Consuelo Tomás experta en la adicción al juego: "Hay una serie de creencias erróneas que hacen que los jóvenes se queden atrapados"

15 de Noviembre de 2022
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Consuelo Tomas experta adiccion juego

Si hay algo que caracteriza a las adicciones es el síntoma de negación que presentan las personas que las padecen. Por ello, el Ministerio de Consumo ha lanzado una campaña para la prevención de la adicción al juego centrada en las excusas que se dan a sí mismos las personas con problemas de ludopatía.

Cuando aparece el “pero” para justificar una conducta descontrolada es un síntoma claro de que algo pasa: “Es verdad que juego, pero lo dejo cuando quiera”, “He gastado dinero, pero tampoco tanto”, son algunos de los pretextos para continuar jugando.

Una de las mayores expertas sobre la adicción al juego en nuestro país es Consuelo Tomás, psicóloga directora y fundadora del instituto valenciano de ludopatía y adicciones no tóxicas, que fue el primer centro en España especializado en la adicción a los juegos de azar. Tomás explica en esta entrevista concedida a Diario16 las principales características de esta adicción que está afectando cada vez más  a los más jóvenes.

¿Por qué los jóvenes?

Hay que considerar que la juventud es una población más vulnerable a experimentar problemas con el juego.

¿Cuáles son los motivos?

Por un lado, los jóvenes suelen presentar patrones de impulsividad. Es decir: la necesidad de llevar a cabo una conducta, pero sin valorar las consecuencias; y luego está que los jóvenes son grandes buscadores de sensaciones intensas y nuevas. Aunque esto pueda poner en peligro su salud física y mental.

¿Están normalizando los jóvenes el mundo de las apuestas?

En la juventud el grupo de iguales es muy importante porque los referentes, sobre todo, son los compañeros de estudios y los amigos. Hay una normalización del juego dentro de este colectivo porque hay un gran número de chavales de esta edad que están apostando y lo ven como algo normal; hay una falta de conciencia.

¿Cuáles son las causas del desarrollo de la ludopatía?

No hay una causa efecto, hay diferentes factores. Y cuantos más factores tenga una persona más vulnerabilidad o probabilidad de desarrollar ese problema tendrá.

¿Cuáles son estos factores?

Los más importantes son los factores personales, los familiares y los socioambientales

Hábleme de los factores personales.

Son los que ya hemos comentado: la impulsividad, la necesidad de buscar nuevas sensaciones y la necesidad de querer tener dinero; y algo muy importante: las falsas creencias o sesgos cognitivos que mantienen los jóvenes en relación a la probabilidad de que ellos puedan ganar.

¿Y los factores familiares?

Si los jóvenes ven que los adultos de su entorno juegan tienen más probabilidades de desarrollar esa conducta. De la misma manera que si dentro del seno familiar no se enseña cómo administrar el dinero es mucho más fácil que se pueda desarrollar esta adicción.

¿Y el último factor?

Entre los factores socioambientales hay que destacar la publicidad del juego. También hay que tener en cuenta que vivimos en una sociedad muy materialista donde se transmite que se puede conseguir el dinero prácticamente sin esfuerzo.

¿Y el papel de las nuevas tecnologías?

Los jóvenes han nacido con ellas. Hay que destacar el hecho de que poder apostar desde los dispositivos móviles, las 24 horas del día y de forma anónima favorece la conducta de juego.

¿La adicción al juego es un problema cada vez más grave?

La adicción a los juegos de azar no es algo nuevo. Hace más de 30 años acudían a la consulta chavales de unos 15 años que estaban jugando a las máquinas tragaperras. Lo que ha cambiado es la forma en la que ahora se está jugando.

¿Y que supone ese cambio?

Ahora no tenemos solamente el juego presencial, sino que también tenemos el juego online.

¿La pandemia reforzó esa nueva manera de jugar?

Desde luego. Durante el confinamiento el número de personas de todas las edades, y sobre todo jóvenes, que se quedaron atrapados por el juego online aumentó considerablemente. Debido a que en aquel momento las casas de apuestas y los salones de juego estaban cerrados.

¿Las campañas ayudan?

Las campañas de prevención del juego son algo muy importante. En nuestro centro, hace más de 30 años que venimos alertando de que estaba emergiendo un problema de ludopatía grave.

¿Esta última campaña acierta con su enfoque?

Si nos centramos en los sesgos de las creencias erróneas que mantienen los jóvenes, que es donde esta campaña de prevención se ha centrado, es muy importante destacar que hay una serie de creencias erróneas que hacen que los jóvenes se queden atrapados.

¿Por ejemplo?

En las consultas estamos viendo las excusas que se dan los jóvenes: “Yo no controlo”, “Mis compañeros también lo hacen”, “Solamente voy a apostar diez euros”, “No hay nada de malo apostar”.

¿Se considera la adicción al juego como a otro tipo de adicciones?

Es más difícil reconocer los riesgos que conlleva un trastorno adictivo sin sustancia, o no tóxico, de los que lleva, por ejemplo, una persona que bebe. Esto provoca que la detección del problema sea más tardía

Es curioso que un mundo tan saludable como el del deporte se acabe vinculando a este problema.

El deporte nada tiene que ver con las apuestas, apostar es un negocio para las empresas y para estas plataformas que están lucrándose de las personas que tienen problemas con el juego. No debemos confundir un aspecto con otro.

Pero los jóvenes se pasan el día viendo eventos deportivos.

Es un patrón que se repite. Los jóvenes consideran que si ellos siguen el mundo del deporte van a tener muchas más posibilidades de ganar. Creen que pueden desarrollar determinados conocimientos destrezas que van a favorecer que puedan obtener más ganancias.

¿Y esto es falso?

Totalmente. Es una creencia completamente errónea porque existe un componente impredecible que es el azar. Se trata de algo aleatorio que no sabemos si va a ocurrir o no. No depende de nosotros.

¿Por qué si se pierde casi siempre se sigue jugando?

Hay una distorsión cognitiva. Ellos se centran en las ganancias y no en las pérdidas.

¿Cuál es la gravedad de esta adicción?

Se caracteriza —al igual que sucede con otras drogas o con otras conductas sin sustancia— en que la persona cada vez juega más dinero y lo hace más constantemente. Incluso puede producir un síndrome de abstinencia.

¿Igual que con las drogas?

Muy similar. El juego se convierte en el eje central de la vida, dejando de realizar otras actividades que antes eran satisfactorias y empiezan a surgir conflictos dentro de la familia. Se produce una bajada en el rendimiento académico y esto provoca es un malestar generalizado.

¿Hay un estigma con las adiciones?

Es muy importante reconocer el problema y no avergonzarse, porque la adicción al juego no es un vicio, es una enfermedad; y necesita la intervención de ayuda profesional.

¿Cómo suele detectarse el problema?

Casi siempre, son las familias las que se ponen en contacto con nosotros porque son los que están observando el problema y no saben muy bien cómo intervenir.

¿Se han implementado medidas importantes para luchar contra este fenómeno?

La normativa en Comunidades como la Valenciana está siendo más restrictiva. Tiene que haber una distancia mínima entre los salones de juego y los centros educativos. Pero estos lugares continúan siendo un lugar de socialización para los jóvenes porque se reúnen para ver los partidos de fútbol al lado de máquinas en las que pueden apostar.

Habrá que seguir previniendo.

Hay que tener en cuenta que la prevención hay que hacerla desde diferentes ámbitos: tanto a nivel personal, familiar, académico y social.

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