El 8M entra en la historia: las manifestaciones feministas serán reconocidas como Memoria Democrática

El Gobierno inicia el proceso para declarar las marchas del Día de la Mujer como patrimonio inmaterial por su papel en la conquista de derechos y libertades en España

28 de Marzo de 2025
Actualizado el 31 de marzo
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El 8M entra en la historia: las manifestaciones feministas serán reconocidas como Memoria Democrática
Manifestación del 8 de marzo 2018, huelga feminista, foto Agustín Millán

El Gobierno ha decidido dar un paso simbólico pero de gran calado: declarar las manifestaciones feministas del 8 de marzo como Lugar de Memoria Democrática. Así lo recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE), donde se detalla que la Dirección General de Promoción de la Memoria Democrática ha iniciado el procedimiento para otorgar esta distinción a las movilizaciones del Día Internacional de la Mujer por su contribución "a las libertades", su "carácter democrático y pacífico" y su "poder transformador hacia sociedades más justas e igualitarias".

Este reconocimiento no implica una localización concreta, sino que se trata de una declaración simbólica y cultural de gran importancia: el 8M, como fenómeno colectivo y social, será considerado patrimonio inmaterial de la democracia española.

De la Segunda República al 8M del siglo XXI

En la exposición de motivos, el Gobierno destaca cómo el movimiento feminista ha estado presente en los grandes avances democráticos del país. Desde las primeras luchas de principios del siglo XX por el voto femenino, la igualdad salarial o el acceso a la educación, hasta los hitos del periodo republicano como el matrimonio civil o el sufragio femenino.

Un homenaje histórico a la lucha feminista

Nombres como Clara Campoamor, Victoria Kent, Emilia Pardo Bazán, Concepción Arenal o María Lejárraga son recordados como las pioneras de un movimiento que, con fuerza renovada, volvió a las calles tras la dictadura franquista. El 8 de marzo de 1978 marcó un punto de inflexión: la democracia recién recuperada abría las puertas a reivindicaciones largamente silenciadas, como el derecho al divorcio, la legalización de los anticonceptivos, la despenalización del aborto o la educación sexual.

Una marea imparable de derechos y libertades

Las manifestaciones del 8M han crecido cada año hasta convertirse en una de las expresiones ciudadanas más potentes de las últimas décadas. Según el texto oficial, estas marchas han funcionado como “mareas democráticas”, impulsadas por miles de mujeres que exigen igualdad, respeto y justicia. Han servido, además, como homenaje colectivo a quienes abrieron el camino.

El Gobierno entiende que estas movilizaciones han superado la barrera de la protesta puntual para convertirse en un acto cívico, pedagógico y democrático. Por eso se considera que deben formar parte del catálogo de lugares simbólicos que ayudan a preservar y transmitir la memoria democrática del país.

¿Qué implica esta declaración? Según el BOE, la consideración de Lugar de Memoria Democrática conlleva “la adecuada difusión e interpretación de lo acaecido”, así como la promoción de recursos digitales, audiovisuales y materiales que ayuden a entender el valor histórico del 8M. También se contempla la instalación de placas, distintivos o paneles que reconozcan públicamente este legado.

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El 8M entra en la historia: las manifestaciones feministas serán reconocidas como Memoria Democrática

El procedimiento estará liderado por el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, que solicitará informes a instituciones como el Instituto de las Mujeres, el Ministerio de Igualdad, la Real Academia de la Historia o centros universitarios especializados en estudios de género. Una vez recabadas las aportaciones, se abrirá un periodo de información pública de 21 días para que cualquier persona pueda presentar alegaciones.

Una respuesta institucional a una lucha colectiva

La decisión, impulsada por el ministro Ángel Víctor Torres, responde a una reivindicación histórica del feminismo: que se reconozca su papel en la construcción democrática del país. Porque, como recuerda el texto oficial, no se trata solo de una fecha en el calendario, sino de una fuerza social que ha cambiado leyes, mentalidades y estructuras.

Que el 8M pase a formar parte de la Memoria Democrática de España es una forma de dejar constancia de que sin igualdad no hay democracia. Y de que el feminismo no es un capricho, sino un motor de transformación que ha dejado una huella imborrable en la historia reciente.

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