«El pacto con Unidas Podemos fue una catástrofe para la izquierda, para el PSOE y para Pedro Sánchez»

Segunda parte de la entrevista a José Antonio Gómez, director de la edición digital de Diario16+

20 de Febrero de 2025
Actualizado a las 10:30h
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José Antonio Gómez Entrevista pacto
José Antonio Gómez, en un momento de la entrevista | Foto: AHB

En la primera parte de la entrevista, José Antonio Gómez nos analizó cuestiones relacionadas con los pactos y la gestión de Pedro Sánchez. En esta segunda entrega se tratarán cuestiones relacionadas con cuestiones sociales

El supuesto gobierno de coalición PSOE-Ciudadanos de 2019, ¿habría logrado los avances sociales del actual?

Te repregunto, ¿qué avances sociales concretos ha hecho este gobierno y el anterior?

Subida del salario mínimo, revalorización de las pensiones, reforma laboral, mejora de las condiciones laborales, ingreso mínimo vital…

Me estás repitiendo el argumentario de la propaganda de la Moncloa. Yo no niego que haya habido avances de agenda social, como tampoco niego que los dos últimos gobiernos de coalición de Sánchez tengan buenas intenciones. El problema es que las medidas que aprueban luego no son efectivas o son un auténtico desastre. Y no me refiero a los engendros de la Ley del Sí es Sí o de la Ley Trans, sino a aquellas normas que sí afectan a la vida diaria de los ciudadanos, como está sucediendo con la subida del SMI y que Hacienda obligue a tributar a los perceptores.

¿Usted cree que esas leyes sociales se habrían aprobado con un gobierno PSOE-Ciudadanos?

No solo lo creo, sino que, a día de hoy, estoy convencido de ello. A los poderes económicos y empresariales no les importa que las pensiones se recalculen en base al IPC o que el salario mínimo suba, mientras eso tenga una contrapartida en sus cuentas de explotación. Estamos viendo cómo los beneficios empresariales se han disparado y eso con un gobierno que, en teoría, va contra los intereses de esos sectores. Por tanto, en el escenario de 2019, Rivera no habría tenido ningún problema en aceptar esas reformas.

Te pongo un ejemplo, la reforma laboral, que tanto utilizan los aparatos de propaganda sanchistas, fue aprobada gracias al voto de un diputado del PP, porque los socios de Sánchez se opusieron. Una reforma laboral que es aplaudida por la patronal, muchos beneficios no tiene para los trabajadores. Y eso se demuestra en cada una de las estadísticas que el SEPE y el INE publican. Da igual que sean los datos del paro registrado o la EPA, la precariedad y la temporalidad siguen siendo los factores clave del mercado laboral español.

Pero se ha logrado récord de cotizantes y han aumentado los contratos indefinidos, ¿cómo se puede afirmar que eso sea un fracaso?

Esos son conceptos que quedan muy bien para el titular, pero esconde todo lo demás. Se ha logrado un récord de cotizantes porque el empleo se está parcelando. Cada vez hay más contratos con jornadas parciales. Pueden ser indefinidos, pero a tiempo parcial, lo cual, evidentemente, impacta en los salarios. Por otro lado, las cifras de indefinidos se sostienen con la nueva interpretación que se da a los fijos discontinuos. Ahí es donde se está generando la nueva temporalidad porque se utilizan estos contratos para, por ejemplo, no pagar fines de semana, festivos o las vacaciones.

Volviendo a ese pacto PSOE-Ciudadanos de 2019, usted ha sido muy crítico con Albert Rivera, ¿por qué insiste en que hubiera sido bueno que Sánchez pactase con él en vez de con Podemos?

Yo he sido, soy y seré muy crítico con Sánchez, pero no soy un sectario. Sánchez ha hecho cosas buenas y ha tomado decisiones muy correctas. Es más, estoy convencido de que la etapa que va desde la moción de censura hasta las elecciones de abril de 2019 tuvo más aciertos que errores. Ese gobierno tomó decisiones muy correctas, salvo en lo que respecta al Ministerio de Economía, que fue desastroso para millones de personas. Se estaba en un escenario de crecimiento que, con una buena gestión y una amplia mayoría parlamentaria, habría tenido un reporte positivo para todos los ciudadanos. Esa mayoría a Sánchez se la daba Ciudadanos, pero decidió que era mejor repetir las elecciones.

