La Comunidad de Madrid presentó una denuncia con datos supuestamente falsos para desprestigiar a profesionales y representantes de los trabajadores y trabajadoras.
El Hospital Enfermera Isabel Zendal de Madrid se convirtió en noticia en febrero de 2021, gracias a las falsas acusaciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que en esas fechas anunció la presentación de una denuncia ante la policía por sabotajes en el centro.
No hay pruebas de delito alguno
La Fiscalía ha pedido al juzgado el sobreseimiento provisional de esta causa que investigaba los hurtos o las llamadas anónimas que alertaban de que se estaba originando un incendio. La solicitud del Ministerio Público se razona porque no se ha podido determinar la identidad del autor o autores.
Tampoco se han recabado “pruebas que señalen la perpetración de ilícitos penales” tal y como recogía la denuncia interpuesta por el departamento de Gestión del Servicio Madrileño de Salud Dependiente de la Consejería de Sanidad.
El Hospital de pandemias informó que sufría ciertos desperfectos, entre ellos “interruptores partidos, sistemas de ventilación desconectados, robos de piezas y dispositivos… hasta cables desenchufados o cortados”, según denunció la propia Ayuso y su consejero, sin pruebas.
Acusación contra sindicatos falsas
El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero puso la atención de los foso en “cables desenchufados, sistemas de ventilación desconectados, robos de piezas o inundaciones”, todo sin aportar documentación.
Ese mismo mes, los sindicatos madrileños afirmaron categóricamente que esta denuncia no puede ser cierta: “porque si es verdad, es una gran chapuza, y si no lo es, es una gran mentira”. Ahora se ha demostrado que era una gran mentira.
La campaña de la derecha mediática madrileña se puso en marcha, y se llegó a acusar de ser los responsable de estos daños, algunos de los cuales parecen que fueron más defectos de construcción, que sabotajes.
Como en todo en este tipo de informaciones, se da mucho bombo al principio, pero ahora que han sido desestimadas por la justicia, ¿Ayuso saldrá a pedir disculpas por las falsas acusaciones de su Gobierno?
Si de verdad se hubieran producido todos los hechos que denuncia El Mundo, como son interruptores partidos o cables cortados, ¿Por qué el consejero no los ha citado en la televisión pública madrileña?
La denuncia
En el escrito de la denuncia presentada por la Comunidad de Madrid, la consejería de Sanidad relataba que: “desde la semana del día 18 de enero del 2021, se vienen produciendo una serie de sabotajes y daños”. Además, en la denuncia se cita expresamente la “sustracción de herramientas a empresas subcontratadas que fueron perpetradas sobre las instalaciones del Zendal”.
Acusaciones indignas de Ayuso en la Asamblea
La presidenta Isabel Díaz Ayuso, en sede parlamentaria, cargó también contra la oposición política, contra los y las profesionales y los sindicatos. "Lo que están haciendo algunos de sus allegados es robar y sabotear el Zendal", dijo Ayuso, dirigiéndose Pablo Gómez Perpinyà, diputado regional deMás Madrid. Además, Ayuso aseguró que había una campaña de “desprestigio” contra el centro hospitalario.
Por su parte el consejero madrileño de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, tras anunciar la denuncia por los sabotajes, consideró que se trataba de “daños intencionados, que los servicios de mantenimiento del hospital estaban detectando de manera continuada y que eran demasiadas casualidades” y anunció que aumentaría la vigilancia interna, señalando directamente a profesionales del centro.
La denuncia ante la policía
El acta de declaración ante la Policía estaba firmada por José Luis García Almendro que se presentó como “Coordinador de Gestión del Servicio Madrileño de Salud, para el hospital Enfermera Isabel Zendal”, un cargo que no existe, según reconoce la propia Consejería de Sanidad a la Cadena SER.
La Consejería de Sanidad aclara que el cargo exacto que ocupa es “Coordinador de Gestión en el Hospital Enfermera Isabel Zendal”, pero se niegan a detallar su fecha de nombramiento al considerar que “prevalece la protección de datos personales sobre el interés público”. Nada más se sabe de su currículo profesional. Su trayectoria en el mundo sanitario es un misterio.
El informe, sin pruebas
Esta denuncia tiene como detonante a Pedro Landete, responsable de la unidad de cuidados intermedios respiratorios, que fue quien realizó el informe con el detalle de los sabotajes y robos que habían sufrido.
Sus informes se basaban en parte con la información que le remitió Raquel Heras, supervisora funcional de gestión de productos, equipamiento y tecnología sanitaria. Trabajó en el hospital 12 de Octubre y fue una de las primeras personas voluntarias en pedir el traslado al Zendal, según las fuentes consultadas. En su perfil de Linkedin, Raquel Heras asegura que trabaja en el Hospital Isabel Zendal desde abril, 8 meses antes incluso de que Isabel Díaz Ayuso lo anunciase en el mes de junio.
Desprestigio y ataques falsos a los sindicatos
CCOO Sanidad Madrid exige a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y a su consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, que se retracten de inmediato de sus acusaciones contra profesionales y sindicatos en los que les apuntaban como responsables de los sabotajes en el Hospital Enfermera Isabel Zendal.
CCOO considera que la campaña de “desprestigio institucional” que se llevó a cabo durante los primeros meses de 2021 contra profesionales y sindicatos -a los que además no se permitía la entrada en el centro, conculcando derechos fundamentales de trabajadores y trabajadoras- debe ahora ir acompañada de una “disculpa pública” por parte de los máximos responsables de este atropello: la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y su consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.
El Gobierno de la Comunidad de Madrid no puede atacar impunemente a sus propios profesionales, con el agravante de que pertenecen a un sector tan “machacado” e “imprescindible” como ha sido el sector de la Sanidad Pública, desde que comenzó la pandemia, señala el sindicato.