María José Pintor

Talegón, el ejemplo de la regeneración de la izquierda

25 de Mayo de 2017
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Talegón
Beatriz Talegón / Foto: Agustín Millán.Beatriz Talegón me ha devuelto la confianza en la clase política. Especialmente, como representante de las nuevas generaciones de políticos que no aspiran a vivir del cuento, ni a profesionalizar el militar o formar parte activa de un determinado partido o ideología. Es el ejemplo de la regeneración de la izquierda.Dulce, serena en sus reflexiones y un auténtico tsunami cuando considera que se ha cometido una injusticia, es un libro abierto en su entorno y en el que no lo es, prueba de ello es cómo ha atendido, amable y positiva –cosa de la que tendría que aprender Pedro Sánchez- cuando los medios de forma masiva se han puesto en contacto con ella por el famoso tuit en el que anunciaba su vuelta al PSOE tras la victoria sanchista en las primarias.Me recuerda la Talegón a políticos del pasado, que hicieron mucho por mejorar la vida de los ciudadanos con compromiso y sin sueldo de partido alguno, y ahora viven de su trabajo o jubilación y alejados de un mundo que les defraudó y les hizo apartarse de la vida pública.Desconozco si el nuevo secretario general contará con ella en su nueva etapa –él se lo perdería si no lo hace- pero, en caso de no contar con Talegón, hará que muchos de los militantes, a miles, que le han votado en estas primarias, se sientan defraudados. Aun así, me importa más el regreso a la política de quien defiende a los desheredados –que cada vez son más en nuestro país- y quien cree en la verdad y la justicia como si hubiera nacido ayer.La joven de izquierdas es la mejor representación de la juventud que está en la calle clamando un cambio. La misma que se rasga las vestiduras por la corrupción, la que no quiere a representantes de las puertas giratorias y para quien Felipe González y hasta el propio Rodríguez Zapatero son parte del pasado, mientras las nuevas generaciones claman por un futuro. Para los mismos que no ven a Pablo Iglesias como su líder, pero que reclaman su espacio en la izquierda que por derecho, sufrimiento y decepciones, les pertenece. Pero que sobre todo es suyo por su compromiso de vida. Porque hoy, sigo viendo un milagro que jóvenes como Talegón sigan creyendo que hay esperanza en el futuro desde los partidos políticos y las instituciones. Les doy mi voto de confianza, mira tú.Talegón es estadista, nada inocente, peleona y una gran estratega. Culta y con interés por aprender siempre. Si a eso le une su sentido estricto de la justicia y su falta de interés por lo material, es probable que nos encontremos ante el mirlo blanco para el futuro de un país que ha dejado de creer en los políticos y que, sus ciudadanos, en su lucha por sobrevivir, ya ni se molestan en condenar la corrupción en España, especialmente del partido del Gobierno, como si robar fuera un mal endémico contra el que ya no vale revelarse.Pero Beatriz Talegón es aún más crítica cuando son los suyos los que comenten errores. No perdona una. No dudó en dar hasta en el carnet de identidad a Sánchez cuando consideró que estaba haciendo las cosas mal, lo mismo que no le ha temblado ahora el pulso para dar su apoyo al nuevo secretario general al considerar que había vuelto por el buen camino.Pero si se sigue a Talegón en el twitter, donde es una auténtica líder de opinión, se verá que ha sido más dura que muchos de los dirigentes de Podemos con los políticos del partido en el que militó durante años y al que ahora piensa en volver.Sabe que el futuro del PSOE aún está por ver. La joven, que no cree en las hadas madrinas y jamás ha querido ser princesa, tiene 34 años recién cumplidos, está más que preparada tras su paso como técnica por la oficina en Bruselas de Castilla- La Mancha y por su experiencia en más de medio mundo como dirigente de la Unión Internacional de Juventudes Socialista. Además, colabora como abogada en un bufete y comienza en junio, pase lo que pase en la política, un nuevo proyecto profesional que no piensa dejar por tener un cargo en el PSOE. Pero sobre todo, tengo la suerte de tenerla a mi lado, aunque ella siempre vaya por delante, como directora de Opinión y editora general de Diario16.com. ¡Vaya lujo! Jamás, desde que acepté el puesto como directora de este medio, he visto a Talegón tratar de influir en la información o la opinión de nadie. Difícil de creer en un político de raza que tiene peso en un medio de comunicación, y que yo cría imposible hasta que la conocí.Queda muchísimo de aquella joven que la lió en Cascais hablando para los socialistas europeos cuando aún era una perfecta desconocida para la opinión pública. Los dirigentes de entonces de su partido se lo hicieron pagar caro. Por eso se alejó, decepcionada, de un partido al que poco le quedaba de izquierda y de socialista y que cada vez se parecía más a la estructura popular.Dijo entonces en el encuentro de la Internacional Socialista, y han pasado cinco años, que "la crisis de la especie humana lleva muchos años poniéndose de manifiesto". En su opinión, "lo que persigue un buen socialista es que nadie sea tan rico como para poner a otra persona de rodillas, y que nadie sea tan pobre como para tener que arrodillarse ante otro", e indicó a los allí reunidos que "la gente está saliendo a la calle por un gran egoísmo, porque les estamos tocando el bolsillo, no porque tengan una solidaridad internacional".Hoy Bea Talegón sigue defendiendo lo mismo.Pero son nuevos tiempos, o así lo cree y lo desea especialmente. Espero por su bien, por el de millones de ciudadanos, y especialmente por la juventud, que esta vez la política –porque eso lo es por todos los poros de su cuerpo esté donde esté- no se haya equivocado en su apuesta por Pedro Sánchez. 
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