Hay determinados temas que alinean al viejo PSOE con las derechas de este país como si el tiempo, y las primarias, no hubieran pasado mientras tanto. El terrorismo y la lengua son dos de esos puntos de fricción recurrentes que alinean a ese socialismo de otros tiempos con las derechas de hoy en España. De ahí esos aplausos sin ambages de dirigentes como Toni Cantó y otros líderes conservadores a través de las redes sociales. Aún hay un PSOE que hace un ruido persistente y se resiste a entregar la cuchara pese a la derrota aplastante que su principal adalid entonces, Susana Díaz, sufrió en las históricas primarias socialistas del 22 de mayo de 2017, que encumbró de forma abrumadora a Pedro Sánchez como líder indiscutible del partido. Desde entonces, la minoría perdedora aún se hace oír, sobre todo con mucho eco entre los principales partidos de la derecha y en sus medios afines, que los toman ahora como referentes políticos en determinados temas como la enseñanza del castellano o el tema siempre recurrente del terrorismo de ETA, banda que pasó definitivamente a la historia más oscura de este país hace ya casi una década tras dejar un rastro de muerte y desolación que aún es utilizada de forma partidista en pleno 2020.
Tarea “no democrática”
Después de salir en tromba los barones socialistas de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, de Aragón, Javier Lambán, y de Andalucía, Susana Díaz, para opinar en contra del acuerdo de Presupuestos del Gobierno con la formación independentista vasca EH Bildu, ahora se ha sumado a las tesis de las derechas de este país el ex presidente socialista Alfonso Guerra, que ha asegurado este lunes en TVE que “hay muchos socialistas con un nudo en la garganta que es un grito, '¡con Bildu no!’”. Guerra ha llegado incluso a asegurar que “no es una tarea democrática” mantener un pacto con Podemos y los nacionalistas para sacar adelante los Presupuestos del próximo ejercicio.
De este modo, ya solo falta que opine al respecto el ex presidente Felipe González, que sí reflexionó sobre el proyecto de Presupuestos días antes de conocerse el pacto con la formación independentista vasca. González tenía “la impresión” de que lo que él denominaba una “discusión” entre los socios “se centraba en cómo se cumplía el acuerdo de gobierno” elaborado antes de la llegada de la pandemia. “Nadie debería pensar que después de la irrupción de la pandemia, el escenario que se encontraba era el que ya tenía previsto en sus respuestas y soluciones antes de la pandemia. Me parece un disparate. Tienen que hacer borrón y cuenta nueva, y abrir el espacio de cooperación”, señaló el ex presidente socialista a finales del pasado octubre.
Aunque aún queda por conocerse públicamente la opinión de González sobre el sí de Bildu a las cuentas del Gobierno para el próximo 2021, es fácil intuir por dónde irán encaminadas sus reflexiones tras lo avanzado estos días por los barones autonómicos del partido y por su ex número dos durante una década de gobierno en la década de los ochenta y noventa.