Sánchez y Puigdemont mantendrán un cara a cara decisivo en el Parlamento Europeo

21 de Agosto de 2023
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Pedro Sánchez y Carles Puigdemont podrían mantener un decisivo e histórico encuentro el próximo 12 de septiembre en Estrasburgo. Ese día, el presidente del Gobierno y el expresident de la Generalitat coincidirán en la sede del Parlamento Europeo. Ese será el momento clave en el proceso de negociación para la formación de Gobierno en España. La constitución de la Mesa del Congreso ha desbloqueado la situación y PSOE y Junts ya no se miran con el mismo recelo de hace unos meses. Es cierto que Puigdemont, huido de la Justicia y refugiado en Waterloo, sigue manteniendo sus mismas pretensiones políticas (referéndum y amnistía total para los miles de catalanes encausados por el procés) y que parte de esas exigencias siguen siendo inaceptables para Ferraz. Pero el clima político ha cambiado notablemente. Junts parece dispuesto a jugar en las instituciones, abandonando su posición antisistema y rupturista. Y en el partido socialista se muestran esperanzados tras el éxito de las pasadas elecciones y la constitución de la Mesa del Congreso, donde dieron un baño de realidad a las derechas con la colocación de la socialista Francina Armengol en la presidencia de la Cámara Baja.

Las peticiones de Puigdemont

El tablero parece otro y el próximo 12 de septiembre podría escenificarse una entrevista en un ambiente de “cierta cordialidad” entre Sánchez y Puigdemont. El dirigente independentista sabe que su tiempo se agota y que está perdiendo la inmunidad diplomática que le garantizan las instituciones europeas. Cree que ha llegado el momento de pasar pantalla y se muestra proclive a mover ficha. Puede que tenga que renunciar al referéndum de autodeterminación, pero podría sacarle al futuro Gobierno un compromiso de amnistía para cientos de catalanes procesados que viven angustiados por el futuro que les depara la Justicia española. Rescatar del atolladero judicial a todas esas personas, y de paso resolver su cuestión personal, no sería poco premio para el líder de Junts. Como también se interpreta en Waterloo como un gesto importante que el Gobierno en funciones haya aceptado el uso del catalán como lengua oficial en los parlamentos español y europeo.

Sánchez valora la gestión del Gobierno

Todo ello ha generado una ola de cierto optimismo en Ferraz. Hoy mismo, Sánchez ha presidido en el Congreso de los Diputados la reunión interparlamentaria socialista de los nuevos grupos parlamentarios, en la que ha recordado que el PSOE “es la fuerza política que ha logrado los mayores avances en derechos y en libertades, en la que al fin y al cabo la mayoría de la ciudadanía confía cuando se trata de avanzar y no dar un paso atrás”. Sánchez ha valorado los resultados electorales de las últimas elecciones generales, ligados “al buen desempeño del Gobierno la pasada legislatura”. “Obtuvimos casi un millón de votos más. En circunstancias tan difíciles, nuestro país y su Gobierno lo hemos hecho bien, ahora España lidera el crecimiento en Europa, con una fuerte creación de empleo y con una de las inflaciones más bajas”, asegura. El premier socialista se siente respaldado (pese a las voces discordantes de los barones asqueados por las negociaciones con Junts) y siente que ha llegado el momento de volver a ser generoso con Cataluña. Los indultos a los líderes del procés contribuyeron a desinflamar la situación explosiva en Cataluña, que hoy vive un ambiente de, al menos, aparente normalidad y convivencia. Esa es para Sánchez la senda por la que se debe seguir caminando.

Las condiciones del diálogo

Mientras tanto, en Junts per Catalunya recuerdan que sus posiciones sobre la independencia son irrenunciables y recuerdan que el reciente acuerdo con el PSOE se circunscribe únicamente a la Mesa del Congreso. “No tiene nada que ver con la negociación sobre la investidura. Junts per Catalunya ha exigido garantías comprobables de cumplimiento de los acuerdos y el PSOE ha respetado las condiciones fijadas”, aseguran fuentes del partido soberanista. Esas condiciones supuestamente respetadas serían el reconocimiento del catalán como lengua oficial de la UE, la creación de una comisión de investigación sobre los atentados en Barcelona y Cambrils y la reactivación de otra comisión parlamentaria sobre el espionaje del Estado a los líderes independentistas (policía patriótica del PP) y el caso Pegasus.

Las bases del diálogo están, por tanto, sentadas. Todo está preparado para un cara a cara en la cumbre entre Sánchez y Puigdemont que podría ser definitivo para el futuro de España y de Cataluña.

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