El Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, ha comparecido este martes en el Palacio del Senado para exponer las actuaciones que ha realizado la Institución que dirige sobre la llegada de personas migrantes a las islas Canarias en 2020 y en los primeros meses de 2021.
El pasado mes de marzo, el Defensor del Pueblo publicó un informe monográfico sobre la migración en Canarias que hoy ha presentado ante la Comisión Mixta de relaciones con el Defensor del Pueblo. Además de este estudio, Fernández Marugán ha explicado las principales conclusiones de las últimas visitas realizadas por técnicos de la Institución durante la semana del 11 al 17 de abril.
Menores extranjeros no acompañados
La situación de los menores extranjeros no acompañados preocupa especialmente al Defensor del Pueblo y así lo ha dejado patente durante su intervención. Según datos facilitados por la entidad de protección de menores canaria, entre 2020 y los primeros meses de 2021 han llegado 2.776 menores extranjeros no acompañados, de los cuales 2.084 están pendientes de las pruebas de determinación de la edad.
Fernández Marugán ha reiterado que “no es razonable que los servicios de protección de menores canarios asuman en solitario el reto que supone su acogida”. En este sentido, ha reclamado “la colaboración y solidaridad del resto de comunidades autónomas” y ha pedido al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 que asuma un papel impulsor “para acordar con urgencia el reparto solidario de estos menores por todo el territorio”.
Por otra parte, el Defensor considera necesario que la Fiscalía introduzca reformas en el procedimiento de determinación de la edad para que se realice lo más rápidamente posible.
Mientras esto ocurre la administración general del Estado debe destinar fondos con urgencia para la atención inmediata de estos menores.
Además, ha señalado que no debemos olvidar que se trata de jóvenes que han dejado “su país y a sus familias para forjarse un futuro mejor entre nosotros a base de esfuerzo y trabajo”. Por ello, ha abogado por “trabajar a fondo” para lograr su integración y rechazar a los que pretenden su “marginación”.
Limitaciones a la libre circulación
Durante su comparecencia, también ha insistido en que se debe terminar con las restricciones a la libre circulación de los migrantes ubicados en Canarias amparándose en argumentos como que estas limitaciones son necesarias para el control migratorio y para evitar el efecto llamada. En esta línea, ha recordado que “el Tribunal Supremo y varias resoluciones de tribunales canarios han ordenado al Ministerio del Interior cesar en esta práctica”.
El Defensor ha señalado que en los centros de acogida conviven personas con distintas situaciones administrativas. Por un lado, nacionales marroquíes que en su mayoría tienen pasaporte y cuentan con resoluciones de devolución a su país que, en estos momentos al estar cancelados los vuelos de repatriación a Marruecos, no son ejecutables. Y por otro, personas de países subsaharianos que, o bien son inexpulsables a sus lugares de origen, o bien tampoco pueden ser devueltas en estos momentos, como sucede con Senegal.
Fernández Marugán ha explicado que “para unos y otros el paso del tiempo sin recibir información sobre su futuro hace que muchos no deseen permanecer en estos centros”. Además, ha añadido que “debemos tener en cuenta que muchas de estas personas tienen familiares ya asentados en la península y en otros países de Europa, con las que querrían reunirse”.
El Defensor considera que el Ministerio del Interior debería permitir su movilidad a la península en los términos que establece la legislación y según los criterios fijados judicialmente.
Datos comparativos
En varias ocasiones durante su comparecencia, Fernández Marugán ha reiterado que, dada la posición geográfica de España, la migración de países africanos es una realidad que “viene existiendo, existe y existirá”. Lo que varía según épocas es el perfil de las personas que llegan, ha señalado.
Según ha explicado, los primeros meses de 2021 están dejando un balance funesto de muertes y desapariciones de embarcaciones y personas en alta mar. La última de esas tragedias se vivió este mismo lunes, cuando un avión del Servicio Aéreo de Rescate (SAR) encontró 17 migrantes fallecidos en una embarcación a la deriva a casi 500 kilómetros al suroeste de la isla del Hierro. “Una muestra más de los enormes riesgos que corren las personas que intentan llegar desde las costas africanas a Canarias”, ha lamentado el Defensor.
Fernández Marugán ha querido recordar también la muerte de la niña maliense Eléne, que no pudo sobrevivir a la travesía y a la que su madre enterró en Canarias hace unos días. Además, ha apuntado que muchos de los que consiguen alcanzar la costa presentan un importante deterioro de salud.
Por otra parte, en lo relativo al origen, ha expuesto que durante 2020 más de la mitad de las 23.023 personas que arribaron a las costas canarias eran de procedencia marroquí, algo que no está ocurriendo en los primeros meses de 2021 en los que la mayor parte de las 3.980 personas que han alcanzado estas cosas provienen de países subsaharianos y en especial de Senegal.
