La suerte está echada, tras los dos importantísimos debates en RTVE y Atresmedia. En términos de contenido y forma, pero sobre todo de objetivos a conseguir (intentando reforzar públicos y captar flotantes indecisos informados, desinformados e incluso un tercer segmento de desilusionados), parece que el resultado de los debates es relativamente claro.En el primero de ellos, sobresalieron (por este orden), Rivera e Iglesias; en el segundo, el líder de UP destacó por encima de todos, con un estilo de enorme moderación que surtió efecto; Casado estuvo regular en el de RTVE y mejor en el de Atresmedia; Rivera bajó en este segundo; mientras que Sánchez no terminó de dar la talla (dada su condición de presidente y ganador según todas las encuestas) en ninguno de los dos, aun y cuando en el segundo algo mejoró. Fue un líder fundamentalmente a la defensiva. Que incluso (no solo) mostró de manera continua en el lenguaje no verbal, sobre todo facial. Y eso, parece que no puede ser debido más que a una increíble insuficiencia de preparación y entrenamiento del número uno socialista, para unos debates tan decisivos a solo unos pocos días de las urnas.Todo lo anterior ocurrido antes de ese par de grandes eventos mencionado, ya es historia. Sean encuestas de todo tipo, “publicidad política” (por cierto, muy poco creativa en general y en esto también se lleva la palma el PSOE), mítines, apariciones diversas en medios, etc. La campaña termina el viernes 26 de abril a las 12 de la noche, pero en realidad lo esencial ya está hecho. Con una nota adicional: en general (sálvese el que pueda), todos los partidos podrían tener -unos más que otros-, un “ajuste de cuentas” por parte de su cuerpo electoral potencial y asimismo por su militancia y sinergias. Porque esta legislatura que termina ha traído muchos movimientos polémicos, desde ciertos partidos, hacia temas tabúes, tanto para la ciudadanía como para su interior.Y no hay que olvidar que, en la política moderna, las sorpresas son bastante usuales. Caso del recentísimo abandono de Ángel Garrido, expresidente hasta hace bien poco de la Comunidad de Madrid, por el PP, que deja este partido y el número cuatro en su lista al parlamento europeo, para integrarse en el número trece de la lista de Cs para la Asamblea de Madrid. Con sus posibles consecuencias electorales, obvio. Un episodio más en la lucha por el liderazgo en el amplio espacio denominado (sobre todo por sus integrantes) de centro derecha.
De manera que, según está ahora mismo el panorama actual en nuestro país, parece de todo punto inviable un gobierno en solitario del PSOE para toda una legislatura completa/casi completa. A no ser (tras los debates, no lo veo) que obtenga un número muy elevado de escaños, sin necesidad de ser mayoría absoluta. Y la posible alternativa, gobierno PP-Cs apoyado parlamentariamente por VOX, versus gobierno PSOE-UP apoyado asimismo por independentistas, etc., tiene que esperar no a la noche del 28A, sino como mínimo a días después del 26M. Antes de esta fecha, habría un efecto seguro sobre el resultado de la cita municipal, autonómica y europea. Así, los “intercambios de cromos” tras el 26 de mayo podrían decantar uno u otro tipo de gobierno. Por cierto, la “estabilidad” sugerida por la UE será otra variable que entrará en juego.Por añadidura, mi impresión es que, aunque los debates electorales incrementan el índice de participación, habrá abstención (debida a esos citados movimientos tabúes de ciertos partidos) en la izquierda, mientras que en el amplio espacio de centro hacia la derecha (que asimismo ha registrado movimientos temáticos muy importantes), dicha abstención parece que será insignificante, tendente a cero salvo la inexorable abstención técnica, claro.Con lo cual, Cs (quede tercero o segundo) se perfila -ya lo adelanté en este mismo medio hace casi dos meses- como el partido que, por su situación en el espacio político, decidirá muy probablemente quién gobierna. Aunque el PSOE gane, que también es cada vez más probable.