El líder de Vox, Santiago Abascal, ha lanzado una advertencia directa al Partido Popular (PP), declarando que su formación considerará "rotos" todos los pactos autonómicos si los gobiernos autonómicos en los que participan no utilizan "todos los medios políticos y legales" para evitar la distribución de menores migrantes. Esta declaración, cargada de retórica incendiaria, busca tensionar aún más las relaciones entre Vox y el PP, poniendo en riesgo la estabilidad de los ejecutivos autonómicos compartidos.
Un discurso xenófobo y peligroso
Abascal ha vinculado a los menores migrantes con un aumento de la delincuencia y la "inseguridad" en la ciudadanía, afirmando que su partido no quiere ser cómplice de los "robos, machetazos y violaciones". Este discurso no solo es profundamente xenófobo, sino que también carece de evidencia empírica que sustente tales afirmaciones. Utilizar a los menores migrantes como chivo expiatorio para problemas complejos de seguridad y política social es una táctica peligrosa que alimenta el odio y la división social.
El líder de Vox responsabiliza a la política migratoria de fomentar una inmigración "masiva" e "ilegal", posicionándose como el único partido dispuesto a luchar contra esta supuesta "estafa". Sin embargo, esta retórica no hace más que simplificar y distorsionar una realidad que requiere políticas inclusivas y basadas en derechos humanos, no en el miedo y la exclusión.
Amenazas de ruptura y desestabilización política
Abascal ha subrayado que si el PP y sus gobiernos autonómicos aceptan el reparto de menores migrantes, Vox romperá los pactos autonómicos y abandonará esos ejecutivos. Esta amenaza de ruptura pone en evidencia la falta de compromiso de Vox con la gobernabilidad y la estabilidad política. Anteponer una agenda ideológica extrema a la cooperación y la responsabilidad institucional demuestra una irresponsabilidad alarmante, pero esto el Partido Popular ya lo sabía.
El próximo miércoles 10 de julio, el Gobierno celebrará en Tenerife la Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia con todas las Comunidades Autónomas para abordar el reparto de menores migrantes. Este encuentro, que fue adelantado por el Ejecutivo, es una importante oportunidad para desarrollar políticas que garanticen la protección y el bienestar de estos menores. Sin embargo, la postura de Vox amenaza con socavar cualquier avance en esta dirección.
Utilización de medios legales como arma política
En la rueda de prensa posterior a la reunión del Comité de Acción Política de Vox, Abascal aconsejó al PP utilizar "todos los medios políticos y legales" para impedir el reparto de menores migrantes, incluyendo la posibilidad de presentar recursos ante el Tribunal Constitucional. Esta estrategia no solo busca bloquear decisiones políticas legítimas, sino que también instrumentaliza el sistema judicial para fines partidistas, erosionando la confianza en las instituciones democráticas.
Abascal ha sentenciado que si el PP decide finalmente "colaborar" con el reparto de menores migrantes, Vox no tendrá "otro remedio" que abandonar los gobiernos autonómicos compartidos. Esta postura inflexible y destructiva revela la verdadera naturaleza de Vox, un partido que prefiere desestabilizar antes que buscar soluciones constructivas.
La amenaza de Santiago Abascal es una muestra de la política de confrontación y el discurso del miedo que caracteriza a Vox. Esta actitud no solo pone en riesgo la estabilidad de los gobiernos autonómicos, sino que también atenta contra los principios de solidaridad y protección que deben guiar la política migratoria y la gestión de los derechos de los menores.