05 de Noviembre de 2016
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Previsiblemente en unos días se habrá conformado un nuevo Gobierno en España. Cada uno tendrá su propia opinión sobre el proceso que ha llevado hasta culminarlo. Tras insultos, enfrentamientos, multitud de pareceres, pensamientos simples y también profundos, e incluso tensos e intensos debates, llega el momento de demostrar si de verdad queremos ser útiles a la gente.El PSOE ha elegido estar en la oposición. Eso significa que tenemos un enorme trabajo por delante. Pero no nosotros solos. Debemos estar acompañados del resto de las fuerzas políticas del espectro parlamentario. Especialmente, por proximidad, de las izquierdas.Ya se ha analizado que hubo antes ocasiones para poder actuar unidas. No es el momento de recordar los motivos que lo imposibilitaron. Pero sí es preciso insistir en que, a modo de ejemplo, juntos podemos hacer rectificar buena parte del dolor que la derecha, que el Partido Popular, ha ocasionado a nuestros compatriotas.Mientras las organizaciones de la izquierda sangran por la división, la derecha inane sigue frotándose las manos. Cierto es, que nos vanagloriamos de tener pluralidad, de huir de la monotonía, de ser escrupulosos o puristas en la permisividad de la diversidad. Sin embargo, eso no tiene por qué desviarnos del auténtico objetivo: lograr mayorías para conseguir lo que se han venido en denominar, gobiernos de cambio.La derogación o paralización de la LOMCE, la reforma laboral, las inversiones en infraestructuras básicas, el mantenimiento del estado del bienestar con la educación, sanidad y dependencia como referentes, deben ser nuestras banderas.Si avanzado el siglo XXI la lucha está en las redes sociales, no lo es menos que la calle sigue siendo determinante para mostrar la presión social ante todas las injusticias.Allí queremos encontrarnos. No me gustaría que dentro de unos meses resuene en nuestros oídos el clamor de las voces que en lugar de conjugar los verbos en presente, aludan a un pretérito: Pudimos.
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