El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida restituye la calle al ‘crucero Baleares’, un buque franquista que bombardeó a los civiles republicamos que huían de la Masacre de la carretera Málaga-Almería.
El Ayuntamiento de Madrid ha decidido restituir la placa al crucero ‘Baleares’ después de que los tribunales echaran atrás una serie de cambios en el callejero aprobados en la época en que Manuela Carmena era alcaldesa. Uno de estos cambios afecta a la calle que daba nombre al Crucero Baleares, en la zona del Puente de Vallecas.
Los vecinos de Vallecas han mostrado su malestar por que el Ayuntamiento cambia el nombre de una calle vallecana "de un barco que transportó refugiados españoles para salvar su vida por un barco de guerra franquista”.
En un Twitter afirman: “El Ayuntamiento de Madrid cambia el nombre de nuestra calle vallecana "Barco Sinaia" por "Crucero Baleares". Un barco que transportó refugiados españoles para salvar su vida por un barco de guerra franquista”.
El actual alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ha anunciado que restituirá este nombre y el de otras calles que cambiaron en la anterior legislatura. Además de la calle dedicada al crucero ‘Baleares’, el Ayuntamiento de Madrid retiró el nombre de la maestra republicana, Justa Freire del callejero para reponer el del militar golpista y fundador de la legión, Millán Astray.
La ‘desbandá’
La masacre de la carretera Málaga-Almería, conocida popularmente como La Desbandada -en variante andaluza la Desbandá- fue un ataque a civiles por parte del ejercito sublevado fascista ocurrido el 8 de febrero de 1937, tras la entrada en Málaga de las tropas franquistas.
Una multitud de civiles que abarrotaban la carretera huyendo hacia Almería, ciudad bajo control del Ejército republicano, fue atacada por mar y aire causando la muerte a entre 3.000 y 5.000 civiles. Un testigo de la masacre, el doctor Norman Bethune, la llamó “doscientos kilómetros de miseria”.
El éxodo hacia Almería
300.000 personas se lanzaron a la carretera con lo puesto para huir de una muerte que presuponían segura. Los gobernantes sabían que localidades cercanas habían caído ya en manos nacionales. Tropas italianas, españolas y alemanas se acercaban a la capital y milicianos y ciudadanos decidieron huir. Aquella carretera era la única salida posible y también la más fácil como objetivo para la aviación del bando nacional. Afirman algunos historiadores que aquello fue una emboscada, una forma de sacar a miles de ciudadanos de la capital para bombardearlos con libertad, a sabiendas de que no hallarían refugio.

300.000 personas se lanzaron a la carretera con lo puesto para huir de una muerte que presuponían segura. Los gobernantes sabían que localidades cercanas habían caído ya en manos nacionales. Tropas italianas, españolas y alemanas se acercaban a la capital y milicianos y ciudadanos decidieron huir. Aquella carretera era la única salida posible y también la más fácil como objetivo para la aviación del bando nacional. Afirman algunos historiadores que aquello fue una emboscada, una forma de sacar a miles de ciudadanos de la capital para bombardearlos con libertad, a sabiendas de que no hallarían refugio.
Ataques por aire
Aviones alemanes e italianos atacaron sin miramientos a estos miles de refugiados, también bombardeados desde el mar. Entre ellos, niños, madres recién paridas, ancianos… El propio general Queipo de Llano hizo referencia a estos hechos en una de sus famosas alocuciones radiofónicas. Era el 9 de febrero: “Un parte de nuestra aviación me comunicaba que grandes masas huían a todo correr hacia Motril. Para acompañarlos en su huida y hacerles correr más a prisa, enviamos a nuestra aviación que bombardeó, incendiando algunos camiones…”.
Ataque por mar
Tres poderosos buques –entre ellos el crucero Baleares, Canarias y Almirante Cervera–, torpedearon en toda la franja. A mitad de camino, como recoge otro de los registros recogidos, el número de refugiados se había reducido siniestramente.
Fueron 200.000 los que siguieron la ruta hacia Almería a partir de Adra. El resto se reparte entre los que dieron marcha atrás y los que fueron asesinados, lo que da buena cuenta de las dimensiones del drama.
Hay que recordar el trabajo de Andrés Fernández y Maribel Brenes, cuyo material de campo se exhibe en el Archivo Histórico Provincial de Málaga. Datos fundamentales para disipar incertidumbres históricas.
El Sinaia
El buque Sinaia fue más conocido por haber sido el primer buque en el que llegó un numeroso grupo de exiliados españoles a México tras el triunfo de los sublevados fascista en la Guerra Civil Española.
El barco partió de Sète, en Francia hacía México, el 25 de mayo de 1939 y llegó al puerto de Veracruz en México diecinueve días después, el 13 de junio. En total embarcaron 307 familias, 1599 personas, la mayoría (953) varones mayores de 15 años. Todos se habían refugiado en Francia tras el final de la Guerra Civil en España. El 1 de abril y habían aceptado la oferta del presidente de México, Lázaro Cárdenas, de ser acogidos. Todos los pasajeros fueron liberados de los campos de concentración en Francia.

El viaje fue organizado por el Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles (SERE) y la organización mexicana, Comité Técnico de Ayuda a los Refugiados Españoles. El proyecto de acoger a los refugiados de la guerra se estuvo preparando con antelación por el embajador español en México y el Gobierno anfitrión.
Entre los pasajeros se encontraban gentes de toda condición y oficio, destacando intelectuales, escritores, científicos y políticos.