En ocasiones uno comienza a escribir sin saber muy bien el porqué. Este acto, en inicio, no conllevaría muchos 'varapalos'; la contienda llega cuando el escritor anhela llegar al mayor número de lectores posibles y convertir su obra en un best seller.
Hace ya más de medio siglo, cuando el escritor estadounidense Stephen King escribió las tres primeras páginas de su emblemática novela “Carrie”, enseguida las arrugó a causa de un estado de ánimo lleno de decepción, para acto seguido, tirarlas tristemente al cubo de la basura.
Al día siguiente, su mujer Tabitha, se topó con aquellas tres hojas. Las leyó y le dijo a King: “Esto es algo importante; creo de verdad que es así”. Así pues, durante los días y las semanas siguientes, Tabitha animó y aconsejó a su marido, dándole recomendaciones sobre cómo escribir, cómo narrar las circunstancias de una chica adolescente, Carrie, una joven de apariencia “insignificante”, acosada insistentemente por sus compañeros de instituto.
Por aquel entonces, el contexto económico de la familia King era verdaderamente lamentable: vivían en un desconsolado remolque y poseían un coche viejo, completamente oxidado. Tabitha trabajaba en un local de venta de donuts y Stephen impartía clases de inglés en una escuela privada de enseñanza secundaria. A punto estuvieron de pedir la ayuda de beneficencia al Estado, pero Tabitha siempre creyó en la literatura de su marido, hasta el punto de llegar a decirle que ella doblaría horarios de trabajo, con tal de que él pudiera dedicarse en exclusiva a su novela, a su sueño.
El borrador final de “Carrie” fue rechazado por hasta 30 editores, pero finalmente uno, el editor de la editorial Doubleday, Bill Thompson, le ofreció un adelanto de 2.500 dólares para publicar el libro. King utilizó ese dinero para trasladar a su mujer y sus tres hijos a un apartamento de cuatro habitaciones. De repente, tenían dinero para comprar comida, tener teléfono y agua caliente todos los días.
Lo que sigue ya es historia: “Carrie” vendió más de un millón de ejemplares en su primer año a pesar de que la crítica no estaba convencida de la calidad de la novela, al tiempo que New York Times se mostró impresionado, teniendo en cuenta que se trataba de la primera novela de un autor completamente desconocido (el crítico literario de Booklist llegó a decir: “Es pura basura, pero me encantó”.
Stephen King, decimonoveno autor más vendido de todos los tiempos, ganó la Medalla de la Contribución Distinguida a las Letras Americanas en el año 2003 y fue invitado ese mismo año a hablar en los National Book Awards, uno de los premios literarios más importantes e influyentes de los Estados Unidos.
Durante su intervención dijo lo siguiente: "Si mi mujer me hubiera sugerido, aunque fuera con amor, amabilidad y gentileza... que había llegado el momento de aparcar mis ambiciones y mantener a mi familia, lo habría hecho sin rechistar. Pero nunca se le pasó por la cabeza. Y si abres cualquier edición de Carrie, leerás la misma dedicatoria: Esto es para Tabby, que me metió en esto y luego me ayudó a salir”.
Y es que siempre ha sido fundamental rodearse de gente que crea en ti para así lograr tus propósitos, para continuar adelante, se hagan o no tus sueños realidad.