Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, ha pedido a los altos cargos y dirigentes mundiales de más de 100 países que asisten a la61 edición de la Conferencia de Seguridad de Múnich que se unan con determinación y opongan resistencia a los ataques contra los derechos humanos y la arquitectura multilateral mundial y eviten más daños a la protección de los derechos humanos y el orden basado en normas.
“Los últimos 12 meses precisamente han puesto de manifiesto que el mundo puede ser un infierno cuando los Estados no aplican normas universales e insisten en que el derecho internacional y las decisiones multilaterales no se aplican a sus acciones. Piensen en el genocidio de Israel contra la población palestina de Gaza, la guerra de agresión en curso de Rusia contra Ucrania, el conflicto que aún sacude Sudán, el agravamiento de la catástrofe en Myanmar y el reciente repunte de los combates en la República Democrática del Congo”, ha afirmado Callamard.
“Ahora, tras un alto el fuego largamente esperado en Gaza y la transición de poder en Siria, la cuestión es cómo lograr paz y justicia duraderas en tales contextos. Los Estados deben comprometerse a brindar pleno apoyo a organismos como la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional en sus iniciativas para hacer cumplir la ley, ya que no exigir rendición de cuentas a los perpetradores sólo servirá para alentar a otros agresores y alimentar más círculos viciosos de violencia y destrucción", ha exigido.
También ha manifestado que "en momentos de tanta precariedad, la humanidad no puede permitirse más crisis del orden internacional. No necesitamos más inestabilidad, división ni agitación; no necesitamos más ataques a los valores de los derechos humanos ni que sigan debilitándose los compromisos ya frágiles que hemos contraído para hacer frente al cambio climático".
A su juicio, se necesitan "soluciones sostenibles y orientadas al futuro". Considera que "es posible que el sistema multilateral nos esté fallando, pero la solución no es dejarlo caer en el abismo sino reforzarlo y reformarlo, cimentándolo en una visión común para que pueda cumplir su promesa de estabilidad global y protección universal de los derechos humanos".
Respecto a la Conferencia de Seguridad de Múnich ha dicho que "es una buena ocasión para que los dirigentes mundiales empiecen a abordar estos problemas para allanar el camino a un futuro sin los conflictos desgarradores que hoy asolan el mundo"