Mientras la jueza de Catarroja estrecha el cerco sobre Carlos Mazón, la izquierda del Parlamento autonómico trataba de desalojar al presidente de la Generalitat del poder por su nefasta gestión en la riada. Finalmente, el líder popular ha salvado el cargo in extremis gracias a la inestimable muleta de Vox. La izquierda en Les Corts pedía la dimisión tras las pésimas decisiones tomadas por el actual Cosell en la dana del 29 de octubre, que provocó 224 muertes, tres desapariciones y otras dos víctimas mortales en accidentes en los trabajos de limpieza.
El escrutinio final ha favorecido a Mazón. Se han producido 52 votos en contra y 41 a favor de pedir dicha dimisión. Finalmente, la votación ha sido secreta, a pesar de que Compromís pidió que se realizase a mano alzada para que uno por uno se viese a los diputados posicionarse. Una decisión que se ha tomado después de que Vox registrase este miércoles un escrito a la Mesa de Les Corts para solicitar que fuese secreta argumentando que “un voto público individual dilataría en exceso el desarrollo del pleno”.
El partido de Abascal no quería que la opinión pública asistiera a la infame imagen de sus diputados avalando, mano alzada, al dirigente del PP. A los prebostes de Vox no les tiembla la voz cuando acusan al Partido Popular de ser la “derechita cobarde” de este país, pero a la hora de la verdad siempre salen en su rescate.
Aunque el vicepresidente primero de Les Corts, Alfredo Castelló (PP), que ejerce como presidente en este pleno, había anunciado que se iba a votar mediante la introducción de papeletas en urna, luego ha cambiado de parecer y se ha votado de forma telemática secreta.
Con esta decisión, los diputados que han votado en contra han hecho caso omiso a la petición de las víctimas de la dana, que antes de que se produjese este acto se habían presentado ante la sede de Les Corts Valencianes para pedirle a los 99 diputados y diputadas de la Cámara tengan en cuenta su dolor y voten que sí a la propuesta presentada por Compromís para que dimita el president de la Generalitat.
La Asociación Víctimas Dana 29 de Octubre había convocado una concentración antes del inicio del pleno, en la que han coreado lemas como “Mazón dimisión”, “el president a Picassent” –en referencia a la cárcel valenciana–, “corrupto y asesino” o “cobarde”.
Por su parte, el senador de Compromís, Enric Morera, presentó la propuesta de Plan de Trabajo de su formación a la Comisión de Investigación sobre la dana de octubre, aprobada en el Senado, donde se analizará en profundidad la gestión de la catástrofe y se exigirán explicaciones a los responsables.
Morera denuncia con firmeza que la falta de activación de la alerta masiva durante la dana no fue un fallo técnico, sino una decisión política deliberada del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, influido por su dependencia del gobierno de coalición con Vox y avalado por el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. La pésima gestión ha generado daños materiales superiores a los 30.000 millones de euros, ha afirmado Morera.
El senador sostiene que la negativa a emitir una alerta inmediata y la falta de medidas de confinamiento fueron decisiones políticas que priorizaron la economía sobre la seguridad de la ciudadanía. “La población debió de ser alertada y protegida, como ocurre en EEUU ante tornados o en otros lugares con fenómenos meteorológicos”, ha declarado Morera. “Es insultante que nos digan que no podían comunicarse, que no se localizaban”.
En el marco de la Comisión de Investigación, Morera pide explicaciones directas a Alberto Núñez Feijóo sobre qué información manejaba y si avaló la inacción de Carlos Mazón. Asimismo, solicitó la comparecencia de Pedro Sánchez, Fernando Grande-Marlaska y Teresa Ribera para esclarecer por qué, pese a las evidencias meteorológicas y los datos que ahora se conocen que estaban en su poder, el Gobierno central no activó una situación de preemergencia adecuada.