Hace una semana, con repercusión mediática limitada y, desde luego, menor de la merecida, se presentaba en Barcelona un nuevo partido político de nombre Izquierda en Positivo. En el acto de presentación estuvo Paco Frutos, y cuenta con los relevantes apoyos de Carlos Jiménez Villarejo y Vicente Serrano. A pesar de que no soy militante de dicho partido, de que no participé en su presentación y de que nadie vino a llamarme para que lo apoyara, creo justo citar su nacimiento y reconocerlo como una esperanzadora noticia para la política española. Hace tiempo que decidí desprenderme de cualquier tipo de sectarismo y además tengo claro que quienes pensamos parecido deberíamos caminar juntos.Izquierda en Positivo ha presentado un catálogo inicial de 15 ideas que resumen sus propósitos y que me parecen estupendas, puesto que son las que España necesita: se constituye como partido político español de ámbito nacional, nítidamente de izquierdas y no nacionalista; cree en una España integral donde el Estado garantice la igualdad de todos los españoles y se blinden las competencias del Estado en materias troncales; propone el blindaje de los derechos sociales en pro de una sociedad más justa e igualitaria, con especial atención a la sanidad y a la educación públicas, a la dependencia, al trabajo digno, a la vivienda, a los derechos medioambientales y al sistema público de pensiones; critica y no subliminalmente la actuación de las oligarquías financieras y de la banca; propone un plan de choque contra la pobreza y la exclusión social y programas que apoyen a las personas de la Tercera Edad; propone la derogación de la Ley Mordaza y la defensa de los derechos democráticos de los ciudadanos que tanto esfuerzo costaron conseguir; se compromete en la creación de empleo estable y de calidad y defiende el afianzamiento de los derechos laborales y la erradicación del paro juvenil; defiende un nuevo modelo productivo sostenible, el incremento de la inversión en I+D+i, un plan de reindustrialización y la modernización de las Administraciones Públicas; defiende una reforma fiscal que procure una fiscalidad realmente progresiva, así como una lucha implacable contra la corrupción política; se compromete con el feminismo y los derechos LGTBI; defiende el bilingüismo; propone la despolitización de la Justicia; reivindica la Memoria histórica y quiere reformar la ley electoral para hacerla más proporcional.No he participado en la elaboración de su manifiesto ni en la elaboración de sus ideas troncales, pero, en general, me parece una muy buena hoja de presentación. De hecho, esas ideas vienen a coincidir con muchos de los propósitos de Plataforma Ahora, iniciativa de la cual soy portavoz desde hace un año y que tengo la suerte de compartir con gente estupenda. Y, desde luego, se acerca mucho a las ideas que defienden otros grupos políticos ubicados en la izquierda no nacionalista, como Unidos Sí, dCIDE, el Foro de las Izquierdas No Nacionalistas, Recortes Cero y otros, además de Plataforma Ahora y, sobre todo, de miles de ciudadanos españoles que militan en distintos partidos políticos progresistas pero se sienten defraudados o que no militan en ninguno y se sienten huérfanos políticos.Plataforma Ahora nació para hacer posible el surgimiento de un partido político ubicado en la izquierda cívica, que defienda la socialdemocracia, el Estado del Bienestar y las políticas sociales y, a la vez, la unidad cívica de España (garantía de nuestros derechos) frente a quienes pretenden romperla. Decidimos constituirnos en plataforma para hacer mejor esa labor de pegamento entre grupos, plataformas o partidos políticos que compartimos ideas esenciales. Para hacer posible la unión, la suma y la acumulación de fuerzas, sin dar excesiva importancia a las siglas concretas. La alternativa a este propósito era tratar de influir en el PSOE y en Ciudadanos, en el primero para que pudiera ser la izquierda nacional y renovada que un día fue y en el segundo para que se reubicara nuevamente en el centro izquierda. Ambos propósitos los veo a día de hoy inviables.Creo que lo que España necesita es un partido político (un solo partido político) con las características arriba señaladas que recoja lo mejor de las ideas que muchos defendemos y que nos agrupe a todos. Es mejor eso que la atomización del mapa político y el surgimiento de múltiples partidos políticos con muy buenas ideas pero sin fuerza suficiente por separado. La unión hace la fuerza. Millones de personas lo están esperando. ¿A qué esperamos nosotros?
Lo + leído