Alberto Rodríguez puede ser, sin quererlo, el protagonista de la ruptura definitiva entre el PSOE de Pedro Sánchez y Unidas Podemos. La actitud de Meritxell Batet, presidenta del Congreso de los Diputados y una de las personas más cercanas al presidente del Gobierno, respecto a la retirada de la condición de diputado tras la presiones del Tribunal Supremo, prevé que la onda expansiva irá más allá de una refriega entre partidos. Podría estar en juego, incluso, la propia coalición de gobierno.
El diputado canario anunció ayer que abandonaba Podemos y que hará todo lo que esté en su mano jurídicamente para defender su inocencia.
"Abandono la militancia partidista y abandono Podemos. Agradezco profundamente estos años que han sido muy intensos de muchísimo aprendizaje y de recibir muchísima leña", ha manifestado Rodríguez a los medios a su llegada al aeropuerto de Tenerife.
Rodríguez resaltó que las personas deben saber cerrar ciclos y que en el presente entra en un momento personal diferente. Además, agradeció a toda la militancia que le ha acompañado en este proceso y, en concreto, a su compañera que dirigió el equipo jurídico que lo ha "protegido", Marta Flor Núñez, y que, asegura, ha sido "maltratada mediáticamente por la cloaca de este país".
Asimismo, ha cargado contra el PSOE de Pedro Sánchez, el de la unanimidad, porque, según Rodríguez, se plegó a las presiones del poder judicial y se ha preguntado qué hubiera pasado si en lugar de apellidarse Rodríguez hubiera tenido un apellido compuesto: "La sensación que tengo yo y que tienen miles de personas es que esto no hubiera pasado", ha dicho.
Para Rodríguez, "el PSOE, que es quien ostenta la Presidencia de la Mesa del Congreso, sin reunir a la mesa, con un informe demoledor en contra de los letrados del Congreso, acaba de robar el acta, no a Alberto Rodríguez. Al final yo era un representante de más de 64.000 canarios. No es una cuestión de Alberto Rodríguez, es una cuestión de democracia, del respeto a la libertad de reunión, del derecho a la manifestación, representación política y separación de poderes. Sin pruebas ni reunir a la mesa".
Rodríguez ha recalcado que con la pérdida de su escaño han dejado a más de 64.000 canarios sin representación y ha asegurado que esta "batalla la ganaron por ahora", al tiempo que ha anunciado que estudiará la sentencia con su equipo jurídico y actuarán "en consecuencia". Esta declaración señala que está dispuesto a llegar, incluso, al Tribunal de Europeo de Derechos Humanos, lo que significaría otro golpe más al ya demacrado prestigio de la democracia española.
"Haré todo lo que esté en mi mano jurídicamente, por supuesto, iré al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Iré a Estrasburgo sin ningún tipo de paliativo", ha declarado.