El Partido Popular de Galicia se encuentra en el ojo del huracán tras las graves acusaciones lanzadas por el Bloque Nacionalista Galego (BNG) sobre una serie de irregularidades en la contratación pública durante la gestión de la Xunta. Según ha denunciado el BNG, el gobierno gallego, bajo la dirección de Alfonso Rueda y anteriormente de Alberto Núñez Feijóo, se ha visto envuelto en una red de nepotismo y amiguismo que ha favorecido a empresas cercanas al PP, adjudicando contratos millonarios de manera opaca y sin transparencia.
El nepotismo del PP en Galicia
Es inconcebible que, en pleno siglo XXI, el PP siga operando bajo prácticas que recuerdan a tiempos oscuros, donde el favoritismo y la corrupción eran moneda corriente. Más de 90 millones de euros han sido adjudicados a empresas con vínculos directos con el partido, según el BNG, lo que levanta sospechas fundadas sobre la integridad de estas gestiones. La falta de transparencia y el veto sistemático a la información solicitada por la oposición no hacen más que agravar la situación, sembrando dudas sobre la legalidad y la ética de las acciones del gobierno autonómico.
El caso más escandaloso es el sobrecoste de 480 millones de euros en la construcción del hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. Este desfalco, revelado por el Consello de Contas, pone en evidencia la gestión nefasta y el posible desvío de fondos públicos bajo la administración del PP. El BNG ha exigido explicaciones y la asunción de responsabilidades, pero una vez más, el PP ha optado por el silencio y la ocultación, manteniendo su postura de impunidad y desprecio hacia la ciudadanía gallega.
La ciudadanía no puede seguir tolerando que sus impuestos financien la corrupción y el enriquecimiento ilícito de unos pocos. El PP de Galicia debe rendir cuentas ante el Parlamento y ante los gallegos, y dejar de escudarse en su mayoría absoluta para silenciar las voces que exigen justicia y transparencia. La ofensiva parlamentaria anunciada por el BNG es un paso necesario para desvelar la verdad y poner fin a las prácticas corruptas que han manchado la gestión del PP en la Xunta.
Es hora de que Galicia se libere del yugo del nepotismo y del amiguismo que han caracterizado al gobierno del Partido Popular. Los gallegos merecen un gobierno que les sirva con honestidad y responsabilidad, no uno que los traicione por intereses partidistas y personales.