Además, si en 2020 llegaban mayoritariamente hombres, en 2021 se ha incrementado el número de mujeres y de menores. A juicio del Defensor, la creciente llegada de mujeres y menores “supone un nuevo reto para un sistema de acogida diseñado pensando en una migración fundamentalmente masculina, sin grandes problemas de salud y con un perfil netamente de migrantes económicos”.
Fernández Marugán ha denunciado que a estas mujeres, niños y niñas se les aplica el mismo procedimiento policial que a cualquier otra llegada. En este sentido, ha asegurado que “no es humanitario mantener detenidas hasta 72 horas a madres con niños que acaban de ser rescatados en el mar en condiciones terribles”.
El Defensor ha reconocido las mejoras que la Policía Nacional está llevando a cabo para adaptar sus instalaciones, pero considera que estas mujeres y sus hijos a su llegada deben ser derivados a centros de acogida humanitaria y una vez hayan recibido esa primera asistencia, realizar todos los trámites policiales que sean necesarios.
En lo relativo a la identificación de personas vulnerables, Fernández Marugán ha denunciado la contradicción que plantea la Unión Europea en esta cuestión. “Por un lado, nos pide que tengamos sistemas adecuados para la identificación de los colectivos vulnerables con el fin de tratarlos dignamente. Nada que objetar. Pero por otro, nos exige cerrar y proteger nuestras fronteras, que también lo son de Europa, y evitar la movilidad de estas personas por su territorio. Esto no es posible al mismo tiempo”, ha señalado.
Para el Defensor, la prioridad es extremar la atención a estos colectivos vulnerables, revisando los protocolos que se les aplican. En este sentido, ha lamentado que en las inspecciones realizadas por la Institución se han detectado muchos menores en centros de adultos “por la aplicación de unos protocolos inadecuados, que deben ser reformados”, ha asegurado. A su juicio, también es fundamental mejorar la información y facilitar la tramitación de las solicitudes de asilo, que ahora sufren una demora de más de un año.
Visitas a centros e instalaciones
Fernández Marugán ha relatado que, ante el aumento de llegadas a las costas canarias, personal de la Institución, acompañados de intérpretes de distintas lenguas, se trasladó al archipiélago para realizar una exhaustiva supervisión de las instalaciones de recepción, detención y acogida de personas extranjeras. Primero en noviembre y muy recientemente, en abril.
El Defensor ha resumido primero las actuaciones llevadas a cabo en noviembre, donde se inspeccionaron instalaciones en Gran Canaria, Tenerife, La Palma, El Hierro, Fuerteventura y Lanzarote.
Fernández Marugán ha señalado que las principales carencias identificadas en estas visitas, que se recogen de forma detallada en el monográfico, fueron la falta de instalaciones adecuadas y la inexistencia de protocolos de identificación ágiles y eficaces para la derivación de personas vulnerables.
Del 11 al 17 de abril se examinaron 14 centros en Gran Canaria, Fuerteventura, El Hierro y Tenerife. En esta ocasión se visitaron dos centros de internamiento de extranjeros (CIE); dos de protección de menores; tres de gestión compartida donde se acoge a personas llegadas en patera que deben guardar cuarentena; un centro de detención policial (CATE); el puerto de Arguineguín y seis centros habilitados para la acogida de personas migrantes en el marco del Plan Canarias.
En noviembre, el Plan Canarias elaborado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para alojar a las personas que estaban llegando era un proyecto, en abril se ha podido constatar que empieza a ser una realidad, si bien no exenta de problemas. “Podemos decir que hemos iniciado el camino para solucionar la gestión de las llegadas”, ha destacado.
El Defensor ha hecho hincapié en la admirable respuesta de la sociedad civil canaria para ayudar a las personas que se encuentran fuera del sistema oficial de acogida.
Reflexión final
El Defensor ha señalado que “es previsible que a lo largo del verano se incrementen las llegadas de jóvenes sin futuro, con destino a lo que consideran el mejor mundo de los posibles, aunque sea un campamento en Canarias”. Con esta premisa, ha hecho un llamamiento para que situaciones como la vivida en 2020 en el muelle de Arguineguín no vuelvan a producirse. “Debemos estar preparados para dar una solución adecuada a este fenómeno que respete la dignidad de estas personas y sus derechos”, ha reclamado.
Por último, ha recordado el estudio “La contribución de la inmigración a la economía española” que elaboró la Institución en 2019 y ha asegurado que “solo desde la ignorancia se puede negar la conveniencia de la inmigración para nuestro país”. Así, ha apostado por procedimientos que permitan una llegada legal y ordenada de estas personas y para ello ha pedido al Ministerio de Asuntos Exteriores que refuerce la red consular. “Lo que viene sucediendo en Canarias no es el camino adecuado, ni para las personas que vienen ni para nosotros”.
Fernández Marugán ha concluido su intervención asegurando que “ahora los niños y las niñas ya no vienen de París, vienen de África”.