La secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO Madrid, Isabel Galvín, ha recordado a Isabel Díaz Ayuso que la supervisión de los libros de texto escolares no es una responsabilidad que corresponda a los responsables políticos. “En nuestro ordenamiento jurídico no cabe supervisión de los libros de texto o de los materiales curricular ejercida por los responsables políticos” o censura.
No cabe censura política en los libros de texto escolares
“Es una tarea de la Inspección, que además se debe situar en el marco de las decisiones del claustro de profesores. Todo en virtud de su autonomía pedagógica como conjunto y de la libertad de cátedra individual”.
Galvín responde así al anuncio de la presidenta regional respecto a que el Ejecutivo autonómico va a proceder a “una revisión pormenorizada urgente de todos los libros de texto”. Además va a “solicitar la retirada de aquellos textos que contengan material sectario”.
Ayuso va contra un ley que aprobó Aznar en 1998
“Con ello, el Gobierno del PP, de Isabel Díaz Ayuso”, arguye CCOO, “va contra el Real Decreto 1744/1998, de 31 de julio, sobre uso y supervisión de libros de texto y demás material curricular correspondientes a las enseñanzas de Régimen General. Fue aprobado por el Gobierno de Aznar, que eliminó la supervisión de ese material por el Ministerio de Educación. Atribuyó esa competencia a la Inspección educativa”.
Vuelve la censura y la inquisición
El Gobierno autonómico revisará de “forma pormenorizada y urgente” el contenido de los nuevos libros de texto para el próximo curso 2022/23. Lo hará a través de un plan especial que llevará a cabo el Servicio de Inspección Educativa autonómico. Este plan, profundamente populista y antidemocrático, es permitido e ignorado por los madrileños y madrileñas. Estos verán como la derecha y la extrema derecha volverán a lo más rancio del nacional catolicismo en las escuelas.
Pendiente resbaladiza
La responsable sindical de Enseñanza ha insistido en que la actuación de las editoriales de libros de texto o del profesorado que elabora sus propios materiales no está sometida ni a censura ni a autorización previa. “Ayuso quiere retroceder décadas, cuando no siglos. Recurre a estas batallas culturales para tapar su negligente inacción y dejadez en los problemas que realmente afectan a la educación madrileña”.
Instrumentaliza a la Inspección con fines políticos
Igualmente, critica que Ayuso, “además de pisar las competencias del profesorado e instrumentalizar a la Inspección con fines políticos, está caminando en una dirección muy peligrosa”.
Para Isabel Galvín, “la censura es una pendiente resbaladiza y suele ser uno de los primeros pasos que los gobiernos dan en su camino hacia el autoritarismo”.
La censura de libros en España / historia de la Inquisición
La censura de libros en España va inevitablemente asociada a la historia de la Inquisición y del franquismo. Se trata de una política cultural que niega la diferencia y busca la imposición de un pensamiento único. Es lo contrario a la educación: es la muerte del pensamiento. Hay que pararles los pies como sea, porque ya hemos visto dónde desemboca la censura cultural, la historia lo deja claro.”
“El Gobierno de Díaz Ayuso, que tanto presume de defender la libertad”, resume Galvín, “pretende censurar los libros de textos y limitar la libertad de cátedra consagrada por la Constitución, además de instrumentalizar a la inspección educativa con fines políticos”.