Moreno Bonilla se vuelca en echar “a palos” a Sánchez mientras los alumnos soportan más de 30 grados en las aulas y su hospital estrella cierra por vacaciones

El presidente andaluz tiene una apretada agenda europea y nacional que opaca casi por completo su actividad en el Parlamento autonómico y en Andalucía, como le ha recriminado la oposición recientemente. Tras la pasada Conferencia de Presidentes Autonómicos, queda claro que el objetivo prioritario de Juan Manuel Moreno Bonilla en estos momentos, muy por encima de aliviar las insoportables temperaturas por encima de 30 grados que se registran en las aulas de cientos de colegios e institutos públicos de Andalucía, o reducir las abultadas listas de espera quirúrgicas y diagnósticas, o atender las demandas de los sanitarios ante un verano que se augura crítico por falta de sustituciones, es echar “a palos” de La Moncloa al presidente del Gobierno. Sus tics autoritarios, más suaves solo en las formas que los que muestra habitualmente su colega madrileña, Isabel Díaz Ayuso, han quedado patentes pese a las mil y una excusas dadas desde su ejecutivo a la utilización de esta expresión violenta envolviéndose como parapeto en las peculiaridades del habla y la idiosincrasia andaluza.

Tras el protagonismo que viene cobrando Díaz Ayuso en estas semanas previas al decisivo congreso del Partido Popular de julio, el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, ha decidido echar mano de su barón más fiel, por el momento, el andaluz, en un intento de contrarrestar las formas concondantes en gran medida con la extrema derecha que la presidenta madrileña muestra en muchas de sus intervenciones públicas. Moreno Bonilla es para Feijóo la pieza clave que necesita para ese eterno “viaje al centro” que el PP parece nunca culminar, y ahora mucho menos después de los nuevos pactos presupuestarios rubricados de nuevo con Vox en varias comunidades autónomas, sin olvidar los existentes en municipios claves como la propia capital andaluza, donde los ultras de Vox han logrado sacar al alcalde del PP, José Luis Sanz, dotación presupuestaria para la implantación de un chiringuito antiabortista denominado eufemísticamente ‘Oficina de atención a la maternidad’.

Profesores denuncian que las aulas de sus colegios registran temperaturas de 32 grados mientras la consejera promete climatizar ahora otros 80 centros cuando en cinco años solo se ha adecuado el 13% del total

Con este panorama, Moreno Bonilla está redoblando su actividad partidista de cara al congreso del PP de julio con una frenética actividad también en diferentes medios de comunicación para presionar a Sánchez para que dimita y convoque elecciones generales ya. Tras la concentración en la madrileña Plaza de España del pasado domingo, donde también estuvo el presidente andaluz, la próxima cita de Feijóo y Moreno Bonilla juntos en su campaña de “mafia o democracia” será en Málaga el domingo 15.

Esta intensa agenda de Moreno Bonilla, en la concentración del PP en Madrid o en la estéril Conferencia de Presidentes de Barcelona, para intentar echar “a palos” al presidente del Gobierno obviando la vía legal para ello que es una moción de censura, se produce coincidiendo con un panorama andaluz nada halagüeño para la imagen de la gestión de Moreno Bonilla al frente de la Junta.

Tras las presiones de las AMPA por la indudable realidad de los centros públicos de educación soportando temperaturas en las aulas muy por encima de la legalmente establecida pese a existir una ley de bioclimatización de los colegios, en vigor desde hace cinco años, la consejera de Desarrollo Educativo, María del Carmen Castillo, ha anunciado que otros 80 centros educativos se sumarán al Plan de Bioclimatización para continuar mejorando las condiciones térmicas y ambientales de las aulas andaluzas, con una dotación presupuestaria de 30 millones de euros, que se suman a los 175 millones ya invertidos.

Hasta ahora, apenas el 13 % de los colegios públicos de Andalucía cuentan con sistemas de climatización para evitar las altas temperaturas que los alumnos soportan principalmente durante los últimos y primeros meses del curso. La Junta asegura haber climatizado hasta ahora un total de 462 centros docentes de los más de 6.000 edificios existentes, aunque las asociaciones de madres y padres de alumnos son muy críticas con los sistemas implantados de refrigeración adiabática, porque exigen un mantenimiento constante del que se desentienden las distintas administraciones.

Escuelas de Calor, agrupación de 200 AMPA de Sevilla y provincia que impulsó la pionera ley de blioclimatización en vigor desde hace cinco años, asegura que el anuncio de la consejera de bioclimatizar otros 80 centros educativos significa “continuar echando dinero de los fondos europeos en refrigeración adiabática sin asumir su mantenimiento, lo que convierte 80 centros más en instalaciones con riesgo para la salud por legionelosis u otras infecciones respiratorias”.

La sanidad, en cuadro

Tampoco en el área de la sanidad andaluza se está volcando Moreno Bonilla ni mucho menos mientras exige a Sánchez que se vaya por activa y por pasiva. El hospital estrella de su mandato, que ha llegado a inaugurar hasta en cuatro ocasiones en apenas dos años, con polémica incluida por su denominación, el sevillano hospital Doctor Muñoz Cariñanos, antiguo hospital Militar, llega a estas fechas estivales completamente en cuadro, con un cierre técnico denunciado por los sindicatos. Todo ello mientras las listas de espera quirúrgica y diagnósticas encabezan en Andalucía el listado a nivel nacional.

UGT Andalucía ha denunciado que el Muñoz Cariñanos, que según Morenos Bonilla iba a ser un centro hospitalario de referencia en toda la comunidad, tiene cerrada su UCI desde el pasado abril y ahora anuncia que el hospital no tendrá ninguna actividad quirúrgica en agosto. Del mismo modo, la planta sexta del complejo hospitalario, de Medicina Interna, cerrará completamente este verano, después de haber tenido operativas apenas diez camas en todo el pasado 2024. El cierre de esta planta se suma al de las plantas quinta (Cirugía y Medicina Interna) y cuarta (Cirugía), que también permanecieron cerradas los meses de verano del año pasado.

UGT también denuncia que la Unidad de Salud Mental de adolescentes, que actualmente tiene cuatro camas operativas de las ocho con las que cuenta la unidad, está atendida por una plantilla de enfermería en la que no todos sus integrantes cuentan con la especialidad en Salud Mental, pese a que existen profesionales habilitados para ello sin que la dirección del hospital los solicite. “Un panorama desolador para el que iba a ser un centro independiente y que diera respuesta a las necesidades asistenciales de Sevilla capital”, explica Antonio Macías, responsable de la sección sanitaria de UGT Andalucía.