Sumar planta cara a Sánchez por un gasto militar que considera desorbitado y sin consenso

El socio minoritario del Gobierno critica que el nuevo plan de Defensa compromete miles de millones sin diálogo previo ni una visión estratégica clara

22 de Abril de 2025
Actualizado a las 16:42h
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Sumar planta cara a Sánchez por un gasto militar que considera desorbitado y sin consenso
La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. | Pool Moncloa / Jose Manuel Álvarez

Sin rodeos ni ambigüedades, Sumar ha rechazado de manera tajante el incremento del gasto militar anunciado por el Gobierno. A través de la vicepresidenta segunda del Ejecutivo y líder de la formación, Yolanda Díaz, el grupo ha presentado observaciones formales al Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, aprobado en el último Consejo de Ministros. Este plan prevé una inversión extra de 10.471 millones de euros con el objetivo de alcanzar el 2% del Producto Interior Bruto (PIB) destinado a defensa en 2025.

Sumar considera que se trata de una cifra "verdaderamente exorbitada" e "incoherente" con las prioridades que, en su opinión, debería tener un gobierno progresista. “No se ha realizado ningún análisis conjunto ni se ha identificado de forma clara cuáles son las amenazas reales que justifican este nivel de inversión”, señala el escrito presentado por la formación.

Un plan sin consenso dentro del propio Gobierno

El documento remitido por Sumar al Ejecutivo deja claro que no se ha llegado a ningún tipo de consenso interno antes de comprometer una partida de semejante magnitud. El grupo recuerda que la Estrategia de Acción Exterior de España 2025-2030, aprobada el 1 de abril, apostaba por una visión más amplia de la seguridad. En ella, se incluían cuestiones como la protección civil, la seguridad económica o la respuesta ante emergencias climáticas, muy alejadas de un modelo centrado en la fabricación de armamento.

Sumar se opone frontalmente al nuevo plan de gasto militar de Pedro Sánchez

“El plan presentado ahora rompe con esa estrategia y se centra, casi exclusivamente, en acelerar el cumplimiento del compromiso con la OTAN para elevar el gasto militar, en lugar de fortalecer una autonomía estratégica real y coherente para la Unión Europea”, denuncia Sumar.

El 19% del presupuesto irá directamente a armamento

Uno de los aspectos más cuestionados por Sumar es que, de toda la partida presupuestaria, casi un 19% se destinará a la compra o fabricación de armas. Según advierte la formación, no se ha especificado con claridad a qué tipos de materiales se refiere esa inversión, lo que impide evaluar si realmente contribuirán a reforzar la capacidad de defensa nacional o simplemente se trata de gasto sin dirección definida.

“La falta de transparencia sobre los materiales concretos que se van a adquirir es preocupante”, subrayan desde el equipo de Yolanda Díaz. “Este tipo de inversiones deberían ir acompañadas de una planificación clara, de una coordinación con nuestros socios europeos, y no responder únicamente a criterios de urgencia o compromisos externos”.

Una visión distinta de lo que significa ‘seguridad’

Desde Sumar, insisten en que su visión de la seguridad no pasa necesariamente por aumentar el número de tanques o el arsenal militar. Defienden un concepto más amplio, centrado en garantizar la seguridad social, la vivienda asequible, el empleo estable y la respuesta ante crisis climáticas.

“El gasto en defensa no puede ser la excusa perfecta para dejar de invertir en lo verdaderamente urgente”, apuntan fuentes de la formación. En este sentido, destacan que han logrado, al menos, que el 80% del plan aprobado esté dirigido a mejoras salariales en el sector, ciberseguridad y gestión de emergencias naturales, evitando así que se recorten otras partidas sociales.

Más allá de las críticas y observaciones formales, la vicepresidenta Yolanda Díaz llegó incluso a solicitar que el plan se retirase del orden del día del Consejo de Ministros. Aunque su petición no fue atendida, este gesto marca un claro distanciamiento respecto al rumbo que está tomando el Gobierno en materia de defensa.

“No se puede hablar de autonomía estratégica europea mientras se toman decisiones unilaterales que comprometen miles de millones en armamento sin una mínima coordinación o debate previo con nuestros socios ni con la ciudadanía”, reitera el documento.

El contexto europeo y la presión exterior

El plan de Pedro Sánchez responde, en gran medida, a las presiones de la OTAN y de la Comisión Europea, que desde hace meses insisten en que los países miembros deben incrementar su gasto militar ante un panorama geopolítico cada vez más inestable. La invasión rusa de Ucrania, el rearme de potencias como China y el papel incierto de Estados Unidos en futuros conflictos han puesto sobre la mesa la necesidad de reforzar las capacidades de defensa europeas.

Sin embargo, para Sumar, esta respuesta no debe ser automática ni acrítica. “Debemos preguntarnos si este tipo de medidas, adoptadas sin debate ni transparencia, no acaban agravando precisamente las tensiones que pretenden resolver”, apuntan.

¿A costa de qué se financia el rearme?

Otra de las grandes preguntas que lanza Sumar al Gobierno es de dónde saldrán los recursos para financiar esta escalada en el gasto militar. Aunque el Ejecutivo asegura que no se tocarán las políticas sociales, la formación liderada por Díaz mantiene sus reservas. “Los compromisos presupuestarios tienen consecuencias, y si se blindan 10.471 millones para defensa, esos fondos no estarán disponibles para otros sectores que también necesitan una inversión urgente, como la sanidad, la educación o la vivienda”.

Este nuevo desencuentro entre Sumar y el PSOE vuelve a evidenciar las tensiones dentro del Gobierno de coalición. Aunque ambas partes insisten en que la relación es estable, lo cierto es que en cuestiones clave como esta —el modelo de seguridad, la política exterior o los compromisos con la OTAN— las diferencias son notables.

Sumar ha dejado claro que no aceptará una política militarista impuesta desde arriba sin debate ni consenso. Y aunque han asumido que no podrán frenar por completo el avance de este plan, seguirán presionando para que al menos se garantice la transparencia, la coordinación europea y la protección de las políticas sociales.

“La seguridad no se construye solo con armas. Se construye también con justicia social”, concluyen.

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