“Lo dijo Podemos hace años. Ni puto caso. Ahora Ursula Von der Leyen: las eléctricas nos roban. Y todos de acuerdo. Pero no nos engañemos. La UE cambia porque la guerra a la que EEUU ha obligado a Alemania la va a hacer estallar. Cuando no somos colonia gringa lo somos alemana”, asegura Juan Carlos Monedero en Twitter. El que fuera uno de los fundadores del partido moradopone el dedo en la llaga al asegurar que en momentos de crisis y recesión como el que vivimos, se hace más necesario que nunca un mínimo de intervencionismo en los mercados.
Las eléctricas y las grandes compañías petrolíferas están ganando más dinero que nunca a costa del drama de la pobreza y miseria que sufre buena parte de la ciudadanía. Se trata de una de las mayores injusticias cometidas en las últimas décadas, y hasta la UE ha decidido tomar cartas en el asunto. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, coincide con el diagnóstico de Monedero, pese a que ambos personajes se encuentren en las antípodas ideológicas. Y también va en la línea de las políticas que está aplicando el Gobierno español, como por ejemplo la “excepción ibérica”, para reducir el precio de la factura energética, una batalla que Pedro Sánchez libró en Bruselas y ganó finalmente con el respaldo de Von der Leyen. Precisamente, hace un año, el Gobierno español planteó la intervención del mercado eléctrico para frenar los abusos y los beneficios caídos del cielo de las grandes multinacionales y la UE la rechazó.
¿Quiere todo esto decir que la presidenta de la Comisión Europea ahora se ha convertido en una peligrosa comunista bolivariana de la noche a la mañana? Para nada. Von der Leyen practica un conservadurismo con sentido común, que nada tiene que ver con el pensamiento carpetovetónico de las derechas españolas, siempre reacias a asumir cualquier medida económica para reforzar el Estado del bienestar. La prueba palpable de que el Partido Popular es una “excepción europea”, en comparación con los partidos conservadores del viejo continente, es que Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, se ha opuesto al reciente decreto de medidas de ahorro energéticas promulgado por el Gobierno de coalición, un texto legal que va en la línea de lo que todos los países de la Unión Europea están legislando estos días para hacer frente a un invierno duro como consecuencia de la guerra de Putin.
Para Feijóo, Von der Leyen también debe ser una roja chavista, ya que apuesta por remodelar el mercado energético y avanzar hacia un modelo que sea mucho más sostenible con el medio ambiente en un escenario de cambio climático y que permita a la UE romper la dependencia respecto al gas de Putin. Pero así es Feijóo, un demagogo de manual que arremete contra el Gobierno en España por sus medidas de austeridad mientras nada dice respecto a los severos planes de ahorro puestos en marcha en países como Alemania, Francia e Italia.
Intervención de emergencia
La Comisión Europea comunicó ayer lunes que está estudiando realizar una “intervención de emergencia”, un anuncio que al PP sin duda debe sonarle a diabólico y maquiavélico plan bolchevique para acabar con el libre mercado y la propiedad privada. Además, Bruselas explicó que también está trabajando en una reforma estructural del mercado eléctrico debido a que han cambiado las circunstancias en las que se elaboró el modelo vigente. La Comisión Europea estudiará la extensión de medidas similares a la “excepción ibérica” a todos los estados miembros.
Precisamente fue Ursula Von der Leyen la encargada de anunciar estas medidas durante su discurso en la cumbre Estratégica de Bled, en Eslovenia. “El aumento vertiginoso de los precios de la electricidad está poniendo de manifiesto las limitaciones de nuestro actual diseño del mercado de la electricidad”, declaró. Además, Von der Leyen explicó que se está trabajando en una “intervención de emergencia” para reformarlo ya que “fue desarrollado para diferentes circunstancias”.
El futuro está en las renovables
Asimismo, la presidenta de la Comisión Europea recordó la necesidad de cortar toda dependencia energética del gas ruso y resaltó que los “precios desorbitados” exponen las limitaciones del diseño del mercado eléctrico actual.
“La era de los combustibles fósiles rusos en Europa se ha acabado y liberarnos del chantaje nos traerá más poder para defender el orden global”, declaró.
Además, Von der Layen se centró en las energías renovables como principal estrategia para dejar de depender energéticamente de Moscú. “Cada kilovatio de electricidad que Europa genera de energía solar, eólica, hidráulica, biomasa, geotérmica o de hidrógeno verde nos hace menos dependientes del gas ruso”.