España es miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) un organismo de cooperación internacional compuesto por 38 estados, cuyo objetivo es coordinar sus políticas económicas y sociales.
La OCDE ha publicado su informe anual «Factores que influyen en la confianza en las Instituciones Públicas 2024» y en lo referido a España, las notas no son muy halagüeñas para la clase política y el gobierno de Pedro Sánchez.
Este informe explora las percepciones de las personas sobre las diferentes instituciones públicas de su país y el grado de confianza que tienen en su gobierno. Estas percepciones abarcan desde las interacciones cotidianas con las instituciones públicas hasta la toma de decisiones sobre cuestiones políticas complejas.
En lo referente a España, el informe de la OCDE concluye que sólo el 37% de los ciudadanos declaró tener una confianza alta o moderadamente alta en el gobierno de Pedro Sánchez, lo que sitúa al país por debajo de la media de la OCDE.
Respecto a las instituciones públicas, los españoles confían más en la policía (61%), otras personas (59%) y los ayuntamientos (44%) que en el gobierno de Sánchez (37%).
Por otro lado, alrededor de un tercio de la población declara tener una confianza alta o moderadamente alta en la administración pública (38%), los medios de comunicación (34%) y el parlamento (34%). Sin embargo, el dato que demuestra que hay una ruptura entre la clase política y la ciudadanía es en la calificación de los partidos (18%) que, definitivamente, son las instituciones en las que menos se confía en España.
La realidad es que, según la OCDE, los españoles que sienten que el sistema político actual no permite que personas como ellos tengan voz y voto tienden a confiar en el gobierno nacional 42 puntos porcentuales menos que aquellos que sienten que tienen voz y voto en política.
La mayoría de los españoles (58%) con experiencias recientes en el sistema sanitario están satisfechos con él, un dato que está por encima de la media de los países de la OCDE (52%). En otro orden, el 57% valora positivamente los servicios administrativos que ha utilizado. Lo que podría parecer una valoración positiva, en realidad no lo es, dado que este importante factor de confianza en la función pública es 9 puntos porcentuales inferior a la media de la OCDE (66%).
Por otro lado, la confianza en la integridad de los empleados públicos también es baja, dado que sólo un 39% de los españoles espera que los empleados públicos rechacen sobornos para acelerar el acceso a los servicios.
Respecto a la confianza en los políticos, sólo un 38% considera probable que un miembro del gobierno se niegue a conceder un favor político a cambio de un empleo bien remunerado en el sector privado. Mientras tanto, el 27% de los españoles considera probable que el gobierno de Sánchez rechace solicitudes de empresas que perjudiquen el interés público, cifra inferior al promedio de los países de la OCDE (30%).