Sánchez frena las reformas de Yolanda Díaz y mantiene en la UCI al mercado laboral español

05 de Agosto de 2021
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Sanchez Mercado Laboral

Ayer se hicieron públicas las cifras del paro registrado correspondiente al mes de julio de 2021. Los datos fueron buenos desde el punto de vista cuantitativo y, por ello, se puso en marcha el aparato de propaganda de la Moncloa para intentar dar la imagen de que la economía se está recuperando. Sin embargo, si se analizan esas cifras desde un punto de vista cualitativo, la realidad para Pedro Sánchez es muy oscura, puesto que se vuelven a caer en los mismos errores que durante la etapa de Mariano Rajoy.

La propaganda monclovita se ciñó a que en el mes de julio se había producido el mayor descenso de la serie histórica, con 197.841 personas menos en las listas del SEPE, y el descenso a la cifra de 3,5 millones de parados registrados. Estos datos son reales y muy buenos si se ven en bruto. Sin embargo, si se miran las cifras publicadas por el gobierno hay más negros que blancos.

Se refuerza la cultural de la precariedad y temporalidad

 La España gobernada por Pedro Sánchez sigue asentada en la cultura laboral de precariedad y temporalidad. La economía sigue siendo absolutamente dependiente de sectores tan volátiles y estacionales como son el turismo y los servicios. Como ocurre cada verano, el volumen de contratación ha crecido. Sin embargo, los contratos indefinidos han caído en número y porcentaje con respecto a los datos de junio: solo el 9% de los firmados el mes pasado fueron indefinidos.

Además, de ese total pírrico de contratos fijos, un tercio se debió a conversiones no a nuevas altas y una cuarta parte son a tiempo parcial. Este punto es muy importante, puesto que demuestra la gran labor que está realizando Yolanda Díaz al potenciar y dar más recursos a la Inspección de Trabajo a la hora de evitar el abuso de temporalidad y obligar, a través de los cauces que marca la ley, a convertir contratos temporales en indefinidos. Estas medidas, propias de lo que debería ser un gobierno progresista de izquierdas, cuentan con la constante oposición del sector neoliberal del gobierno protegido por Pedro Sánchez.

Fuente: SEPE

Sánchez, igual que Rajoy

No obstante, las cifras de contratación hechas públicas por el SEPE dan otros datos que demuestran que la política laboral de Sánchez mantiene los parámetros de la de Mariano Rajoy, superando lo que ni siquiera Aznar se atrevió a hacer.

Además de la preponderancia de los contratos temporales, la tipología de los contratos firmados demuestra que se siguen manteniendo los vicios permitidos por la reforma laboral de Rajoy que Sánchez parece no querer derogar por las presiones de la patronal, de las élites y del sector neoliberal de su gobierno.

Por un lado, de los 1.672.750 contratos temporales firmados en el mes de julio, un 53,51% (895.122) corresponde a la modalidad «eventual por circunstancias de la producción», es decir, el más precario puesto que en su gran mayoría tienen una duración no superior a 7 días. La segunda modalidad, «obra y servicio», con un 37,57% del total, con 628.436 contratos, son el reflejo de la contratación de la temporada turística y finalizarán, como muy tarde, en la última semana de agosto o en la primera de septiembre.

Fuente: SEPE

A todo esto, además, hay que focalizar el hecho de que casi el 40% de estos contratos temporales son a tiempo parcial, es decir, un strike de precariedad.

Esto lo que demuestra es que Sánchez, por sí solo, no está generando mejoras en las políticas laborales que afecten directamente en la clase trabajadora, como es su obligación moral, ética e ideológica. La propaganda monclovita no puede obviar el hecho de que para que el paro registrado baje en 197.841personas ha sido necesaria la firma de 1,84 millones de contratos de los que sólo 165.500 han sido indefinidos.

Por otro lado, las cifras oficiales muestran un dato muy preocupante para la propaganda monclovita: los demandantes de empleo. Mientras se traslada como un éxito el dato de que se ha bajado de los 3,5 millones de desempleados registrados, la cifra de personas que buscan trabajo es de 6 millones, de las cuales 2 millones están en situación de población activa, es decir, en ERTE o con jornada parcial, es decir, que con puesto de trabajo que tienen no les da para poder sobrevivir. ¿Se puede calificar esto como un éxito? Evidentemente, no.  

Es cierto que poco a poco se está logrando acercarse a los números brutos previos a la pandemia. Sin embargo, el objetivo de un gobierno progresista y de izquierdas no puede ser el centrarse sólo en lo cuantitativo manteniendo los privilegios de la patronal a la hora de poder crear un empleo precario basado en los bajos salarios y en el abuso de la temporalidad, empezando, por cierto, por la propia Administración Pública.

Cuando llegue el otoño y terminen los contratos estacionales, se verá si la respuesta de Pedro Sánchez y el sector neoliberal es permitir la aplicación de las principales reformas que lleva proclamando Yolanda Díaz desde que es ministra de Trabajo (derogación de la reforma laboral y subida del SMI) o si se mantienen los mismos errores de las políticas laborales del Partido Popular.

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