Dicen los expertos montañeros, que cuando se va por el campo no se levanten piedras, seguramente debajo de estas se encuentren bichos o alimañas que puedan atacarnos, en Madrid, a cada acto deplorable de alguien relacionado con la gestión de la sanidad, va acompañada un levantamiento de piedra, debajo de la cual encontramos animales parasitarios.
Tras las escandalosas declaraciones de la no cesada gerente del Hospital Príncipe de Asturias en Alcalá de Henares, Dolores Rubio, declaraciones en las que solicitaba retirar los dispositivos móviles a los pacientes para que estos no pudiesen hablar con sus familiares y evitar así el traslado al hangar Zendal, se levanta una piedra, y aparecen contratos a dedo efectuados por distintos gerentes de distintos hospitales en el reino de la privatización sanitaria, la Comunidad de Madrid.
Dos cosas antes de entrar en materia, nos llevamos a la cabeza las manos porque la citada Dolores Rubio no ha sido cesada, a pesar de que sus intenciones vulneran flagrantemente varios artículos de la Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad, cese que si terminan de leer mis líneas, verán que será traducido en un “te quito de aquí, y te coloco allí”, y por otro lado, que todavía nos sorprenda lo de los contratos por el método del dedazo, pues la verdad, no debería, teniendo en cuenta que es la práctica habitual del equipo de Ayuso, ella solo durante de la pandemia ha utilizado 4.200 veces el “método de emergencia” como algo normalizado en la contratación, dicho sea, siempre de empresas de amiguetes. Así que vamos a levantar alfombras, que es a lo que he venido.
El Hospital Universitario La Paz mediante contratos a dedo, o contratos menores ha destinado más de 1,9 millones de euros, su gerente, Rafael Pérez- Santamarina. El Hospital de La Paz lleva adjudicando contratos a dedo más de una década, superando ya los 5 millones de euros. Iberman, una de estas empresas, nace en Perú, su junta directiva está formada casi en exclusividad por personal perteneciente a clínicas privadas. Otro grande beneficiado de estos contratos es Draguer, empresa alemana con unos ingresos que superan los 1.600 millones de euros anuales. Actualmente, el Hospital de La paz, está siendo investigado por un juzgado ante unas presuntas deficiencias en una de las UCI Covid. Feijoo, por su segundo apellido del gerente del hospital, podría no tener por qué mostrar una vinculación al Partido Popular, si lo hace el haber encabezado la secretaría general de Sanidad y Consumo, con la entonces ministra Ana Pastor, llevando emparejados los siguientes cargos: Presidente del Instituto de Gestión Sanitaria y Secretario del Consejo Interprofesional de Sanidad, entre otros. Rafael percibía en el año 2004 ya la suculenta nómina de 89.639,15 euros anuales, es dueño de varios viñedos, en una entrevista reconocía no tener problema alguno en terminar trabajando en la sanidad privada.
Hospital Universitario Gregorio Marañón, mediante contratos a dedo, o contratos menores ha destinado más de 1,2 millones de euros, su gerente, Joseba Barroeta Urquiza. El hospital cerró con el centro Beata María Ana 17 camas de hospitalización y tres de UCI por 867.480 euros durante dos meses. Las trabajadoras de la limpieza del Gregorio Marañón han sido protagonistas de varias concentraciones en contra de la privatización de la lavandería del centro. Joseba cobró el año pasado 84.949,82 euros públicos.
Hospital Universitario Niño Jesús mediante contratos a dedo, o contratos menores ha destinado más de 200.000 euros, su gerente, Cesar Adolfo Gómez Derch. El Hospital Universitario Niño Jesús, ya en 2019 estaba salpicado por las polémicas de las prórrogas de contratos, acumulando así ya 11 años realizando estas prácticas. Gómez Derch fue nombrado jefe de la institución el 3 de mayo por el Gobierno de la Comunidad de Madrid presidido por Cristina Cifuentes tras falsear su currículo, atribuyéndose años de experiencia que no tenía realmente, puede que fuera de este personaje de quien aprendiera Cifuentes lo de adjudicarse títulos por la cara. Cesar cobraba en el año 2016 la cifra de 57.847,84 euros públicos.
Hospital Universitario Puerta de Hierro, más de 1 millón de euros, su gerente, Julio García Pondal. El antiguo hospital Puerta de Hierro lleva 11 años abandonado y abona de las arcas públicas 17.000€ al mes en seguridad, la misma empresa de seguridad que, también a dedo, es contratada para “vigilar” el Zendal, empresa de una exconcejala del Partido Popular de Alcorcón. El nuevo Puerta de Hierro, con su construcción, financió la trama Púnica. El día 2 de septiembre de 2019, se produjeron, al menos, 9 intoxicaciones en la privatizada cafetería del Hospital Puerta de Hierro. Bajo el nombre Julio García Pondal, aparece un nombramiento en Octubre de 2001, como Apoderado de la empresa COMUNICACIONES Y GESTION SANITARIA AIE. A pesar de la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, las retribuciones de Julio, no aparecen por ningún lado, o yo no he sido capaz de encontrarlas.
