En un mundo cada vez más complejo y polarizado, la importancia de un gobierno de progreso social se ha convertido en una prioridad global. La necesidad de políticas basadas en la justicia social, la lucha contra la desigualdad y el respeto a los derechos laborales es más evidente que nunca. En este contexto, 50 organizaciones sindicales de todo el mundo se han unido para expresar su apoyo a que en España se reedite un gobierno progresista que pueda seguir enfrentando los desafíos actuales y futuros con soluciones responsables y comprometidas con el bienestar de sus ciudadanos.
Liderados por el secretario general de la Confederación Sindical Internacional (CSI) y la secretaria general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), este respaldo internacional es resultado de la iniciativa de la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) y de Comisiones Obreras (CCOO) en España. Ante el avance de la ultraderecha y el riesgo de políticas regresivas, estas organizaciones sindicales han destacado la importancia de mantener un gobierno que apueste por el progreso social y el fortalecimiento del Estado de bienestar.
UGT y CCOO han enfatizado los logros alcanzados durante los últimos años gracias a la apuesta del gobierno actual por el diálogo social y las políticas progresistas. Estos logros incluyen el fortalecimiento de la negociación colectiva, el crecimiento económico, la creación de empleo estable, la garantía de un sistema público de pensiones sostenible y la promoción de la igualdad de oportunidades. Además, han elogiado la voluntad del gobierno actual de trabajar en pro de un orden mundial más justo y en la lucha contra la desigualdad global, así como su compromiso en construir un futuro sostenible para las generaciones venideras.
Asimismo, las centrales sindicales españolas han advertido sobre los peligros que conlleva la llegada de la extrema derecha al poder. La retórica de tensión y deslegitimación de las instituciones democráticas propuesta por este sector político podría amenazar la estabilidad de un orden mundial justo y sostenible. Su enfoque en políticas a medida de los intereses de las élites y la precarización laboral podría afectar negativamente a las personas más vulnerables y socavar los avances en igualdad de género, diversidad sexual y protección del medio ambiente.
El respaldo de más de cincuenta organizaciones sindicales de todo el mundo a la llamada de UGT y CCOO para apoyar una opción política de progreso social es una muestra del reconocimiento internacional a los avances conseguidos por España durante la última legislatura. Desde la DGB alemana hasta la TUC británica, pasando por la CUT de Brasil y Colombia, la CDT de Marruecos y la UGT de Túnez, entre otras, estas organizaciones sindicales han reconocido el papel fundamental de un gobierno progresista en mejorar la calidad de vida de las personas y promover la justicia social.
El gobierno actual ha demostrado ser capaz de mantener el rumbo en momentos complicados, como la pandemia y la confrontación bélica en Europa, y ha generado un impulso para el desarrollo económico, laboral y social del país. Es evidente que un gobierno de progreso social es esencial para construir una sociedad más igualitaria, sostenible y justa, donde se protejan los derechos de los trabajadores y trabajadoras y se promueva el bienestar de todos los ciudadanos.