Los barones y cargos intermedios del Partido Popular presionan a Pablo Casado para que cese cuanto antes a Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz del grupo parlamentario del PP en el Congreso de los Diputados. El presidente del partido se queda solo en su defensa.
Mientras, Ana Pastor cree que el debate sobre la destitución de Cayetana solo sirve “para columnas” echando balones fuera.
Según las últimas informaciones, desde Génova se ha frenado el grupo paralelo que había creado Cayetana en el Congreso.
Hay mucho malestar en el partido por su idoneidad como verso libre de extrema derecha, aunque es el propio Casado el único apoyo que le queda. Se acusa a Álvarez de Toledo de “ir a su aire, no atiende a las directrices del partido y emplea un tono bronco y radical que en nada beneficia a Casado”.
Incluso, en sus declaraciones llegó a afirmar que “la figura que mejor encarna los valores republicanos es Felipe VI”. Frases que han incrementado la tensión, sobre todo cuando dese Génova se cesó a Gabriel Elorriaga como asesor parlamentario en el equipo de Álvarez de Toledo.
Casado frena el grupo paralelo de Álvarez de Toledo en el Congreso
Fue la propina Álvarez de Toledo quien decía este domingo en El País que “no se sentía respetada y que el cese de Elorriaga responde a una invasión de competencias” por parte de Génova.
Precisamente los rumores sobre sus posibles sustitutas por perfiles más moderados como el de la exalcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, o la expresidenta del Congreso de los Diputados Ana Pastor, ha provocado que este última afirmara: “que el debate sobre la continuidad de la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, y sobre la moderación del partido es un aspecto que solo sirve para hacer columnas en los medios”, y “que todos los miembros de la dirección del PP están centrados en el proyecto alternativo al Gobierno central y no están en ningún tipo de tacticismos”.