Hospital Universitario de Getafe: más de 600.000 euros, su gerente, Miguel Ángel Andrés. 300 personas rodeaban recientemente el Hospital protestando por los traslados forzosos del profesional sanitario al Zendal. El año pasado, se calculaban en torno al cierre de 1.300 camas a pesar de tener una afluencia de más de un millón de usuarios. El Hospital de Getafe durante la pandemia era uno de los que no contaba con mamparas de protección en las unidades de admisión y citación de pacientes, todo ello mientras soportaba una presión del 200% en sus UCI,s. En el año 2014, todos los médicos del Hospital de La Princesa salvo uno, firmaban un escrito remitido a la Consejería de Sanidad, en el que relataban los problemas del centro, exigiendo la destitución del por aquel entonces gerente, Miguel Ángel Andrés Molinero. Miguel se embolsaba, en el año 2019, 73.668,46 euros de las arcas públicas.
Hospital Universitario Ramón y Cajal: más de 700.000 euros, su gerente, Juan José Equiza. Desde el año 2003 hasta hoy, el grupo GEE ha ingresado más de 14 millones de euros del Ramón y Cajal. Juan José Equiza fue nombrado gerente del Hospital Universitario Ramón y Cajal en sustitución de Javier Maldonado, que pasó a ser vice consejero de Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid. Equiza ha ocupado varias gerencias en hospitales y además, dirigió el Instituto Madrileño de Salud, en el que ocupó también otros cargos. Desde 2008 era gerente del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, en Alcalá de Henares. La evolución de la contratación menor en el Ramón y Cajal ha sido la siguiente: 30% en 2011, 38% en 2012, 59% en 2013 y 81% en 2014, después de la llegada de Equiza al Ramón y Cajal, con un 99% en reparación y mantenimiento, en una entrevista, Juan José decía que puede esto parecer un abuso, pero que es legal, que sea ético o no, parece no importarle mucho. En el año 2015, Juanjo se llenaba los bolsillos con dinero público a razón de 81.785,59 euros.
Hospital Universitario Severo Ochoa, más de 700.000 euros, su gerente, Domingo del Cacho. En Mayo del año pasado, se hacía pública una carta dirigida a Del Cacho, en dicha carta, los trabajadores del Severo Ochoa pedían su dimisión, 177 compañeros firmaban una carta en la que se podía leer “Cada año tenemos colapso en las urgencias, listas de espera inaceptables, derivaciones de pacientes a otros centros porque no podemos atenderlos. Usted tiene estos datos y no ha hecho nada para mejorarlos. Ha hecho de la precariedad, la infradotación y la mediocridad, bandera de su gestión”. Desde el año 2006 ha facturado al Grupo GEE mas de 16 millones de euros, 4,7 de ellos sin concurso público. Desde el año 2012 se mantienen camas cerradas en el Severo Ochoa, durante la pandemia, muchos pacientes no tuvieron la oportunidad ni de acceder al ingreso en UCI. Del Cacho Malo, Malo como segundo apellido y malo como gerente, en el año 2012 llegó a ingresar 86.622,30 euros de los impuestos de los ciudadanos madrileños, ciudadanos a los que niega un servicio medianamente decente.
Hospital Universitario Clínico San Carlos, más de 1,4 millones de euros, su gerente, José Soto Bonel. Cazado cuando mentía tras haberse vacunado, José se coló en los turnos de vacunación pese a que tres de cada diez de su personal preferente aún no había recibido la primera dosis. El 30% de los sanitarios del Clínico no había sido vacunado, cuando el amigo decidió, utilizando su cargo para ello, inocularse la primera dosis de la Covid, llego a vacunar a aproximadamente 600 jubilados, que no figuraban en ningún listado preferente. En 2017, “desaparecían” bienes del Clínico, por valor de siete millones de euros, 312 CPU, 285 impresoras normales, 2 multifunción y 134 monitores. La Dirección del centro no pudo achacar la pérdida de estos bienes a tiempos pasados porque el actual gerente del centro, José Soto, llevaba ya, por aquel entonces, 16 años al frente del Hospital Clínico San Carlos. En 2019, al reducir personal y por ende, horarios, el Cinco San Carlos, cerraba por las tardes las sesiones de quimioterapia, ese mismo año en Madrid se diagnosticaba un ascenso del 500% en pacientes oncológicos. El simpático de José, en 2016, percibía de la administración, 81.215,98 euros.
Después de esta chapa informativa, imagino que ustedes piensan igual que yo, ¿no sería más lógico que la gerencia de los hospitales fuese democráticamente elegida por sus trabajadores?