Sánchez se equivocó. No puedo afirmar que fuera una decisión solo suya, sino que entonces tenía a su lado a un pretendido gurú de la estrategia política. Se decidió ir a unas segundas elecciones y ahí empezó el desastre para el PSOE, para la izquierda e, incluso, para el propio Pedro Sánchez.

¿A qué se refiere con «desastre»?

El pacto con Unidas Podemos fue una catástrofe. Ahí están los resultados. Todo viene porque Podemos, como tal, no es un partido político porque, a pesar de que «saben mucho de todo», de que son los «todólogos» por antonomasia, no han salido del sectarismo propio del activismo.

¿Es el activismo algo negativo? No, claro que no, pero tiene su espacio que no puede entrar a la hora de gestionar una administración pública, la que sea, tal y como se ha demostrado allá donde han gobernado. Podemos ha sido nefasto para luchas de la ciudadanía porque, no sólo pretendió acelerar los tiempos, sino que quiso imponer cuestiones que, al final, han provocado que los ciudadanos repudien cuestiones que ya se había conseguido colocar dentro de la normalidad social.

Eso no lo entiendo, póngame un ejemplo

Te pongo el ejemplo del feminismo. Antes de la llegada de Podemos al gobierno nadie ponía en duda los avances hacia la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres. Ahí están las grandes manifestaciones del 8M de 2017, 2018 y 2019. Nadie cuestionó la necesidad de las huelgas feministas convocadas en esas fechas. Sin embargo, Sánchez adoptó una decisión letal para el feminismo: quitar el Ministerio de Igualdad a las feministas de verdad y dárselo a Irene Montero y su «cuchipandi». Podemos intentó imponer la teoría queer como feminismo cuando, en realidad, ese movimiento es lo más misógino que existe porque parte de la base de que hay que borrar a las mujeres del mapa. Se hizo la Ley Trans, con las gravísimas consecuencias que está teniendo, consecuencias que, por cierto, advertimos tanto Manuel Domínguez Moreno como yo en varios análisis publicados en el momento en que se filtró el borrador de ese engendro de ley. El tiempo ha demostrado que teníamos razón. Por otro lado, se quiso imponer la ideología de género por las buenas o las malas. Esto, evidentemente, ha generado una reacción contraria que, a día de hoy, ha colocado a las feministas en una situación crítica de cara a la sociedad. Y, para colofón del despropósito, la Ley del Sí es Sí, que se aprobó con la oposición de parte de importantes juristas que en ese momento estaban en el Consejo de Ministros.

Es evidente que la responsable de todo esto es Irene Montero, como ministra de Igualdad, pero el principal responsable fue Pedro Sánchez, quien, además, comerció y engañó a las feministas en el 40 Congreso al indicarles que las medidas de prohibición de la prostitución se aprobarían sólo en el caso de que las feministas del PSOE no se opusieran a la Ley Trans.

Pero, ¿tiene que haber algo más para que usted defina el paso de Podemos por el gobierno como un desastre?

Además de ser un desastre desde un punto de vista de gestión. Intenta decirme una sola ley de Podemos que tuviera un efecto positivo en la sociedad, en las clases medias y trabajadoras. Sus medidas estrella se han estrellado con la realidad. El IMV es un nicho de fraude y de inoperancia. Personas que tienen derecho a esta prestación tienen dificultades enormes para acceder a ello. Está tan mal diseñado que en muchas ocasiones que tenemos documentadas se ha obligado a devolverlo o se ha bloqueado por cuestiones burocráticas. Este ejemplo es lo que quiero hacerte ver. Desde el activismo se ve todo muy fácil: pongamos un ingreso mínimo para todas las personas para que no caigan en la pobreza. Sin embargo, esto luego hay que gestionarlo para que sea realmente efectivo. Y no lo está siendo.

Luego, además, está el componente social de que Podemos, con su superioridad moral a cuestas, con ese mirarte por encima del hombro, cae mal a la gente y, tras sus fracasos de gestión, pues están donde están, en el lugar reservado por la democracia para los extremismos.

¿Eso continúa con el actual gobierno de coalición con Sumar?

Ahora es peor, porque, en primer lugar, Sumar es un proyecto absolutamente personalista y, en segundo término, el actual gobierno es el más débil de la democracia. 

Hay conceptos que desde la interpretación política son adecuadas, pero en la implementación son todo lo contrario. Vuelvo a 2016. A Sánchez lo sacan del mapa político por su intento de pactar con las mismas formaciones nacionalistas e independentistas que ahora son sus socios parlamentarios. Desde la visión ciudadana la situación no ha cambiado, es más, ha empeorado.

Entrevista completa en Diario16+

 

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