Feijóo critica el período de reflexión de Sánchez tras haber hecho él lo mismo en Galicia en 2018

01 de Mayo de 2024
Guardar
Alberto Núñez Feijoó

Alberto Núñez Feijóo ha mostrado, una vez más, una notable hipocresía en su discurso político, especialmente al criticar a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, por adoptar un enfoque que él mismo utilizó anteriormente. En junio de 2018, Feijóo se sumió en un "período de silencio y reflexión" similar al que más tarde criticaría cuando Sánchez lo anunció a nivel nacional. Esta acción de Feijóo no solo reveló una estrategia para evadir una competencia interna dentro de su partido, sino que también demostró su tendencia a manipular la narrativa política para preservar su imagen y poder.

Feijóo decidió no competir por la presidencia del Partido Popular a nivel nacional cuando Pablo Casado mostraba una fuerte posición y liderazgo, eligiendo permanecer en un contexto donde mantenía el control y evitaba riesgos mayores. Este acto de autopreservación destaca su falta de coraje para enfrentarse a desafíos significativos, prefiriendo la seguridad de su dominio en Galicia.

Cuando llegó el momento de criticar a Sánchez por anunciar un período similar de reflexión, Feijóo no solo fue severo sino también despectivo, acusando al presidente de intentar un cambio de régimen y de utilizar inapropiadamente la figura del rey en lo que describió como una "obra de teatro". Estas acusaciones fueron no solo una demostración de su agresividad política, sino también un claro ejemplo de su doble vara de medir.

La crítica de Feijóo a Sánchez destaca un problema más profundo en su liderazgo: una disposición a señalar y atacar en otros lo que él mismo practica cuando le conviene. Este enfoque además de socavar su credibilidad, también pone en duda su capacidad para liderar con integridad. Feijóo ha demostrado que su lealtad no yace con los principios éticos, sino con lo que mejor sirve a su interés político en un momento dado.

La conducta de Feijóo refleja una visión de la política basada en la conveniencia personal y el cálculo estratégico más que en la coherencia o la ética. Este tipo de liderazgo, que explota las circunstancias para beneficio propio y critica a otros por acciones similares, no solo es decepcionante sino también perjudicial para la política española.

Lo + leído