¿Rumbo equivocado en la transición energética española?

Carlos Morales Cano
27 de Mayo de 2024
Actualizado el 18 de octubre
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Transición energética

La energía es uno de los pilares fundamentales de nuestra sociedad. Disponer de energía abundante, accesible y barata ha sido siempre el gran anhelo del ser humano, ya que de ello depende el desarrollo y bienestar de la humanidad. No ha sido hasta hace 70 años que el ser humano empezó a tomar consciencia de que existe otro atributo esencial a tener en cuenta: la sostenibilidad de dichas fuentes de energía. Por ello, nuestro país se encuentra inmerso en una de las mayores transformaciones tecnológicas de la historia, la transición energética. Pero antes de proseguir en este relato deberíamos de plantearnos una simple pregunta.

¿Estamos consiguiendo que la energía sea realmente abundante, accesible, barata y sostenible? ¿O estamos, por el contrario, errando en la estrategia?

Todos estamos de acuerdo en que debemos reducir las emisiones de CO2. Por tanto, es esencial acabar con la dependencia que tiene nuestra civilización de los combustibles fósiles. Con este objetivo, nuestro gobierno ha puesto en práctica una solución con un objetivo conocido por todos: pasar a un sistema basado 100% en energías renovables. Esta solución suena muy romántica, parece ideal y sencilla de aplicar, pero tiene un pequeño gran defecto; un sistema puramente renovable es técnica y económicamente inviable.

¿Si el cielo está nublado o no hay viento, qué hacemos? ¿Cómo afrontamos su intermitencia?

Las fuentes de energía como la eólica y la solar son intermitentes, ya que dependen de las horas de Sol y viento, y de su intensidad para generar energía. Eso significa que solo generan electricidad cuando las condiciones meteorológicas lo posibilitan. 

La respuesta que se da al problema de su intermitencia es la tecnología de almacenamiento, mediante grandes baterías o presas hidráulicas de bombeo. Esta serviría para almacenar los excesos de producción para complementar las faltas. Pero se trata de otro argumento erróneo, ya que esta tecnología está a años luz de alcanzar la escala para poder resolver este problema. No nos engañemos, no es aplicable ni a corto ni a medio plazo. Y esto sin entrar en el debate del impacto en el territorio que supondría implantar estas soluciones, o su coste.

Por eso, a la práctica las renovables requieren complementarse con otras fuentes de energía que no sean intermitentes, y hoy en día, la tecnología que cumple este papel es el gas natural. Pero ¿qué sentido tiene apostar por las renovables si al final las vamos a tener que complementar con combustibles fósiles? Ninguno. 

Necesitamos otra fuente de energía alternativa que, además de no ser dependiente de los combustibles fósiles y de no generar emisiones de CO2, sea capaz de generar energía abundante, barata y limpia las 24h del día y los 365 días del año. Y esa alternativa no es otra que la energía nuclear.

Entonces ¿Por qué en España se quieren cerrar las centrales nucleares? ¿Cuáles son esas supuestas razones por las que deberíamos llevar a cabo el cierre nuclear?

Es llamativo que no se disponga de ningún informe o declaración gubernamental explicando las razones técnicas que justifican la urgencia de este cierre. Este proceso se está caracterizando por su precipitación, sumada a la falta de argumentos y una total opacidad

No por ello vamos a desistir. Es nuestro deber como ciudadanos críticos identificar y analizar dichos argumentos. Desde Econucleares, la primera asociación ecologista pronuclear del país, demostraremos que apostar por la combinación de energías renovables y de energía nuclear es la solución garante de un futuro energético próspero y sostenible, tanto para nuestra sociedad como para nuestro entorno. Y, para ello, será necesario desmontar todos los mitos y bulos nucleares que han ido arraigando en la cultura popular.

Pero después de esta primera reflexión, eso mejor lo dejaremos para una siguiente ocasión.

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