La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha querido despolitizar el conflicto de las urgencias extrahospitalarias, debido a su mala gestión con la politización que ella misma ha creado. Lo mismo han querido hacer las sociedades científicas de médicos de familia y comunitaria de Madrid han presentado un comunicado en el Colegio de Médicos de Madrid esta mañana.
Mónica Gracía a Ayuso: “hace un daño irreparable a la sanidad”
Durante la sesión de control al Gobierno de Ayuso, en Asamblea, la portavoz de Más Madrid y líder de la oposición, Mónica García, ha acusado a la presidenta de “hacer un daño irreparable a la sanidad”, mientras animaba a acudir a la manifestación de este domingo.
García ha criticado duramente las palabras de la presidenta, que “aprovecha que faltan 34 médicos, ¿34 médicos dan para una huelga, para un boicot y manifestaciones, ya estamos con el 'No a la guerra?”. Anteriormente Ayuso había comparado la manifestación contra su gestión sanitaria, con la del 'No a la guerra' por su politización.
Ayuso se compara con el peor Aznar
“¿Ya estamos con el no a la guerra?”, ha preguntado, en una comparación de las movilizaciones de 2003 contra la invasión de Irak con la manifestación convocada para este domingo en defensa de la sanidad pública. “¿Ya estamos con lo mismo de siempre?”, añadía, insistiendo en esquivar las denuncias de los profesionales sanitarios para convertir un problema laboral en uno político.
Las palabras han despertado la indignación de los portavoces de la oposición
Por qué politización es apostar por la sanidad pública y por la atención primaria de calidad y universal. Politización es no bajar los impuestos a los ricos y apostar por mejores salarios para los médicos y los sanitarios, para que no se marchen a otras comunidades o a otros países.
La rueda de prensa, intentando crear un clima de no crispación política por sociedad científicas de médicos de familia y comunitaria de Madrid, para llegar a un acuerdo con la consejería de Sanidad, para poner orden y con ello fin al conflicto de las urgencias de atención primaria es una quimera. Primero por que es la propia Ayuso la que crispa con sus declaraciones las 24 horas del día, los siete días de la semana.
Ayuso firmó un acuerdo que no cumplió
Además, ya se firmó un acuerdo con cuatro de los cinco sindicatos de la Mesa Sectorial de la Sanidad, que incumplió la Comunidad de Madrid. Las sociedades científicas de médicos de familia y comunitaria de Madrid que han presentado el manifiesto esta mañana, excepto el sindicato de Médicos Amyts, no se pueden arrojar el suplantar al resto de sindicatos y mucho menos pueden aludir la politización. Porque como dijo la secretaria general del sindicato médico, el PP lleva 35 años gobernando la comunidad.
La manifestación de este domingo es política y a mucha honra
Ayuso había respondido a las críticas de Mónica García señalando que “34 médicos no justifican dos huelgas y un boicot. Usted, mejor que yo, sabe que esto no va de sanidad, sino de política, de encuestas y de que quedan pocos meses para las elecciones”. Pues sí, la sanidad pública es política, por eso la manifestación de este domingo será histórica. Porque pedirá que la presidenta cambié su política sanitaria.
La portavoz de Más Madrid, Mónica García, acusó a Ayuso de “hacer un daño irreparable a la sanidad” y de “haberla puesto patas arriba con una chapucera gestión”.
También el portavoz del PSOE, Juan Lobato, afeó a la presidenta Ayuso “que vaya por las televisiones soltando bulos y moviéndole la silla a Feijóo”. Y de haber despedido a seis mil sanitarios.
La portavoz de Unidas Podemos, Alejandra Jacinta, que considera mala la gestión sanitaria y reprochó a la presidenta que “odie las pancartas. Pero le pidió que se las leyese”.
Javier Padilla, de Más Madrid, ha ofrecido al consejero una carta de dimisión, a falta de firma. “Pida disculpas y dimita si le queda decencia”, le ha reprochado Vanesa Lillo, de Podemos. “Su actitud es reprobable”, coincidía Matilde Díaz Ojeda, del PSOE. Pero Escudero se ha mostrado imposible y de dimitir nada. Como si no pasara nada de nada. Y todo sigue igual.