personas" negacionistas del mismo, son ignorantes, analfabetos climáticos, que no estudian y que se creen a personas que reciben miles de millones por negar el Cambio Climático antropogénico.
“La NASA nos envía un aviso urgente sobre el futuro de algunas provincias de España en los próximos 30 años".
El cambio climático es real y los científicos de la NASA y del IPCC no dan crédito a lo que está ocurriendo.
Hay ciertos detalles que obligan a dar un giro de 90° si somos capaces de afrontar las consecuencias que nos esperan.
El aumento de la temperatura del planeta es una realidad que puede acabar siendo la que nos acompañe no sólo en estos días que estamos sufriendo un incremento muy importante. "Son momentos del año en los que debemos estar preparados para lo peor, ese termómetro al alza aquí puede tener consecuencias en todo el planeta".
"Los expertos de la NASA" y del IPCC lanzaron hace unos años un informe en el que advertían de lo que sucedería en 2050. Cada vez falta menos para llegar a esta fecha que puede acabar siguiendo una serie de predicciones que parece que se cumplen por momentos".
En unos 30 años algunas partes de España quedarán afectadas por este cambio climático que provocará un aumento de las temperaturas que puede ser totalmente insostenible. Ha llegado la hora de ponerse las pilas y trabajar Gobiernos si queremos evitar algo tan terrible como lo que dicen los expertos. Las temperaturas suben cada vez más en menos tiempo. Estos días de julio las temperaturas no dejan de aumentar. Hoy 24/7/2025 en Osuna(Sevilla) el termómetro a la sombra ha llegado a 46°C, afirmando los expertos que en la misma provincia pueden llegar a los 50°C. En general, en Extremadura, Castilla La Mancha, Aragón, Valencia, Alicante, Murcia y en otros lugares de la Península Ibérica han ido oscilando entre 35 y 37°C, siendo un poco más bajas en el Norte, Galicia, Asturias, Euskadi, Navarra, en función de la entrada de masas de aire más frío de las vaguadas del Jet Stream o “Corriente en Chorro”.
El problema grave es que en el 2.050 si no se pone soluciones las migraciones de españoles del Centro, Sur, Sudeste y Levante se dirigirán al Norte peninsular o a países europeos más fríos.
El bosque submarino que preserva la atmósfera, en peligro. Según Joan Lluís Ferrer, las praderas de posidonia, una planta marina endémica del Mediterráneo, generan más oxígeno que el propio Amazonas | El calentamiento global, los fondeos masivos y los vertidos están reduciendo su superficie de forma acelerada la Posidonia. Las praderas de posidonia, una planta submarina endémica del Mediterráneo, retroceden de forma preocupante. Se trata de una ‘deforestación’ bajo el mar que termina con verdaderos bosques donde se crían peces y especies de todo tipo. Pero, sobre todo, es una planta con una excepcional capacidad para emitir oxígeno y para retener dióxido de carbono, justo lo que necesita el planeta. Baleares acumula el 54% de toda la posidonia de España, que a su vez atesora un altísimo porcentaje de toda la que hay en el Mediterráneo occidental. Hay un bosque que captura más dióxido de carbono por kilómetro cuadrado que el Amazonas y no está en tierra firme, sino en el fondo del mar. Se trata de las praderas de Posidonia oceánica, una planta fanerógama que en todo el mundo solo crece en el Mediterráneo y que tiene como principal virtud ‘secuestrar’ grandes cantidades de CO2, además de servir de criadero de peces y de muchas otras especies marinas. Es también la responsable de mantener las playas de arena de ese mar en buen estado. Sin la posidonia, el Mediterráneo sería totalmente diferente y la atmósfera de la Tierra, también. Una de las fuentes de oxígeno más importantes de todo el planeta son precisamente los cinco millones de hectáreas de posidonia que hay en el MediterráneoUna sola hectárea de esa planta submarina genera cinco veces más oxígeno que una hectárea de la selva amazónica. Es una desconocida, pese a ser uno de los pulmones verdes del planeta. La planta que fabrica playas. Se trata de un auténtico tesoro ambiental, que también fabrica y conserva las famosas playas de Baleares, el levante español o las islas griegas. «Las playas de Baleares tienen un color muy blanco. Entre el 90% y el 99% de la arena tiene su origen en los pequeños animales que viven encima de la posidonia o dentro de ella. Sin posidonia no tendríamos la mayoría de esos granos ni serían tan blancos», explica el biólogo y ecologista de Ibiza Joan Carles Palerm. Baleares tiene el 54% de toda la posidonia de España. Un estudio del CSIC revela que el 90% de la posidonia puede desaparecer antes de 40 años.Y, sin embargo, este bosque marino está amenazado de muerte. El cambio climático provoca la desaparición de un 6% de la superficie mundial de posidonia cada año. «Todos los modelos evidencian un rápido calentamiento del agua superficial del mar a lo largo de este siglo», según Gabriel Jordà, investigador del CSIC. «De media, la temperatura en la superficie del agua durante el verano podría aumentar a finales de siglo tres o cuatro grados», o más lo que supondrá la muerte acelerada de esta planta. Hay casos especialmente sangrantes, como el de la gran pradera existente entre Ibiza y Formentera (declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco), que en los últimos diez años ha perdido entre el 30% y el 40% de su extensión.
