El líder de Junts marca distancias en la recta final de las negociaciones: "No tenemos ninguna confianza en los partidos políticos españoles", mientras el resto de los partidos nacionalistas apoyan la candidatura de Armengol.
Hechos comprobables
Carles Puigdemont ha publicado este miércoles un mensaje en las redes sociales, dando a conocer que tiene escaso interés en las propuestas que ha recibido del PSOE y Sumar para facilitar una composición progresista de la Mesa del Congreso. “Los puntos cardinales de nuestra posición no han variado, por más presiones y carreras de última hora que haya”, ha escrito en la red social X, antes Twitter.
“Los puntos cardinales de nuestra posición no han variado, por más presiones y correderas de última hora que haya, y algún insulto que se les descontrola. Es decir: no tenemos ninguna confianza en los partidos políticos españoles, toda precaución es poca y las promesas no nos calientan ni enfrían”, escribe el líder de Junts.
Para Puigdemont, “La mesa del Congreso, no va a tener un cargo dentro, ni tampoco va de la investidura. No podemos avanzar nacionalmente a base de promesas formuladas por quien siempre las incumple, por lo que son necesarios hechos comprobables antes de comprometer ningún voto”.
Soberbia
Carles Puigdemont, habla de soberbia de los demás adversarios mostrando una arrogancia propia de un soberano absolutista, desesperado por un reino. Porque para el político catalán no hay democracia, lo que el quiere es imponer unas ideas por encima de su pueblo.
Por eso, “no importa si hablamos de acuerdos para la mesa como de acuerdos de mayor calado, como sería el de la investidura. El sistema político y mediático español habla de chantaje, pero es un error que revela hasta qué punto ignoran, sea por desinterés o por soberbia, la realidad que nos ha traído hasta aquí”.
Desconfianza
Y termina, “es el resultado de una profunda desconfianza, basada en hechos reales, que no va a desaparecer por un acuerdo y que un desacuerdo no va a hacer más profunda”.
Falta poco para que tanta altanería en X deje de ser necesaria hasta la siguiente meta volante. Pero mañana el pueblo español y también el catalán, el gallego y el vasco se juega su futuro, no solo el territorial sino también en Europa.
En muchas manos está evitar una segunda oportunidad a la derecha y a la extrema derecha y que la presidencia del Congreso recaiga en los populares. Veremos hasta donde puede sostener Puigdemont su apuesta y si permite que la cuerda se rompa. A lo mejor al farol se le acaba el combustible.