El presidente brasileño,
Jair Bolsonaro, ha amenazado públicamente con encarcelar al periodista estadounidense
Glenn Greenwald, que vive desde hace años en Brasil, tras la publicación de información que revelaría corrupción y una persecución judicial contra el expresidente
Lula da Silva. La FAPE se suma a la
Federación Internacional de Periodistas (FIP) y a su afiliada brasileña, la
Federação Nacional dos Jornalistas (FENAJ), en su
condena a la persecución de Greenwald y pide a la comunidad internacional que denuncie los ataques de Bolsonaro contra la libertad de información.
El presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, afirmó que Glenn Greenwald “podría ser encarcelado”
El caso comenzó el 9 de junio con la publicación de una serie de conversaciones filtradas que comprometían a
Sergio Moro, antiguo juez y actual Ministro de Justicia. Según estas publicaciones,
Sergio Moro aconsejó y dio información estratégica a los fiscales cuando juzgaba la investigación del caso de corrupción Lava Jato para ayudar a encarcelar al expresidente
Luiz Inácio Lula da Silva, más conocido como Lula.Estas revelaciones revelaron una supuesta coordinación ilegal entre el juez y los fiscales para moldear y dirigir las pruebas durante el juicio contra Lula. Durante una ceremonia militar el 27 de julio, el presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, afirmó que Glenn Greenwald “
podría ser encarcelado” por estas revelaciones. Unos días antes, miembros de su partido dijeron que el periodista estaba “alineado con los hackers criminales”.Estos son solo los últimos intentos de amordazar el trabajo de investigación de Glenn Greenwald. El periodista estadounidense denunció, en una entrevista, que él y su equipo han recibido amenazas de muerte, incluyendo referencias a sus guardias de seguridad privada, su casa, las actividades de su hijo y su vida privada.El periodista, ganador del Premio Pulitzer, también ha sido víctima de una violenta campaña de acoso en línea llamada #DeportGlennGreenwald, orquestada por los partidarios de Bolsonaro y que ha estado de moda en Brasil.Las autoridades brasileñas, en vez de proteger la libertad de prensa, están atacando y amenazando a un periodista por hacer su trabajo y dar información de interés público.El Secretario General de la FIP,
Anthony Bellanger, dijo: “Condenamos enérgicamente cualquier intento de intimidar a Glenn Greenwald y aplaudimos su valentía de seguir informando en un entorno político cada vez más hostil. Las autoridades brasileñas deben dejar inmediatamente de acosar a trabajadores de los medios de comunicación y garantizar la seguridad y los derechos fundamentales de los periodistas”.La
Federação Nacional dos Jornalistas (FENAJ) dijo en un comunicado: “Advertimos del peligro de las acciones para restringir la libertad de prensa, que siempre son llevadas a cabo por gobiernos autocráticos. La FENAJ reafirma su compromiso con la defensa de la libertad de los periodistas y su derecho a mantener en secreto sus fuentes”.
La FAPE firma el llamamiento
Reporteros sin Fronteras ha publicado este miércoles, 31 de julio de 2019, un llamamiento internacional que cuenta con el respaldo de las principales organizaciones brasileñas e internacionales de libertad de expresión, entre ellas la Federación
de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la
Asociación de la Prensa de Madrid (APM). Se trata de
un apoyo expreso a la redacción del diario digital de investigación The Intercept Brasil, blanco de una violenta campaña de intimidación y desestabilización desde el 9 de junio de 2019.
El llamamiento:
“Las 26 organizaciones defensoras de la libertad de prensa y de los derechos humanos condenan con firmeza la ola de agresiones y amenazas que ha sufrido la redacción de
The Intercept Brasil, diario en línea que publica trabajos periodísticos de investigación.
El periodista estadounidense denunció que él y su equipo han recibido amenazas de muerte, incluyendo a su hijo y su vida privada
Pedimos a las autoridades que velen por que se respete estrictamente el secreto de las fuentes informativas, que está garantizado por la Constitución brasileña.Las agresiones y amenazas comenzaron el 9 de junio de 2019, cuando
The Intercept Brasil publicó el primero de una serie de reportajes en los que daba a conocer graves irregularidades en el Lava Jato –investigación judicial que reveló un caso de corrupción en el que estaban implicados empresarios y políticos, uno de los mayores escándalos en la historia de Brasil–. Para publicar esta información –basada en documentos obtenidos de una fuente anónima–
The Intercept Brasil estableció una colaboración con diversos medios de comunicación brasileños, entre ellos el diario
Folha de São Paulo y la revista
Veja.Desde que se publicó esta información los miembros de The Intercept Brasil, en particular Glenn Greenwald, fundador del medio, han sido blanco de numerosos insultos, amenazas de muerte y calumnias, que se basan en información falsa difundida en las redes sociales a fin de desacreditar el trabajo de
The Intercept. El caso de
The Intercept Brasil es simbólico y representativo de las dificultades a las que se enfrentan todos los periodistas que investigan temas delicados en Brasil, donde se han vuelto frecuentes las campañas de intimidación y persecución de la prensa.Quienes firmamos este llamamiento consideramos que los intentos de desestabilizar y desacreditar a
The Intercept Brasil y sus colaboradores, independientemente de su origen, constituyen una grave amenaza para la libertad de información, ya que no sólo buscan desviar la atención de la población respecto al contenido de estas publicaciones, sino que también nutren un ambiente cada vez más hostil al trabajo de la prensa, sobre todo al periodismo de investigación.Recordamos al Estado brasileño que tiene la responsabilidad de garantizar la protección de los periodistas y de investigar las graves amenazas recibidas por los periodistas de
The Intercept Brasil y sus colaboradores.La libertad de prensa y de información son los pilares de la democracia y trascienden las divergencias políticas, por lo que deben ser protegidas y garantizadas a toda costa”.