Los artículos se seleccionaron debido a la preocupación existente sobre su cumplimiento de las normas de la UE y se probaron en un laboratorio acreditado en España. Las principales deficiencias detectadas se relacionan con la estabilidad, el riesgo de atrapamiento de la cabeza y el cuello, los dedos, el cabello y la ropa del niño; las dificultades para ensamblar el producto; y la altura máxima por encima del límite reglamentario. Otras preocupaciones incluían piezas pequeñas desmontables que los niños podrían tragar y bordes afilados.
Sólo 15 (17 %) de los productos muestreados cumplían con las normas de la UE para juguetes seguros.
Proteger el mercado único
"Campañas de vigilancia del mercado como esta son cruciales para el buen funcionamiento del mercado único. Protegen a los consumidores, pero también a las empresas, de la competencia desleal de quienes no cumplen las normas", comenta Vanessa Capurso, responsable de políticas de la Dirección General de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes (DG GROW) de la Comisión Europea.
El proyecto evaluó cinco categorías de productos: parques infantiles de interior (21 muestras), torres de actividades (22) y tres categorías de columpios: para niños menores de 36 meses (23 muestras), para niños mayores de 36 meses (19) y para ambos grupos de edad (4). Estos productos se adquirieron en 14 países de la UE, tanto en tiendas físicas como online.
Las dos categorías de productos que obtuvieron mejor rendimiento fueron los columpios para niños mayores de 36 meses y los de ambos grupos de edad, donde el 26% y el 25% de las muestras analizadas cumplieron con los requisitos de las normas aplicables.
En un proyecto similar de 2020, se probaron 61 artículos comparables: 40 columpios, 15 casitas de juego y 6 torres de actividades. El 57 % de las muestras cumplió con los requisitos de seguridad.
Advertencias, marcas e instrucciones
Se revisaron por separado las advertencias, el marcado y las instrucciones de las 89 muestras. Sólo 29 (32,5 %) cumplían los requisitos. Entre los problemas se encontraban advertencias, etiquetas e instrucciones que no estaban en el idioma del país de venta del producto, así como instrucciones de montaje e instalación incompletas.
Alerta por las compras en Internet
La gran mayoría de las muestras que fallaron se compraron en línea: 62 de las 89 muestras. De estas, sólo 5 (8%) aprobaron. De las 27 muestras compradas en tiendas físicas, 10 (37%) aprobaron.
Las pruebas de juguetes de actividad comprados en línea durante una iniciativa similar en 2020 obtuvieron resultados ligeramente mejores. El Programa de Actividades Coordinadas sobre la Seguridad de los Productos (CASP) determinó que 9 de 18 muestras en línea superaron los requisitos de prueba. En el caso de las muestras compradas en tiendas físicas, 26 de 43 (60%) los superaron.
Retirados del mercado
Basándose en los resultados de las pruebas, las autoridades responsables de la seguridad de los productos de la UE decidieron que 23 productos representaban un riesgo grave, 27 un riesgo alto y 12 un riesgo medio. Por ello, la Comisión Europea ordenó la retirada de 20 productos del mercado y se prohibió la venta de otros 8 productos. En otros tres casos, se ordenó al fabricante realizar cambios en el producto. A otros tres se les solicitó que marcaran sus productos con las advertencias correspondientes.
La necesidad de denunciar los productos inseguros
Las pruebas formaron parte de las Acciones Conjuntas sobre Conformidad de Productos (JACOP) 2024. Las autoridades de vigilancia del mercado de toda la UE seleccionaron y comprobaron conjuntamente la conformidad de los productos vendidos en el mercado único con las normas de salud, seguridad y medio ambiente de la UE. Los equipos de juego fueron una de las 16 categorías de productos inspeccionadas.
Los consumidores deben estar atentos. Los resultados de este proyecto han puesto de relieve la necesidad de que los consumidores denuncien los productos inseguros a las autoridades de vigilancia del mercado, para que puedan tomar medidas para retirarlos del mercado.
Las autoridades de vigilancia del mercado recomendaron además que los consumidores sólo compren productos que tengan la marca CE, que es una garantía de que han sido evaluados para cumplir con los requisitos de seguridad, salud y protección del medio ambiente de la UE.