Antonio Maíllo ha ganado las primarias de Izquierda Unida, superando a la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, y marcando un claro camino hacia el liderazgo de la formación. Esta elección interna, que culminará con la designación formal del coordinador federal el próximo domingo, ha sido una de las más competitivasen la historia reciente de IU.
Maíllo, quien fue coordinador de IU en Andalucía hasta 2019 antes de regresar a su carrera docente, ha recibido el 53,4% de los votos de los militantes, un total de 4.463 sufragios, destacándose claramente sobre Rego, quien obtuvo el 23,4% con 1.957 votos. Esta victoria se perfila no solo como un cambio de guardia dentro de IU, sino también como una reafirmación de las políticas y visiones que Maíllo representa.
Durante las votaciones, que involucraron a 8.350 afiliados, la contienda reveló una clara división dentro de la formación. La lista de Álvaro Aguilera, coordinador de IU Madrid, y José Antonio García Rubio, representante del sector crítico, también participaron, obteniendo el 14,1% y el 8,3% de los votos respectivamente. Ambos expresaron preocupaciones previas sobre la confluencia con Sumar, lo que indica una base de militancia que todavía está debatiendo el futuro estratégico del partido.
Este proceso electoral dentro de IU ha estado marcado por el fracaso de los intentos iniciales de formar una candidatura de unidad, lo que llevó a una visible fractura entre los seguidores de Maíllo y los de Rego. La confrontación entre estos dos prominentes miembros de IU culmina un período de negociaciones infructuosas y ajustes internos que han caracterizado la preparación para la asamblea federal del partido.
El apoyo significativo de Maíllo entre las federaciones más influyentes de IU, como Andalucía y Asturias, así como el respaldo de coordinadores autonómicos de regiones diversas, sugiere un respaldo robusto a su liderazgo y a sus políticas de amplia confluencia dentro de la izquierda española. Esta victoria representa un refuerzo de la influencia del PCE dentro de IU y pone de manifiesto el deseo de un sector importante de la militancia de retomar algunas de las iniciativas que Maíllo había impulsado en el pasado, incluyendo la colaboración con Podemos y otras fuerzas de izquierda.
Por otro lado, el resultado de las primarias supone un duro revés para Sira Rego, quien, a pesar del apoyo de coordinadores de varias comunidades autónomas y su cercanía con el excoordinador Alberto Garzón, no ha logrado convencer a la mayoría de la militancia de su visión para el partido.
Con la victoria de Maíllo, ahora se abre un periodo de negociación sobre la composición de la nueva ejecutiva de IU, donde se espera que continúe la colaboración entre los diferentes sectores del partido. Maíllo ya ha expresado su interés en mantener a Rego dentro del gobierno, lo que sugiere un esfuerzo por preservar la unidad dentro de la diversidad de IU.
La elección de Antonio Maíllo como líder de IU marca una etapa decisiva para el partido, caracterizada por la promesa de renovación y la continuación de una política de alianzas estratégicas en la izquierda española. Esta nueva etapa se enfrentará al desafío de integrar las diferentes corrientes internas y proyectar una visión coherente y unificadora que pueda resonar con el electorado en los próximos compromisos electorales.