Se confirma el incremento de la inflación en España hasta el 3,3% en abril

14 de Mayo de 2024
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Gasolina

Abril ha cerrado con una noticia esperada pero no menos impactante en el panorama económico de España: el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado que la inflación ha incrementado una décima, situándose en el 3,3%. Este ascenso, aunque leve, es significativo ya que es el segundo mes consecutivo que se observa esta tendencia al alza, impulsada principalmente por el aumento en los precios de la energía y los alimentos.

Los combustibles suben la inflación

El coste del gas es uno de los principales impulsores de esta inflación, con un incremento casi del 6% solo en el último mes. Aunque la electricidad ha experimentado una ligera caída del 0,4%, este descenso es menor que el registrado el año pasado, lo que contribuye al efecto escalón que eleva la inflación. Asimismo, los alimentos han visto un aumento considerable, con un incremento del 4,7% respecto al año anterior, destacando el aceite de oliva y la fruta fresca, que han subido un 68,1% y un 17,1% respectivamente en los últimos doce meses.

Sin embargo, no todas las noticias son desalentadoras. La inflación subyacente, que excluye los elementos volátiles como los alimentos frescos y la energía, ha mostrado una caída de cuatro décimas, situándose en el 2,9%. Este es un dato positivo, pues indica que la inflación subyacente está ahora por debajo de la inflación general, un fenómeno que no se observaba desde noviembre de 2022.

Desde el Ministerio de Economía se señala que estos datos reflejan una mejora en el poder adquisitivo de las familias y mantienen la competitividad de las empresas españolas. Resaltan la capacidad de la economía española para crecer, moderando los precios y apoyando a los sectores más vulnerables, en un contexto de crecimiento económico que lidera entre los principales países de la zona euro.

Expertos y el Banco de España anticipan que la inflación podría seguir fluctuando hasta mediados del verano, esperando que inicie un descenso lento pero constante hacia finales de año. Esto se debe a varios factores, incluyendo los ajustes en los mercados energéticos y la posible estabilización en los precios de los alimentos, dependiendo de las condiciones climáticas y geopolíticas globales.

La tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) ha estado marcada por incrementos en sectores como vivienda y alimentos y bebidas no alcohólicas, mientras que otros sectores como ocio y cultura y hoteles, cafés y restaurantes han mostrado descensos. Esto demuestra la diversidad de factores que influyen en la inflación y la complejidad de su control.

En el ámbito mensual, la variación del IPC general fue del 0,7%, destacando incrementos en vestido y calzado por la nueva temporada primavera-verano, y en hoteles, cafés y restaurantes por el aumento de los precios de los servicios de alojamiento. Contrariamente, el ocio y la cultura experimentaron una caída debido al descenso en los precios de los paquetes turísticos.

La situación inflacionaria en España refleja una dualidad: por un lado, un incremento constante que desafía la economía, y por otro, una moderación en la inflación subyacente que ofrece un atisbo de estabilidad. Los próximos meses serán cruciales para determinar la dirección económica del país en un entorno global todavía incierto.

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