Cada vez es más evidente que la Organización Mundial de la Salud está mediatizada por importantes conflictos de intereses con sus financiadores, entre los que se encuentran conocidos millonarios, las farmaceuticas y las tecnológicas entre otras. Está situación se evidenció con la crisis de la Covid y especialmente con las mal llamadas vacunas, que se ha comprobado ampliamente que ni son eficaces ni saludables, pero hay muchos más temas que la OMS oculta.
Hace unos días la OMS sacó en la mayoría de los medios, por enésima vez, la noticia de la inocuidad de los móviles y las radiaciones electromagnéticas.
Sin embargo, en mayo de 2015, hace casi diez años, se realizó un llamamamiento científico internacional que ha sido firmado por 266 científicos de más de 40 paises, especialistas en campos y radiaciones electromagnéticas y se envió a la OMS y a la ONU. Sin respuesta hasta la fecha… En él se advertía de la exposición cada vez mayor a los campos electromagnéticos generados por dispositivos eléctricos e inalámbricos. Se mencionaba que numerosas publicaciones científicas recientes han demostrado que los campos electromagnéticos afectan a los organismos vivos a niveles muy por debajo de la mayoría de las directrices internacionales y nacionales. Los efectos incluyen un mayor riesgo de cáncer, estrés celular, aumento de radicales libres nocivos, daños genéticos, cambios estructurales y funcionales del sistema reproductivo, déficits de aprendizaje y memoria, trastornos neurológicos e impactos negativos en el bienestar general de los seres humanos. Los daños van mucho más allá de la raza humana, ya que, como veremos luego, cada vez hay más pruebas de efectos nocivos tanto para las plantas como para los animales.
Después de que los científicos redactaran el llamamiento en 2015, otras investigaciones han confirmado de forma convincente los graves riesgos para la salud de los campos electromagnéticos de radiofrecuencia de la tecnología inalámbrica. El estudio más importante del mundo del Programa Nacional de Toxicología (NTP) de Estados Unidos, muestra un aumento estadísticamente significativo en la incidencia de cáncer cerebral y cardíaco en animales expuestos a campos electromagnéticos por debajo de las pautas de la ICNIRP (Comisión Internacional de Protección contra Radiaciones No Ionizantes), que son las seguidas por la mayoría de los países. Estos resultados respaldan los resultados de estudios epidemiológicos humanos sobre la radiación de radiofrecuencia y el riesgo de tumores cerebrales. Una gran cantidad de informes científicos revisados por pares demuestran daños a la salud humana causados por los campos electromagnéticos.
En septiembre de 2017 se produjo un segundo llamamiento científico, denominado; Scientists’ 5G Appeal, con la finalidad de intentar detener el despliegue de la tecnología 5G hasta que pudiera demostrarse su inocuidad. Este llamamiento actualmente cuenta con la firma de 438 científicos expertos en campos y radiaciones electromagnéticas de todo el mundo. De la misma manera que el llamamiento anterior, tampoco ha sido considerado por la OMS ni publicado en los medios…
El problema es cada vez más evidente, pero indudablemente la sociedad no quiere tener malas noticias (ver viñeta), y eso redunda en beneficio de las empresas tecnológicas, en el deterioro de nuestra salud y en graves problemas para el medio ambiente.
Pero estas radiaciones no solo afectan a los seres humanos usuarios de móvil y a los que viven frente a antenas de telefonía en forma de tumores, insomnio, dolores de cabeza, infertilidad etc., sino que también constituyen un problema para los árboles cercanos, para los insectos y para el resto de seres vivos. Es decir, que se trata de un problema medioambiental muy importante que lleva ignorándose varias décadas, desde el inicio del uso generalizado de los teléfonos móviles. Desgraciadamente, los medios no suelen hablar de esto, igual que tampoco hablan de los graves efectos de las vacunas COVID (con honrosas excepciones).
En España, la asociación AVAATE lleva dando a conocer y denunciando este problema desde hace más de 20 años y su web, en la que se ha ido subiendo información de interés desde el año 2006, es un buen medio para informarse, ya que incluye centenares de noticias, documentos y publicaciones científicas recopiladas durante todos estos años.