Ayuso aprovecha la condonación de la deuda autonómica para defender su modelo fracasado de recortes fiscales

Con su retórica populista habitual, Isabel Díaz Ayuso pretende avivar el sentimiento de agravio entre los madrileños, presentando a la comunidad catalana como beneficiaria de una supuesta injusticia fiscal

28 de Febrero de 2025
Actualizado el 01 de marzo
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Ayuso condonacion deuda
Isabel Díaz Ayuso durante la presentación de la Agencia Logística de Madrid 

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha vuelto a levantar polémica con sus declaraciones en las que critica con dureza la política fiscal y territorial del gobierno central, sobre todo en referencia a la condonación de deuda a las comunidades autónomas. Estas afirmaciones, caracterizadas por su habitual tono combativo, suscitan dudas sobre la veracidad y las implicaciones de sus palabras.

Falsa retórica de los éxitos compartidos

Ayuso ha destacado que los logros de Madrid son fruto del esfuerzo colectivo de sus ciudadanos. Según ella, «los éxitos de Madrid son éxitos compartidos, de un pueblo que se levanta a trabajar cada mañana a pelear y a conseguir todo lo que se da aquí».

Esta afirmación, aunque pudiera parecer motivadora, oculta las profundas desigualdades que existen en la comunidad madrileña. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que Madrid es una de las regiones con mayores desigualdades de ingresos en España, lo que cuestiona la noción de un éxito uniformemente compartido.

Amnistía de deudas y gasto público

Ayuso también ha expresado su descontento con las medidas de amnistía de deudas y criticó el uso de impuestos para financiar nuevos organismos públicos y embajadas. «No hay derecho a que todo esto se pierda, que lo mismo se amnistían delitos ahora se amnistían deudas, y se encarga esa factura a la gente que aquí todos los días madruga para pelear y para trabajar», señaló. La presidenta mencionó específicamente el caso de Cataluña, destacando un gasto desmesurado en subvenciones que, supuestamente, supera los 4.000 millones de euros.

Sin embargo, esta acusación merece ser analizada con mayor detenimiento. En primer lugar, cualquier medida de amnistía fiscal implica necesariamente una distribución de costos entre los diferentes contribuyentes, no solo los madrileños. En segundo lugar, la referencia a Cataluña puede interpretarse como una estrategia política para avivar el sentimiento de agravio entre los madrileños, presentando a la comunidad catalana como beneficiaria de una supuesta injusticia fiscal. Esto no solo simplifica una cuestión compleja, sino que también contribuye a la polarización territorial.

Reducción de impuestos

Ayuso aboga por una reducción de impuestos tanto en Madrid como en otras regiones. «Lo que necesitan allí los ciudadanos como aquí es que se les bajen sus impuestos, que no le sigan creando impuestos propios, que no estén endeudando a las empresas catalanas, que no se las asfixie con más burocracia», declaró. Esta propuesta se basa en la falsa creencia de que una menor carga impositiva puede estimular el crecimiento económico y la competitividad.

No obstante, es crucial considerar que la reducción de impuestos tiene efectos muy negativos, como la disminución de los ingresos públicos necesarios para financiar servicios esenciales. Además, la situación fiscal de cada región es única y requiere políticas adaptadas a sus circunstancias específicas. La simplificación de Ayuso al promover el modelo madrileño como receta universal ignora estas complejidades.

Teoría de la conspiración

La presidenta trumpista de Madrid también expresó su preocupación por la fragmentación nacional y la creación de estructuras estatales independientes en diversas regiones. «Es insensato hacernos cargo de las deudas que no hemos generado quienes estamos aquí viviendo y trabajando en la Comunidad de Madrid», afirmó. Ayuso apuntó un supuesto desmantelamiento de la Agencia Tributaria y la expulsión de la Guardia Civil como pasos hacia la independencia de ciertas comunidades autónomas.

Estas declaraciones son muy peligrosas porque sugieren que existe una estrategia deliberada para debilitar la cohesión nacional y promover la independencia de regiones como Cataluña. Una nueva teoría de la conspiración.

Sin embargo, la implementación de estructuras administrativas propias no implica necesariamente un paso hacia la secesión. Muchos países descentralizados cuentan con agencias tributarias regionales y fuerzas policiales locales sin que ello amenace la unidad nacional. Por lo tanto, la preocupación de Ayuso está absolutamente sobredimensionada y la utiliza como instrumento de presión política.

Unidad y Estado de Derecho

Finalmente, Ayuso hizo un llamamiento a la unidad y al respeto del Estado de Derecho. «No hay un proyecto para España, hay un proyecto para los nacionalistas a costa de todos los demás», aseveró. Según la presidenta, estas políticas rompen la unidad del país y van en contra de su historia y su futuro.

Este discurso, aunque apelativo, no presenta una alternativa clara ni soluciones concretas a los problemas que denuncia. El llamamiento a la unidad y al respeto del Estado de Derecho es importante, pero debe ir acompañado de propuestas viables y constructivas que promuevan la cohesión social y territorial, en lugar de exacerbar las divisiones existentes, que es lo que enriquece y refuerza el populismo de Ayuso.

 

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