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Vacunas climáticas

13 de Junio de 2024
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Realidad no aumentada

Están apretando el acelerador sobre este tema marginal. En cualquier ámbito lo vamos a ver aparecer y muy fácilmente lo pueden utilizar como una amenaza mundial.

Esto del cambio climáticonos está rodeando como los indios norteamericanos a las caravanas de colonos en las películas del lejano oeste que me tragaba durante mi infancia.

Es increíble la desfachatez y a la vez la tontería que destilan nuestras autoridades, tanto gubernamentales como sobre todo las sanitarias, al incluir eso del «cambio climático» por todos lados. No hay artículo en el que no salga a relucir este latiguillo de moda.

Parece que está en el centro de todas las futuribles desgracias sanitarias que, según nos cuentan, nos van a sacudir sin piedad. Y todo porque tú y yo no hacemos nada para evitarlo. Los

«humanitos» de a pie parece que somos el horror de la naturaleza y responsables totalmente de la deriva mortal que vaticinan los

«expertos» en todo.

Ya me pareció extraño que hace bastante tiempo, no sé calcularlo, la Organización Médica Colegial (OMC) se pusiera al frente de una iniciativa estatal que contemplaba la necesidad de que los médicos nos posicionáramos como adalides, cabezas visibles para el resto de la sociedad, en el cuidado de nuestras acciones de cara a disminuir nuestro impacto en el cambio climático.

Como que no habrá temas propiamente médicos, respecto a procesos de enfermedad quiero decir, para que coloquemos nuestra máxima atención en esta historia de ciencia ficción desenfocada y lastimosa.

Pasito a pasito, se están introduciendo en todas las áreas de la sociedad.

Ya están lavando los cerebros de las criaturas en la educación básica, secundaria, etc. a través de los libros de texto. También están en el mundo empresarial. Acabo de leer que ha nacido

«Chapter Zero Spain», una iniciativa para impulsar los principios de la gobernanza climática en las empresas. Se trata de una red internacional impulsada por el Foro Económico Mundial (no podía ser de otra manera) y que en España tendrá como centro anfitrión la Universidad de Navarra.

No entiendo lo de la Universidad de Navarra. Bueno, entiendo una parte: figurar como centro de referencia estatal en una red internacional sí que les puede resultar atractivo. Pero no entiendo que apoyen sin fisuras las iniciativas incluidas dentro de la agenda 2030 (y este tema climático entra de lleno) cuando tiene, entre otras finalidades, destruir la estructura familiar y la reproducción natural de la especie al fomentar los conflictos de ideología de género y el aborto.

No tenia ni idea, por ejemplo, que el 95% del sector bancario español ya en diciembre de 2019 se adhirió al «Pacto de la Banca Española sobre la Acción Climática». Apretar, seguirán apretando con las hipotecas y demás productos financieros… pero ahora serán, digo yo, apreturas más ecológicas, resilientes, equitativas y el resto de zarandajas lingüísticas propias de esta jerga rimbombante.

El pasado día 21 de mayo se celebró en la sede del Colegio Oficial de  Médicos  de  Navarra  en  Pamplona  el  III  Foro  sobre  el

«Cambio Climático y la Salud Global 2024».

Cuando recibí la comunicación del Colegio de Médicos sobre la celebración de este evento, no me lo podía creer. Además, con ponentes de aparente prestigio. Se me plantearon dos opciones: apuntarme y acudir al evento (también había posibilidad de seguirlo

«en línea») o mirar a otro lado. Directamente, pasé del tema.

Todos estos movimientos, enmarcados en los objetivos de la Agenda 2030, están destinados a reducir las emisiones de CO2 hasta llegar más adelante a las «emisiones 0». Esas personas tan inteligentes que nos bombardean con sus sentencias catastrofistas,

¿no se dan cuenta de que hablar de «emisiones 0» es hablar de muerte? ¿No saben que con cada respiración emitimos CO2?

Les da igual que haya datos más que de sobra que inhabilitan los argumentos sobre la importancia de las emisiones de CO2 en los cambios de temperatura del planeta. No escuchan. ¿A qué me suena a mí esto?

Pues va y ahora el ínclito señor Gates, como no tiene otro pito que tocar y ya no sabe dónde sacar cuartos con sus inversiones, está financiando lo que llaman «vacunas climáticas». Sí, has oído bien. Un engendro que tiene como destino a las pobres vacas. ¿Su finalidad? Que emitan menos metano con sus pedos tras un cambio genético estimulado por una inoculación ARN mensajero.

¿Cuál es la verdadera finalidad de todo este montaje de las vacunas climáticas o de metano? Según palabras textuales, «la muy necesaria descarbonización de la carne y los productos lácteos a nivel mundial… apoyando una mayor sostenibilidad de la agricultura».

¡¡Serán desgraciados!!

En resumidas cuentas, se incentivará el negocio de las farmacéuticas con dinero público para que sean los ganaderos los que tengan que soportar un nuevo gasto sobre sus espaldas, teniendo que observar, además, y eso no lo dicen pero lo saben, el posterior enfermar de la cabaña vacuna por la toxicidad de estos productos, como está ocurriendo con las inoculaciones covid.

Repito: todo ello debido a, según esta gente, «la necesaria descarbonización de la carne y los productos lácteos».

¿Está bien claro hacia dónde van los tiros?

No podemos seguir ciegamente los cauces planteados por personajes sin escrúpulos y malintencionados.

No caigamos en su red idiotizante dándole al tema climático más importancia que la que tiene: ¡ninguna!

Salud para ti y los tuyos.

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