La porquería que está destilando el caso Koldo, y que ha puesto al PSOE al borde del colapso, no se limitaba solo al dinero, las mordidas y las comisiones por adjudicaciones de obra. Era casi peor el trato que los Koldo García, José Luis Ábalos y Santos Cerdán dispensaban a las mujeres, a las que trataban como ganado para sus juergas. Socialismo putero. El sesgo machista estaba en todos los que integraban la sórdida trama de corrupción que ha dejado en shock a la sociedad española por su grado de crudeza, descarnada falta de valores éticos y depravación.
Una de las militantes socialistas que denunció la situación fue la hoy delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, que ayer se refirió al ya exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán. “A mí, Santos Cerdán también me engañó y me traicionó”, dijo a preguntas de los periodistas. Como muchos de socialistas, también habría puesto la mano en el fuego por él, tal era la doble vida que llevaba Cerdán. “Lo último que me podía imaginar, y lo digo con el corazón en la mano, es que Santos Cerdán estuviera involucrado en un caso de corrupción”, afirmó.
Adriana Lastra ha añadido que ella era consciente de la animadversión que Santos Cerdán le tenía. “Sabía todo lo que me ha hecho durante todo este tiempo, sobre todo durante mi etapa en Madrid, pero no sabía por qué”. Ahora, Lastra considera que la razón ya la conoce toda España: “No era por lo que yo supiera, porque yo evidentemente no sabía nada; era por lo que yo pudiera llegar a saber”. A Lastra la Organización socialista dirigida por Cerdán le hizo la vida imposible, incluso a pesar de que estaba embarazada.
Preguntada por lo que le hizo Cerdán, la delegada socialista respondió que “de todo”. Una situación que siempre atribuyó a una cuestión de “machismo” porque “no toleraba que una mujer estuviera por encima de él”. Lastra incluso ha llegado a reconocer que se trató de “una operación de acoso y derribo” hasta que dimitió “enferma y embarazada de cinco meses y medio”.
Otra socialista que sufrió la aversión machista fue Zaida Cantera. “Me salen frases tan potentes contra él porque estoy muy dolida. Hasta este lunes no había escuchado los audios y mientras los oía pensaba en esos datos que me daban en la Comisión de Igualdad de la prostitución encubierta, que el ochenta por ciento de la prostitución no la conocemos, que la mayor parte no se ejerce precisamente en esquinas, sino en prostíbulos donde se está haciendo trata de personas, de niñas y ves cómo ellos hablan como si fueran un catálogo, como si estuvieran viendo ganado. Cómo si estuvieran escogiendo qué pescado, qué trozo de carne se van a comer y si está bueno o si está nuevo o si está entero. ¿Pero qué es esto? Qué sinvergonzonería, qué farsante y qué putero“, se lamenta cuando oye hablar de los Ábalos y compañía.
Elena Valenciano, presidenta de la Fundación Mujeres y vinculada al PSOE desde los 18 años, fue vicesecretaria general del partido entre 2012 y 2014. “A las mujeres socialistas nos ha pillado entre el desánimo y la profunda ira”, sostiene. “Se ha demostrado que el poder sigue en manos de los hombres, que son quienes deciden qué mujeres van a cada lugar dentro del PSOE”. Valenciano considera que el trío formado por Ábalos, Koldo y Cerdán ha causado un grave daño al partido. “Este tipo de personajes misóginos se lo ponen muy difícil a las mujeres dentro de la organización”, asegura la socialista afincada en Valencia, ciudad en la que también reside el exministro de Transportes. “No tengo buenas referencias de Ábalos, aunque conmigo tuvo un trato exquisito, pero su historia le precedía y me sorprende que nadie lo supiera en Ferraz”, afirma.