El boicot del PP a la investigación de Gürtel se extiende más allá de Kitchen

17 de Junio de 2021
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El inspector jefe Manuel Morocho

El boicot del PP a la investigación de Gürtel se extiende más allá de Kitchen. El inspector jefe Morocho relata al juez las maniobras del entorno del PP para torpedear las pesquisas sobre el caso de corrupción, que se suman a otros indicios acumulados en la causa

La declaración de más de tres horas del inspector jefe Manuel Morocho, que fue apartado de la UDEF por sus pesquisas del caso Gürtel y destinado a la DAO de Interior, ha constado la existencia de “una investigación paralela” al extesorero del PP.Ha probado cómo el Ministerio de Interior del PP “utilizaba una investigación en A para hacer una paralela en B” contra Bárcenas.

En su declaración con todo tipo de detalles, Morocho contó los ardides para tratar de modificar sus informes para que no señalaran a dirigentes del PP. Destalló incluso, los intentos de sobornarlo con su traslado a destinos mejor dotados económicamente, según fuentes jurídicas.

“Me deja usted un panorama desolador”

Manuel Morocho Tapia, reveló durante su declaración que la Kitchen “se conducía como la mafia italiana", según fuentes de la investigación presentes en el interrogatorio. Incluso el propio juez llegó a afirmar: “Me deja usted un panorama desolador”.

El ministro del Interior implicado

Morocho manifestó que quien fuera jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional, José Luis Olivera, le citó para proponerle “un nuevo destino como agregado de Interior en Lisboa, con un considerable incremento del sueldo”, con el objetivo de apartarle de la investigación de la Kitchen al Partido Popular.

El inspector Morocho llegó a desvelar que el propio Olivera recibió una llamada a su teléfono, que éste identificó como “el ministro Jorge Fernández Díaz.

El jefe de la UDEF respondió al teléfono con un “estamos en ello” y después le trasladó a Morocho que “observará la “importancia” que tenía, que hasta un ministro telefoneaba para interesarse por su destino”.

Esta revelación confirmó que la anotación en la agenda de Villarejo respecto a que pretendían despacharle a Lisboa es verdadera, “implica de forma directa al ministro del Interior en la operación”.

Otros destinos

Ante el fracaso de la operación de traslado a Lisboa, le propusieron otros destinos.Entre ellos, agregado en Naciones Unidas, Viena o un curso del FBI en Quántico (Virginia). Los rechazó todos por terminar con la investigación de la caja b y Gürtel.

Papeles de Bárcenas

El inspector jefe de la UDEF ha especificado que en el verano de 2013, cuando tras publicar EL PAÍS los papeles de Bárcenas, que reflejaban la contabilidad paralela del partido, la cúpula policial le ofreció trasladarlo como agregado de Interior a alguna embajada, ofreciéndole entre varias la de Lisboa. “Se me conminó a que minusvalorara los papeles de EL PAÍS”, ha manifestado el agente.

Presiones

La declaración del agente ha sido demoledora por varias razones. La primera por el prestigio en el cuerpo del inspector. Y dos por el relato de su declaración.

Morocho narró ante el juez “amenazas y presiones de sus superiores para no citar en sus informes de la Kitchena Rajoy, Arenas, Cospedal, su marido Ignacio López del Hierroo Ana Mato”. Todo ello “para descartar que hubiera caja b en el PP”, según han informado fuentes judiciales.

El inspector también ha reforzado con su declaración los intentos de manipulación de la investigación, es decir que se quería falsear la realidad para contar que “dé haber algo era cosa de Bárcenas y no del PP”. El mismo argumentario empleado por los conservadores en su defensa.

Estas presiones llegaron a retrasar un año la entrega del documento sobre la implicación del exsenador Jesús Sepúlveda y su esposa, la exministra Ana Mato, y “los regalos que percibieron de la trama y su implicación en el procedimiento”, que ha concluido con su condena, según Manuel Morocho.

Tendrías que estar muerto

El agente declaró que estaba siendo “monitorizado por la policía política”, y que cuando le trasladaron a la Dirección Adjunta Operativa, para sobrecargarle de trabajo y que no pudiera seguir investigando las causas del PP, el entonces DAO, Eugenio Pino, le presentó un día a otro de los principales implicados, el comisario principal, Enrique García Castaño, quien le dijo: “Tú qué haces aquí, tendrías que estar muerto”.

Sorprendido, el juez le ha repreguntado si esas fueron las palabras, y el inspector Morocho las ha vuelto a repetir.

Pero su declaración ha sacado a la luz más por quería: “le colocaron cerca al agente Andrés Gómez Gordo, el policía de confianza de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal”, para que "revisara sus informes al juzgado”.

También ha admitido presiones de sus superiores para que no vinculara la donación de dinero negro de empresarios al PP con la obtención de adjudicaciones públicas.

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