El proyecto hidroeléctrico Tâmega conlleva la construcción de tres nuevas centrales: Gouvães, Daivões y Alto Tâmega, que se levantarán sobre el río Tâmega, un afluente del Duero localizado en el norte de Portugal, cerca de Oporto. Las tres centrales sumarán una capacidad instalada de 1.158 MW, lo que supondrá un aumento del 6 % de la potencia eléctrica total instalada en el país. El complejo será capaz de producir 1.766 GWh al año, suficiente para satisfacer las necesidades energéticas de los municipios vecinos y de las ciudades de Braga y Guimarães (440.000 hogares). Además, esta gran infraestructura renovable tendrá capacidad de almacenamiento de 40 millones de kWh, equivalente a la energía que consumen 11 millones de personas durante 24 horas en sus hogares.
De esta forma, Tâmega acabará con la emisión de 1,2 millones de toneladas de CO2 anuales y diversificará las fuentes de producción, evitando la importación de más de 160 mil toneladas de petróleo al año. Además, fomentará la actividad económica y el empleo en la región, ya que durante toda la fase de construcción se estima que se generen hasta 3.500 puestos de trabajo directos y 10.000 indirectos —el 20 % de los cuales proviene de los municipios vecinos—, a través de más de 100 proveedores, 75 de ellos portugueses.
Iberdrola es líder en almacenamiento de energía con una potencia de 4.000 MW instalados mediante tecnología de bombeo, el método de almacenamiento energético más eficiente a día de hoy
El proyecto, que conllevará una inversión superior a los 1.500 millones de euros, cuenta con la financiación del Banco Europeo de Inversiones (BEI). En julio de 2018, la entidad entregó a Iberdrola 500 millones de euros, los primeros de los 650 aprobados en total para financiar este desarrollo.
En cuanto a su entrada en funcionamiento, Gouvães y Daivões empezaron a entrar en operación a principios de 2022 y Alto Tâmega estará operativa en la primavera de 2024. La creación del embalse de Daivões ha implicado, a nivel de reposiciones, la construcción de un puente de unos 200 metros de longitud y 35 metros de altura, más de 5 kilómetros de líneas eléctricas, más de 7 kilómetros de carreteras, así como dos plantas de tratamiento de aguas residuales.
Iberdrola planea invertir 3.000 millones de euros adicionales en energía eólica y solar en el país en los próximos años. A finales de año, concluyó la construcción del complejo solar Alcochete (46 MW), en el distrito de Setúbal (región de Lisboa), distrito en el que la compañía también ha finalizado otras dos instalaciones fotovoltaicas: Conde (13,5 MW) y Algeruz II (27 MW). A principios de 2023 se iniciará la construcción de los proyectos Montechoro I y II, de 37 MW, en Paderne (Albufeira), y Carregado, de 64 MW, en Alenquer (Lisboa), mientras que la planta solar de Estoi (84MW) en el Algarve, que también incluye almacenamiento en baterías, entrará en funcionamiento en 2024.
La energía hidráulica, también conocida como energía hidroeléctrica, es aquella que se genera al transformar la energía potencial existente entre dos masas de agua situadas a distinta altitud o cota en energía eléctrica. Para aprovechar dicha diferencia de altura, se construyen infraestructuras hidráulicas capaces de extraer el máximo potencial de este recurso autóctono. El resultado es una energía renovable y limpia, ya que evita que se utilicen combustibles fósiles y reduce las emisiones de dióxido de carbono, limitando la contaminación y el efecto invernadero.
Los seres humanos llevan siglos aprovechando la energía de las corrientes fluviales, empleando ruedas hidráulicas giradas por los ríos para moler grano e incluso para fabricar telas. La energía hidroeléctrica se convirtió en una fuente de electricidad a finales del siglo XIX, después de que el ingeniero británico-estadounidense James Francis construyera la primera turbina de agua moderna. En 1882 comenzó a funcionar la primera central hidroeléctrica del mundo en Appleton (Wisconsin), en Estados Unidos. La gigabatería del Tâmega ya aporta casi 900 MW de capacidad de bombeo al sistema eléctrico portugués, lo que implica un incremento superior al 30 % respecto a los megavatios de bombeo de los que dispone hoy en día el país. Iberdrola es líder en almacenamiento de energía con una potencia de 4.000 MW instalados mediante tecnología de bombeo, el método de almacenamiento energético más eficiente a día de hoy, al no generar ningún tipo de emisión contaminante a la atmósfera y presentar un rendimiento muy superior a las mejores baterías del mercado.