De cara a un congreso regional de los socialistas andaluces que va a ser movido, sobre todo por la pérdida de confianza en Juan Espadas, la figura de Susana Díaz, la última dirigente que logró gobernar Andalucía, cobra importancia. Es evidente de que desde Ferraz, el sanchismo quiere imponer la figura de María Jesús Montero, exactamente lo mismo que Pedro Sánchez pretende para erradicar por lo sano cualquier disidencia a su divina persona. Ya ha mandado a Pilar Alegría a Aragón, donde contará con un duro oponente, y ha colocado al paracaidista Óscar López en Madrid tras la purga y ejecución política de Juan Lobato.
Ahora la vista está en Andalucía. En este sentido, en el programa Espejo Público de Antena 3, Susana Díaz, al referirse a María Jesús Montero, ha señalado que "no es justo responsabilizar ahora y ponerle a hombros de nadie lo que vaya a ser el PSOE de Andalucía".
Además, ha considerado que el liderazgo de los socialistas andaluces "debe ir más allá de quién es la persona que se decida que es el número uno, lo que tiene que recuperar es la fraternidad, el respeto entre los compañeros y mucho talento que estos años se ha expulsado".
Por otro lado, ha realizado una apelación a jóvenes como Beatriz Rubiño o Estefanía Martín Palop y ha defendido que se trata de "gente joven que tiene mucha más valía de la que nos podemos imaginar".