El Ministerio de Cultura de España ha decidido no convocar el Premio Nacional de Tauromaquia este año, iniciando además los trámites para su eliminación permanente de la lista de premios nacionales. Esta decisión ha sido confirmada por fuentes del departamento dirigido por Ernest Urtasun, líder de Sumar. La iniciativa marca un cambio significativo en el reconocimiento de la tauromaquia dentro del espectro cultural oficial del país.
El Premio Nacional de Tauromaquia se había integrado en la categoría de disciplinas artísticas junto a otros premios en Bellas Artes, Teatro y Música, contando con una dotación de 30.000 euros. Su objetivo era destacar los "méritos extraordinarios de un profesional del toreo en todas sus diferentes manifestaciones". El premio de 2023, otorgado al torero Julián López 'El Juli', será el último en su historia.
La eliminación del premio se enmarca dentro de un proceso más amplio que incluirá una consulta pública y la posterior emisión de una orden ministerial que ajustará la regulación de los premios nacionales, cuya creación data de 1995. Este movimiento es coherente con otras acciones de Urtasun, quien también decidió no conceder la Medalla de las Bellas Artes a individuos vinculados con la tauromaquia este año.
La medida refleja un cambio en la percepción pública y en las prioridades culturales del gobierno, en línea con una mayor sensibilidad hacia los derechos de los animales. Según el Ministerio, la decisión responde al creciente desinterés por los eventos taurinos, cuya asistencia se redujo al 1.9% de la población en el periodo 2021-2022.
Durante un debate reciente en el Senado, Urtasun expresó su convicción de que la mayoría de los españoles no apoyan el maltrato animal, en respuesta a críticas por sus declaraciones previas en las que calificó la tauromaquia como una práctica "injusta, sádica y despreciable". Estas declaraciones también resuenan con su participación en 2016 en una declaración conjunta de eurodiputados contra la decisión del Tribunal Constitucional de anular la prohibición de las corridas de toros en Cataluña.
Este paso del Ministerio de Cultura señala un movimiento hacia una redefinición de los valores culturales y artísticos nacionales, priorizando el bienestar animal y alineándose con una visión contemporánea de los derechos y la dignidad de todas las especies.