Pedro Sánchez ha vuelto a utilizar un Comité Federal del PSOE como herramienta para vender «sus» éxitos y trasladar «sus» polémicas a todo el Partido Socialista, por muy importantes y necesarias que hayan sido las decisiones tomadas.
Sánchez no ha dudado en resaltar la valentía del PSOE por haber dado el primer paso para la convivencia concediendo los indultos a los políticos catalanes presos y no ha dudado en jactarse de que ya se empiezan a notar los efectos positivos.
Sin embargo, a nadie que conozca a Sánchez se le escapa que esa transposición de sus decisiones al partido no es más que un elemento para que toda la organización siga ensalzando al líder único que pretende ser, con o sin partido. Lo importante para Sánchez es el propio Sánchez, de eso no cabe ninguna duda ya.
Por otro lado, y como un elemento para apaciguar las voces críticas de los barones respecto a los indultos, ha advertido a los separatistas catalanes que una de las lecciones de la pandemia es que el mundo es interdependiente y que la «independencia es del siglo pasado».
Efectos positivos de los indultos
El jefe del Ejecutivo ha defendido la valentía que ha tenido el PSOE por dar el primer paso hacia la convivencia en Cataluña con la concesión de los indultos.
No obstante, para quien sepa leer entre líneas, esa valentía se la atribuye a él mismo. «Sabemos mejor que nadie el valor que significa dar el primer paso», ha exclamado para acto seguido añadir que España y Cataluña necesitan regresar a la cohesión y la concordia cuanto antes. «Si no lo hacemos nosotros, nadie más lo va a hacer», ha sentenciado.
Además, ha afirmado que los indultos empiezan a tener ya efectos positivos. «Si lo veis bien, más allá del ruido de la derecha, ya empieza a tener sus efectos, poco a poco la serenidad empieza a imponerse sobre el ruido interesado, el debate sustituye al relato demagógico o emocionalmente rotundo de algunos representantes políticos, las mesas petitorias dejan espacio a los argumentos, que se agradece ¿no?», ha señalado Sánchez.
Recuerdo a Juan Negrín
Los liderazgos unipersonales suelen intentar sostener sus decisiones en grandes figuras del pasado. Hoy, Sánchez, no podía romper esa tradición y ha comenzado su discurso recordando las cartas de Juan Negrín en 1948 defendiendo que se incluyera a España en el Plan Marshall para combatir el hambre, la pobreza y el atraso de la España franquista a pesar de que eso pudiera suponer la consolidación del Régimen.
Sánchez ha puesto este ejemplo para afirmar que esa es la «forma honesta de patriotismo» que tiene el PSOE, que «siempre ha amado a España. Es la gran diferencia que tenemos con otras formaciones políticas», ha sentenciado.