En este caso, sin embargo, el principal motivo es el fondeo masivo de yates de recreo sobre estas praderas. Con sus anclas (que a menudo son de considerable tamaño, pues llegan a fondear barcos de hasta 100 metros de eslora), arrasan el fondo marino y destrozan las praderas. Con el movimiento del mar, las anclas y sus cadenas barren la posidonia y actúan como auténticos arados que arrancan de raíz la planta. El gobierno autonómico ha tomado medidas (más vigilancia y multas más elevadas) para tratar de frenar esta catástrofe ambiental.
Depuradoras que no depuran
El otro gran enemigo de la posidonia, junto con el calentamiento del agua y las anclas de los barcos, es la contaminación que provocan los emisarios de las depuradoras. Por increíble que parezca, estas instalaciones, dedicadas a limpiar aguas residuales, no lo hacen adecuadamente y ensucian el mar. Al menos, este es el caso de Baleares, ( y del Mar Menor) donde cada vez más estudios independientes revelan una progresiva pérdida de la calidad de las aguas de baño. En Mallorca, hace 50 años casi el 100% de las playas tenían la calificación de ‘Excelente’, hoy ese porcentaje se reduce a un 80%. Los vertidos que se hacen desde los barcos contribuyen también a la destrucción de la posidonia.
Pero hay otros factores que van ‘deforestando’ este bosque submarino y, por ello, invisible para la mayoría: la construcción de infraestructuras costeras. Puertos deportivos, escolleras o paseos marítimos hacen retroceder estas praderas, cada vez más reducidas.
El problema es que la posidonia no puede replantarse con facilidad. Para empezar, su crecimiento natural es muy lento. Palerm explica que esta planta va expandiéndose a razón de un solo centímetro al año. De modo que si en una pradera hay un hueco de un metro cuadrado, ese espacio tardará medio siglo en ser ocupado por la posidonia.
Sin embargo, una iniciativa de la compañía Red Eléctrica en colaboración con varias instituciones científicas españolas consiguió el año pasado culminar la primera replantación de esta especie en la bahía de Pollensa (Mallorca). Se han replantado 10.500 metros cuadrados. El coste económico ha sido de medio millón de euros. «Tras dos años de trabajo, la tasa de supervivencia de la plantación es de un 60%-80%», señala un portavoz de esta compañía. En 2011, el ancla de un yate de 117 metros arrasó una hectárea de posidonia en Formentera.
En todo caso, los expertos alertan de que se trata de experiencias piloto que todavía no sirven para garantizar el reemplazo de toda la posidonia que muere. De hecho, el estudio del CSIC elaborado sobre el estado de esta especie revela que el calentamiento del agua superficial del mar Mediterráneo acabará con el 90% de la posidonia en menos de 40 años. El trabajo ha sido elaborado por científicos españoles y de otros países europeos y se ha confeccionado teniendo en cuenta «un escenario moderadamente optimista», que así y todo advierte de la «extinción funcional» de esta especie a mediados de este siglo.
Por ello, la opinión de los expertos es unánime: no puede confirmarse el futuro de la posidonia a hipotéticas replantaciones de viabilidad aún incierta. La protección del mar y la limitación de los procesos de contaminación es la única fórmula válida para salvar la posidonia.
El congreso brasileño acaba de aprobar la *ley antiambiental más destructiva de la historia del país*. Podemos perder una porción de selva equivalente a la superficie de Uruguay si el presidente no lo impide. Lula ya ha bloqueado otras propuestas similares, pero para vetar esta ley necesita oírnos alto y claro.
El futuro de la humanidad y la salud del planeta están en juego: el mundo entero necesita que haga todo lo que está en sus manos para proteger la Amazonía y todos los ecosistemas de Brasil. Le instamos a:
Vetar la “ley de la devastación” y todas las medidas anti ambientales aprobadas por el Congreso.
Proteger a los Pueblos Indígenas y garantizar sus derechos territoriales.
Exigir responsabilidades a las empresas por apropiación indebida de tierras protegidas.
El congreso brasileño acaba de aprobar el proyecto de ley más devastador para el medioambiente de la historia del país.
3.000 territorios, más de un tercio de todas las tierras indígenas, perderán la protección legal que los ha blindado durante décadas.
Supone dar vía libre a la explotación de la Amazonía y la propia ministra de Medio Ambiente lo ha calificado de “golpe letal” para las ambiciones climáticas de Brasil.
Pero Lula puede vetar esta propuesta conocida como la “ley de la devastación”. El presidente de Brasil se está esforzando por situar a su país en el tablero mundial y está pendiente de su imagen internacional. Y por eso nos va a escuchar.
Solo tiene unos días para actuar.
Si no usa su derecho de veto, perderemos uno de los últimos escudos que nos quedan frente a la destrucción a gran escala de la Amazonía. Pero un clamor global puede darle el respaldo que necesita para oponerse al congreso y convertirse en el líder climático que prometió ser.