Son días de llevarse las manos a la cabeza en señal de sorpresa y pasmo. Ya sea por la corrupción o por el puterío más repugnante, del que ostentosamente han abominado públicamente tirios y troyanos estos días, exhibido por reputados representantes públicos hasta ayer mismo que en conversaciones privadas exhiben sus miserias sin complejos ni pudor alguno. Pero nada nuevo bajo el sol hay sobre el tema de la prostitución, las mujeres prostituidas y el proxenetismo. La mayoría de sus señorías diputados y diputadas no hace ascos al puterío en el más amplio sentido del término a día de hoy, aunque algunos y algunas sí ponen un pero aquí y una coma allí para intentar edulcorar lo que no acepta perdón divino.
A día de hoy, la mayoría del parlamento español acepta la prostitución como una supuesta forma de ‘ganarse la vida’ que además debe ser remunerada y regulada laboralmente. El pasado mayo de 2024, la mayoría del Congreso de los Diputados rechazó la toma en consideración de la proposición de ley del PSOE para prohibir el proxenetismo. El segundo intento de los socialistas por sacar adelante una ley abolicionistade la prostitución fue tumbado con el voto en contra de su socio Sumar, así como del PP, ERC, Junts, PNV y EH Bildu. Solo Podemos y Vox se abstuvieron.
El PSOE se quedó solo en mayo de 2024 con su iniciativa, rechazada por PP, ERC, Junts, PNV y EH Bildu. Solo Podemos y Vox se abstuvieron
Coincidiendo con el escándalo de Cerdán, Ábalos y Koldo, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha anunciado que el próximo septiembre llevará al Consejo de Ministros el proyecto de ley de abolición de la prostitución para ver si sus señorías se rasgan las vestiduras con el tema del puterío igual que lo han hecho estos días pasados con las “repugnantes” conversaciones telefónicas de Ábalos y su ex asesor Koldo García, interceptadas por la UCO, sobre el intercambio literal de mujeres como si de cromos se tratara. La propia titular de Igualdad ha calificado “soeces” e “intolerables” las actitudes “machistas que deshumanizan y denigran a las mujeres” del ex ministro Ábalos y su ex asesor Koldo García tras las comunicaciones interceptadas por la Guardia Civil. Redondo ha añadido que todavía “hay reductos importantes de machismo en todas las asociaciones y partidos”. Tanto es así que, bajo unas excusas u otras, la mayoría de los diputados rechaza hoy una ley que sirva para abolir la prostitución y proteger los derechos de las mujeres.
Cuando en mayo de 2024 se rechazó la toma en consideración de la proposición de ley socialista, dejaron solos a los socialistas en su intento de actuar legalmente contra los hombres que pagan por sexo con mujeres y aquellos otros que las explotan sexualmente con fines económicos. Las excusas siempre son de lo más variopintas: desde escudarse en el supuesto “electoralismo” de la iniciativa o un tema usado “como cortina de humo” hasta la aportada por la diputada de Sumar Gala Pin: “No propone absolutamente ninguna solución, ningún itinerario, ninguna medida alternativa, ninguna propuesta económica de acompañamiento laboral, absolutamente ningún tipo”.
La paradoja de esta indefinición parlamentaria que no apuesta decididamente por la abolición de la prostituciónsin paños calientes es que después estas mismas señorías que votan en contra de ella ponen cara de pasmo cuando escuchan las soeces y chabacanas palabras de Ábalos y Koldo intercambiando mujeres como los que cambian cromos en la puerta de un colegio.